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La política jujeña no se toma vacaciones

Lunes, 01 de febrero de 2021 01:04

En un suspiro, con vacaciones limitadas y sin las grandes fiestas populares del primer mes del año, enero se fue con más penas que gloria y hoy febrero arranca con perspectivas parecidas. El Covid-19 está dando una tregua, y además, las autoridades responsables de su contención han decidido no cometer los errores y el altísimo intento de "autoritarismo sanitario" del año pasado, cuando parecían convencidos de que un virtual toque de queda con sus correspondientes multas y amenazas de cárcel serían la solución. Ahora, apelan correctamente a la responsabilidad de la gente, que todavía en muchos casos lamentablemente no demuestra estar a la altura de la situación.

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En un suspiro, con vacaciones limitadas y sin las grandes fiestas populares del primer mes del año, enero se fue con más penas que gloria y hoy febrero arranca con perspectivas parecidas. El Covid-19 está dando una tregua, y además, las autoridades responsables de su contención han decidido no cometer los errores y el altísimo intento de "autoritarismo sanitario" del año pasado, cuando parecían convencidos de que un virtual toque de queda con sus correspondientes multas y amenazas de cárcel serían la solución. Ahora, apelan correctamente a la responsabilidad de la gente, que todavía en muchos casos lamentablemente no demuestra estar a la altura de la situación.

El comercio, el turismo, el deporte, la construcción, el transporte, y muy lentamente los cines y los espectáculos, ven con agrado como levemente va subiendo la curva de actividad económica, pero todavía en niveles lejanos a los ideales. Hay cuatro costados de la realidad que sin embargo no se detuvieron en ningún momento: la inflación incontrolable, la preocupación creciente por la incertidumbre de un programa de vacunación, la imperiosa necesidad de acordar el regreso a las clases presenciales de niños y jóvenes.

Inflación: En estos días, la información de enero dirá que prácticamente quedamos en los mismos altos guarismos de diciembre o quizás hasta un poco más arriba. Y la política sigue su preparación para las elecciones, aunque aún no se sabe a ciencia cierta cuándo ni cuántas serán. Si hay primarias, y elección con balotaje, se descuentan tres llamados a votar. Si Jujuy adelanta finalmente sus elecciones provinciales, como la mayoría de los gobernadores está pensando serían cuatro, pero si algunos partidos deben recurrir a internas para resolver sus cuestiones domésticas, todo indica que será un año en el que los jujeños podemos pasarlo de urna en urna.

El oficialismo de Jujuy está más tranquilo que los demás. Tanto el radicalismo como Primero Jujuy no están pensando en recurrir a internas partidarias para resolver sus listas de candidatos de diputados provinciales y concejales. Desde el poder, es más sencillo controlar los resortes de cada partido, y aparece como simple recurrir a los cuerpos de conducción, donde se puede consagrar legalmente los nombres y lugares que se dictan desde la cabeza. Una convención provincial de la UCR sólo deberá aprobar la lista que elabore el gobernador Gerardo Morales, y a lo sumo el reducido grupo de referentes que integran su estado mayor. En todo caso, estará en la habilidad de los aspirantes acercarse más al calor del jefe.

Intendentes como Julio Bravo de San Pedro, Nicolás Jayat de Libertador, y naturalmente Raúl Jorge de San Salvador de Jujuy, pretenden colocar diputados en medida proporcional al poder de fuego de sus municipios. Mientras en las conversaciones se piensa en mover piezas fundamentales en los municipios de Palpalá y Humahuaca, para amortiguar el doloroso impacto que les ocasionaron los resonantes triunfos peronistas y en Perico, donde un exfuncionario radical les arrebató la comuna con un flamante partido municipal. El GM, en tanto, calcula los tiempos y advierten que dejar pasar los meses y concurrir en octubre junto con las elecciones nacionales será tener que soportar el tsunami con que el Frente de Todos echará el resto para mostrar su musculatura y aumentar legisladores en el Senado, en la Cámara baja, en las legislaturas provinciales y hasta en el más modesto de los municipios.

MINISTRO ÁLVAREZ GARCÍA / CON DATOS ALENTADORES.

El peronismo de Jujuy ya puso primera. El presidente del PJ, Rubén Armando Rivarola, inició una muy intensa campaña de recorrida por la provincia, donde dialoga con autoridades municipales, partidarias y referentes justicialistas. Con es obvio, su trabajo político es convocar a la unidad del partido, y también en lo posible sumar adhesiones que refuercen la autoridad que le permita armar un Congreso Provincial donde pueda aprobar listas acordadas, y de no ser así, que le den garantías de una interna victoriosa si fuese necesaria. RR sabe que los ojos de todo el PJ están puestos sobre él, y eligió la manera "más peronista" del trabajo: movilizar las bases y entusiasmar al interior.

Para él, el camino es más difícil: por segunda vez en mucho tiempo, el peronismo de Jujuy da pelea desde el llano y en dos planos: el primero contra el oficialismo local. Para ello debe volver a seducir a las mayorías para recuperar la vigencia del lema que repite en cada acto, "Jujuy es peronista"; y también rescatar varios miles de votantes que eligieron acompañar al vicegobernador de GM, Carlos Haquim, en una alianza que hasta hoy, no les devolvió en la misma medida lo que le aportaron en las dos elecciones ganadas.

El otro plano: fortalecer el trabajo de homogeneizar al PJ, donde en su voracidad y la ambición los disidentes llevan sus ataques más allá de los límites de la razonabilidad y en algunos casos, hasta de la ética política. Rivarola en una importante reunión de concejales de toda la provincia, convocó a ese trabajo, casa por casa, calle por calle y apeló especialmente a la potencia electoral probada de las mujeres peronistas, a las que convocó especialmente. Incluyó el desafío de que elijan sus líderes, porque este año, las listas no llevarán cupos, sino una distribución de género equitativa. La respuesta, dicen los que participaron, fue entusiasta y esperanzadora.

La otra misión del peronismo de Jujuy es recuperar miles de votos que, por desengaños, errores o ganas de castigar, terminaron en el 2019 en el Frente de Izquierda. Era obvio que fue el PJ el que aportó el volumen que engordó las filas de la izquierda, siempre aguerrida, siempre laboriosa, pero que siempre también había recibido la espalda de los movimientos del campo popular. La gente de la Izquierda lo sabe, y su trabajo está ahora orientado a sobrevivir en un escenario donde nada aparece como muy alentador: enfrentan nuevamente a dos modelos poderosos, no gozan de la amistad ni de la tolerancia de Cambia Jujuy y con el Frente de Todos, no se ven como posibles aliados en ningún plano de la vida provincial. Y también habrá que esperar un poco para conocer el rumbo electoral de la renacida fuerza de la Organización Barrial Tupac Amaru y sus socios políticos del momento.

Más allá de la política, el Gobierno alterna malas y buenas. Muy duras las negociaciones con el sector docente, que en las mediciones previas, no estaría dispuesto a acompañarlo con su voto de seguir los conflictos permanentes que, precisamente hoy, se expresarán en enésima movilización de reclamos. La buena noticia, impensada, llegó desde el sector del empleo. Cifras Oficiales del Indec anunciaron que mientras la tasa de desempleo nacional asciende al 8%, la del NOA al 8,6, en Jujuy llegó a 5,1%. El dato es alentador, y ratifica que emprendimientos como el de Cauchari incorporando 1.200 trabajadores, o los de litio que suman otros 3.000, más diferentes esfuerzos por estimular la construcción, la minería, y casi 200 cooperativas con más de 2.000 asociados son el fruto esperado del estímulo al trabajo y la producción.

El ingreso del ministro de Trabajo, Normando Álvarez García, que comprendió la impronta que el GM imponía a su gestión destrabó acciones y generó además un diálogo constructivo con sectores del trabajo. Incluso, el ministro pudo reconocer errores del Gobierno, como la creación de una bolsa de trabajo que los propios trabajadores habían definido como ineficaz y que le devolvieron credibilidad a la cartera laboral. Como se ve, en medio de la tormenta, algunos nubarrones se despejan, y traen esperanzas para ahuyentar la zozobra.