Hoy se presenta en la ciudad de Santa Rosa, provincia de La Pampa, la obra de teatro "El Hombre Cóndor. Espíritu viviente del aire", la obra que nos representa en ese ámbito, que es el de la 35º Fiesta Nacional del Teatro.
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Hoy se presenta en la ciudad de Santa Rosa, provincia de La Pampa, la obra de teatro "El Hombre Cóndor. Espíritu viviente del aire", la obra que nos representa en ese ámbito, que es el de la 35º Fiesta Nacional del Teatro.
La obra de El Colectivo Teatro ganó la fiesta provincial de 2019 y recién este año puede participar de la fiesta nacional.
La fiesta comenzó el sábado pasado y se extenderá hasta el próximo domingo, con la participación de las obras que representan a cada una de las provincias argentinas, y además con una importante agenda de espectáculos invitados, talleres, conferencias, charlas, etc.
Se trata del espacio donde confluye el teatro independiente de todo el país.
Esta edición de la fiesta nacional es la que se pospuso el año pasado.
Y la obra que representa a Jujuy es la que fue elegida en el año 2019. El año pasado por la pandemia no se hicieron encuentros de ningún tipo.
"El Hombre Cóndor" es un unipersonal a cargo de Iván Santos Vega, dirigido por Fabiola Vilte y Bernardo Brunetti, de la compañía El Colectivo Teatro.
El Tribuno de Jujuy conversó con los artistas, Santos Vega y Vilte, antes de que partieran rumbo a La Pampa, sobre la obra y la actualidad de una puesta que nació mucho antes de presentarse en la fiesta provincial.
Es una obra de dramaturgia grupal e investigación escénica que surge a partir del cruce de diversas materialidades que nos remiten al mito, la memoria y la poesía. El Cóndor, figura central de la mitología andina; Avelino Bazán, sindicalista de Mina Aguilar (Jujuy) desaparecido el 26 de octubre de 1978 y los poemas de Nicanor Vallejo Mamani, seudónimo de Iván Santos Vega, poeta y actor en esta propuesta, son los ingredientes.
"Nosotros estrenamos esta obra en marzo de 2019, pero antes hicimos algunas presentaciones de fragmentos de la obra, anticipando encuentros con el público. Estuvimos por ejemplo en la Plaza de los Mineros en Humahuaca", comienza contando el actor.
Y Vilte, recuerda que "la primerísima presentación, fue en el festival de trabajadoras y trabajadores de Artistas en Lucha, que se hizo en el anfiteatro que era de la Asociación Tupaq Amaru que se encuentra delante de la Escuela "Tito Guerra", esa fue realmente la primera presentación", dice.
Otro de los escenarios que vieron vislumbrar este trabajo antes de su estreno fue en Tucumán, en el marco de la celebración de los 25 años del grupo Manojo de Calles de esa ciudad, que tienen una estrecha relación con Iván y Fabiola, quienes cursaron sus estudios de teatro a nivel universitario allí.
Durante el año del estreno oficial, hicieron varias presentaciones hasta salir ganadores de la fiesta provincial.
"En 2020 atravesando la pandemia, y ante la imposibilidad de poder encontrarnos con el público, hicimos una versión audiovisual con el equipo de realizadores La Mula, para poder continuar difundiendo nuestro trabajo, y así pudimos participar de varios festivales virtuales del año pasado", cuenta el actor. Uno de ellos fue "Vivos" de Buenos Aires a nivel internacional; en "Los Patrimonios son políticos", organizado por el Museo Terry y la Facultad de Humanidades de Jujuy; y en la Feria del Libro de Jujuy Virtual del año pasado; y en el Encuentro Regional en Red del INT, también virtual.
También en formato audiovisual hicieron otro material sobre el proceso creativo de la obra, "La Bitácora del Hombre Cóndor".
La iniciativa de esta puesta
El proceso de creación fue largo "porque cada uno de nosotros, Iván y yo, teníamos intereses diferentes. El mío era trabajar con la figura de Avelino Bazán, cuestión que se me ocurrió en el 2010 más o menos, porque yo no lo conocía y cada vez que venía a Jujuy cuando estaba estudiando afuera, veía en las calles su nombre en afiches. Ese año llega a mis manos un libro sobre eso y en ese tiempo yo había visitado el museo de la exEsma y fue una experiencia muy impactante. Ahí comienzo a empaparme de su historia y quedó ahí pendiente. Iván, que además es escritor y poeta, tenía otros intereses", explica Vilte.
"Todo se fue conjugando", agrega Santos Vega.
"Por alguna razón el nombre de la obra ya estaba puesto desde hace mucho tiempo, y no sabemos por qué", dice también Vilte. "En el 2016, cuando regresamos a Jujuy, todo toma curso, lo conocimos a Bernardo Brunetti y le proponemos que sea parte del proyecto", sigue.
Cuando ya estuvieron los tres, y partiendo del poemario que ya tenía Iván Santos Vega que se llamaba "El Hombre Cóndor. Espíritu viviente del aire", había que ver cómo esta poesía se llevaba al espacio.
"Luego fueron apareciendo los personajes, y la dramaturgia de todos. Nos íbamos cuestionando constantemente lo que queríamos contar", comenta Santos Vega.
El actor aclara además que la estructura de la obra es fragmentada "no tiene una construcción cien por ciento aristotélica, con un principio, nudo y desenlace, sino que deja varios interrogantes, huecos, intersticios", a lo que Vilte agrega "como es la memoria".
"También nos aportó mucho haber hecho un viaje en 2017, a Chile, gracias a que ganamos la beca del Fondo Nacional de las Artes, y eso nos permitió conocer algunos lugares, experimentar y comprar algunos materiales como la cámara de fotos, etc.", cuenta Vilte. "Hicimos el recorrido por el desierto de Atacama, tomamos fotografías, y a partir de esa experiencia, abordamos una identidad latinoamericana, y nos posicionamos en ese lugar. En ese viaje encontramos objetos que nos remitían a la mina, y fue el enganche con Avelino Bazán", continuó.
Y en 2018, apareció un espacio físico para ensayar, el Galpón de los Sueños, que también es un proyecto de El Colectivo Teatro. De alguna manera el camino de la obra fluyó y se fue acomodando solo antes las circunstancias.
El elenco también tuvo contacto con familiares y gente que conoció a Avelino Bazán. Todo esto confluye en un producto que creció y evolucionó con los años, con las circunstancias, con el público y la gente que aportó vivencias, y hoy está en La Pampa, mostrando nuestra memoria, nuestro mundo andino, y nuestro paisaje.