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La princesa Mako de Japón se casó con un "plebeyo" y renunció a su título

La sobrina del emperador puso fin a años de controversia por la relación con su novio de la universidad, el plebeyo Kei Komuro, y su situación financiera.

Martes, 26 de octubre de 2021 12:32

La princesa Mako de Japón ha dejado de formar parte de la familia imperial del país de forma oficial tras contraer matrimonio este martes con Kei Komuro, un compañero de la Universidad que no pertenece a la alta sociedad.

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La princesa Mako de Japón ha dejado de formar parte de la familia imperial del país de forma oficial tras contraer matrimonio este martes con Kei Komuro, un compañero de la Universidad que no pertenece a la alta sociedad.

Desde que anunció su compromiso en 2017, la pareja se convirtió en blanco predilecto de los tabloides que hablaban de las dificultades financieras de la familia plebeya de Komuro.

Pero finalmente, "los papeles del matrimonio fueron cumplimentados y aceptados", dijo un responsable de la casa imperial de Japón a AFP.

Las imágenes televisivas mostraron a la princesa y sobrina del emperador Naruhito abandonando la residencial imperial de Akasaka. Con un ramo de flores rosas pálidas en las manos, Mako se despidió con una reverencia de sus padres y de la prensa, y con un abrazo de su hermana.

"Kei es un ser insustituible", dijo Mako en una declaración retransmitida en directo por televisión.

"Amo a Mako", proclamó a su vez su esposo, quien agregó que "de ahora en adelante quiero estar al lado del amor de mi vida".

En la familia imperial de Japón, las mujeres no pueden acceder al Trono de Crisantemo y pierden su título cuando se casan con un plebeyo.

Pero por primera vez en la historia de Japón después de la guerra, la princesa de 30 años recién cumplidos y su prometido, de la misma edad y abogado en una firma estadounidense, se casaron sin el ritual tradicional.

Además, Mako renunció a una importante suma ofrecida habitualmente a las mujeres de la familia imperial en ocasión de su boda.

Cuando la pareja se comprometió hace cuatro años, todo era sonrisas tímidas. Komuro describió a Mako como "la luna" que lo cuidaba discretamente y ella comparó su sonrisa con el sol.

Pero cuando la prensa empezó a ahondar en el pasado de Komuro, aparecieron informaciones de que su madre no devolvió un préstamo de 4 millones de yenes (35.000 dólares) a un antiguo prometido.

La disputa, todavía no resuelta, causó escándalo en Japón, donde se espera un comportamiento impecable de los miembros de la familia imperial.

Tanta atención mediática provocó un complejo estrés postraumático a Mako, reconoció recientemente la agencia imperial.

La pareja retrasó su enlace y Komuro se trasladó a Nueva York para estudiar derecho en 2018, decisión interpretada como un intento de escapar de la prensa.

El recién graduado volvió a Japón el mes pasado, luciendo un nuevo peinado con una pequeña cola de caballo.

"Existen diferentes opiniones sobre mi matrimonio con Kei", reconoció Mako el martes. "Yo quisiera agradecer a quienes se preocupan por mí y a quienes siempre nos han apoyado, sin escuchar los rumores infundados", agregó la princesa.

A pesar de esta mala prensa, en un sondeo del diario Yomiuri Shimbun, la mitad de los encuestados aprobaban el enlace, contra un 33% en contra.

Se especula que la pareja planea trasladarse a Estados Unidos, lo que provocó comparaciones contra otra pareja real también bajo fuerte presión mediática: el príncipe Enrique de Inglaterra y su esposa Meghan Markle.

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