Con la autorización para bailar en los boliches jujeños, parecía haberse retomado por completo la actividad económica en la provincia tras la pandemia. Sin embargo, todavía hay un sector que continúa en un "limbo", los kioscos escolares que no tienen en claro si pueden funcionar o no.
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Con la autorización para bailar en los boliches jujeños, parecía haberse retomado por completo la actividad económica en la provincia tras la pandemia. Sin embargo, todavía hay un sector que continúa en un "limbo", los kioscos escolares que no tienen en claro si pueden funcionar o no.
Desde el año pasado, cuando comenzaron a arreciar los casos de Covid-19 el rubro se vio interrumpido abruptamente y quedaron sin trabajo numerosas familias que se encargaban de atender los bufets ubicados dentro de los establecimientos educativos.
Al iniciar el 2021 volvieron las clases con la modalidad en burbujas, desde febrero, y posteriormente con algunas readecuaciones para materias que volvieron a la virtualidad. Pero nunca se anunció oficialmente la reapertura de los kioscos escolares y muchos de ellos permanecen cerrados aún a esta altura del año.
Con timidez, en el momento que retornó la presencialidad plena después de los festejos por el Día del Estudiante algunos concesionarios buscaron aprovisionarse de lo básico -incluso endeudándose o pidiendo dinero prestado- para reabrir sus puertas durante los recreos.
Sin embargo, en la zona sur hubo inspectores municipales que los notificaron de que estaban en infracción, porque no está permitido que funcionen, y les dijeron que los iban a clausurar.
Esto a pesar de que se estaban aplicando algunas medidas de protocolo para evitar la aglomeración de alumnos y agilizar tanto la atención como el cobro de lo adquirido. Además de ofrecer solamente productos empaquetados.
En los hechos ninguna autoridad competente se expidió sobre este tema. No hubo anuncio del COE ni tampoco resolución del Ministerio de Educación, aunque de palabra habría trascendido que estaban dadas las condiciones para regresar.
Falta poco menos de dos meses para que finalicen las clases y las familias que dependen de este rubro siguen con la indefinición, sin contar con ingresos genuinos y pasando por una situación muy complicada.
La situación relevada por El Tribuno de Jujuy es bastante dispar en torno a la cuestión. Hay escuelas donde nunca retornaron los bufets, en otras lo hicieron con un férreo protocolo hace algunos meses y están aquellas donde comenzaron a atender un par de semanas atrás.