Desde el inicio de la temporada de incendios forestales en el mes de julio hasta el momento en la provincia ya se afectaron un total de 1.418 hectáreas, en su gran mayoría de pastizales, ya que solo una pequeña porción corresponde a bosques nativos. Durante el ultimo fin de semana se quemaron alrededor de 460 hectáreas, de las cuales 322 corresponden a las localidades de Caspalá y Santa Ana, incendio que se desató el viernes y recién logró ser extinguido el lunes debido a los fuertes vientos que se registraron en la zona.
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Desde el inicio de la temporada de incendios forestales en el mes de julio hasta el momento en la provincia ya se afectaron un total de 1.418 hectáreas, en su gran mayoría de pastizales, ya que solo una pequeña porción corresponde a bosques nativos. Durante el ultimo fin de semana se quemaron alrededor de 460 hectáreas, de las cuales 322 corresponden a las localidades de Caspalá y Santa Ana, incendio que se desató el viernes y recién logró ser extinguido el lunes debido a los fuertes vientos que se registraron en la zona.
Al advertir la presencia de un incendio forestal comunicarse a las líneas 911, 100, 103 o al 4271971, Base central de El Brete.
"Estamos teniendo incendios todos los días. El último fin de semana trabajamos entre Caspalá y Santa Ana donde se produjo un incendio a raíz de que una familia quiso quemar una hectárea de pastizales, pero cambió el viento y el fuego comenzó a propagarse. Trabajamos junto a personal de ambas comunidades desde el viernes, el domingo logramos controlarlo y el lunes lo extinguimos. Afortunadamente no afectó a viviendas, solo se quemaron pastizales", detalló el director de Incendios de Vegetación y Emergencias Ambientales de Jujuy, Alejandro Cooke.
Hasta el momento, en lo que va de esta temporada la brigada de incendios forestales intervino en 310 focos que provocaron daños en diversos sectores de la provincia, en su mayoría zona de pastizales. "De las zonas quemadas en esta temporada, afortunadamente la gran mayoría es zona de pastizal, de arbustal y pasto cubano y solo el 20% del total representa bosques nativos, lo cual es muy bueno ya que estas zonas tardan años en recuperarse", advirtió el funcionario.
La cifra todavía es muy baja respecto a la registrada el año pasado, que durante toda la temporada (que se extiende de julio hasta noviembre, diciembre o enero dependiendo de la presencia de lluvias) alcanzó las 41 mil hectáreas afectadas, de las cuales 31 mil eran bosques nativos. "Por ahora venimos mejor que el año pasado, pero resta ver qué sucede en lo que queda de la temporada", dijo.
Proteger los bosques
Cooke advirtió que la mayor preocupación en este momento es la zona de Yungas, del Parque Calilegua y localidades del ramal, ya que el mes de octubre es el más peligroso para esa región ya que "las maderas de los bosques nativos están secos, no hay humedad entonces prende muy fácil, se extiende muy rápido el fuego y es muy difícil apagarlo".
En este sentido, el funcionario denunció que hay gente que está realizando quema de cordones, de restos de poda, ramas y arbustos o malojas, sin tener la debida autorización, por lo que en esos casos se están labrando las actas correspondientes. Y es que para poder hacerlo deben estar autorizados, incluso con un día y hora establecida según las condiciones climáticas. Recordó que están prohibidas las quemas controladas en zonas urbanas ya que representan un riesgo, en esos casos hay que juntar los restos de poda y el Municipio debe retirarlos del domicilio.
Finalmente Cooke aseguró que se está trabajando en la prevención de incendios forestales, especialmente en la zona de yungas con campañas de concientización, instrucción en las escuelas, difusión en medios de comunicación y especialmente con los productores, con quienes mantienen constante comunicación. Además detalló que implementaron un sistema satelital que registra las zonas de focos calientes en la provincia que permiten detectar rápidamente un incendio y así poder intervenir antes.