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Qué es la tripanofobia y por qué puede complicar la inmunización contra el coronavirus

A pesar de que siguen llegando las vacunas para combatir al virus, hay muchos que tienen temores a aplicárselas y no es por su procedencia. 

Sabado, 30 de enero de 2021 20:01

La llegada de la vacuna Sputnik V a nuestro país abre una posibilidad de enfrentar la pandemia de coronavirus que reina en el mundo, porque además de la prevención que debe continuar de manera diaria y constante, esta aplicación permite tener un hilo de esperanza para no contagiarse. Sin embargo, hay personas que por creencia o por miedo, no quieren aplicarse la vacuna y este hecho se denomina "Tripanofobia".

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La llegada de la vacuna Sputnik V a nuestro país abre una posibilidad de enfrentar la pandemia de coronavirus que reina en el mundo, porque además de la prevención que debe continuar de manera diaria y constante, esta aplicación permite tener un hilo de esperanza para no contagiarse. Sin embargo, hay personas que por creencia o por miedo, no quieren aplicarse la vacuna y este hecho se denomina "Tripanofobia".

Para conocer en detalle esta situación, la licenciada en psicología y especialista en trastornos de ansiedad, fobias y pánico, Marina Rovner, explicó que "la tripanofobia es reconocida por el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V) como el miedo extremo a los procedimientos médicos que involucran vacunas o inyecciones. Según reportes actuales de profesionales de la salud norteamericanos, alrededor del 10 % de la población experimenta el reflejo vasovagal (desmayo) ante la perspectiva de ser inyectado y hasta el 23 % de la población puede sufrir de tripanofobia".

Miedo y síntomas
Lo cierto, es que hay una serie de síntomas de la fobia a las vacunas como sensación de ansiedad, angustia y/o confusión, desmayo, mareos, náuseas, aceleración de ritmo cardíaco y ataques de pánico.

Todo ser humano tiene miedos frecuentes y en cierta forma no es malo, ya que varias veces suele alertar ante situaciones peligrosas. Pero a veces se vuelve tan irracional y extremo que puede provocar una fobia.

Este tipo fobia puede tener diversas causas, como por ejemplo: 1) desmayos o mareos intensos como resultado de tener una reacción refleja vasovagal cuando se pincha con una aguja, 2) Malos recuerdos y ansiedad asociados a inyecciones dolorosas que pueden desencadenarse al ver una aguja, 3) Temores y resquemores vinculados a los médicos y a la medicina y 4) Sensibilidad al dolor, que tiende a ser genético y puede causar ansiedad.

A tener en cuenta

Cabe destacar, que además de los síntomas físicos ya enunciados, la tripanofobia puede involucrar ataques de pánico y generar conductas evitativas de visita a los médicos retrasando tratamientos, complicando condiciones crónicas y emergencias médicas, algo que también podría llegar a suceder en el caso de la aplicación de la vacuna del Covid-19.

En todos los casos se recomienda no automedicarse y acudir a un profesional especialista en el tema, y no hay que olvidar que superar la fobia llevará tiempo y práctica, pero hará la vida menos estresante y permitirá disminuir la ansiedad.

Finalmente, la especialista en el tema dejó una serie de tips y ejercicios para controlar esta fobia, como no avergonzarse de tener miedo a vacunarse, informar a los profesionales de enfermería de las preocupaciones, porque ellos cuentan con recursos para disminuir el estrés y el dolor durante la inyección, incorporar esta pregunta: ¿Hay algo que pueda hacer para ayudarme a mí mismo?, realizar el ejercicio de la "Escalera al Miedo" y utilizar diversos ejercicios de respiración para relajarse y evitar pasar un mal rato.

Pinchar a los chicos

Un grupo que teme a la aplicación de inyecciones y vacunas son los niños, ya que su umbral del dolor es distinto al de adultos, que pueden resistirlo de mejor forma.

Para evitar el miedo a la vacuna en el caso de los infantes y adolescentes, se recomienda no utilizar las inyecciones como amenaza ni llevarlos engañados a vacunarse.

Además, es necesario distraerlos en el momento de la inyección para que no piensen en la jeringa, sin menospreciar sus temores ni hacerlos sentir pequeños por tenerlos. Es clave el respeto, empatía y acompañar sus miedos, brindándoles apoyo, calma y seguridad para que adquieran confianza.

Fuente: Crónica

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