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Los niños y los peligros de extrapolar los “likes” a realidad

Psicóloga advirtió que el uso excesivo puede generar problemas de atención, concentración y dificultar la escolaridad.
Martes, 05 de octubre de 2021 01:02

La tecnología está en el día a día de las familias producto de que muchas de las actividades que los chicos antes hacían de manera presencial, a raíz de la pandemia tuvieron que hacerlas en formato virtual, principalmente la escolaridad. Y ahora que se está en proceso de transitar una nueva normalidad, se detectó que los chicos buscan acceder a las redes sociales en edades cada vez más temprana, y es de esta situación que surgen las siguientes preguntas: ¿Cuál es la edad adecuada para empezar a usarlas? y ¿Cuáles son los peligros latentes?

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La tecnología está en el día a día de las familias producto de que muchas de las actividades que los chicos antes hacían de manera presencial, a raíz de la pandemia tuvieron que hacerlas en formato virtual, principalmente la escolaridad. Y ahora que se está en proceso de transitar una nueva normalidad, se detectó que los chicos buscan acceder a las redes sociales en edades cada vez más temprana, y es de esta situación que surgen las siguientes preguntas: ¿Cuál es la edad adecuada para empezar a usarlas? y ¿Cuáles son los peligros latentes?

Para dar respuesta a estos interrogantes El Tribuno de Jujuy habló con Laura Lazaeta, psicóloga infantil especializada en Terapia Cognitivo Conductual (TCC) Infanto Juvenil, quien ofreció un panorama de la situación y advirtió sobre los riesgos que acechan, las consecuencias en el desarrollo de los chicos y pautas para los padres.

La especialista indicó que pese a que algunas redes sociales autorizan su uso a partir de los 13 años, esta cláusula no se cumple y es ante esta situación que destacó la importancia de la supervisión de los adultos en el tiempo y el contenido que consumen los chicos.

"Hay casos de niños de 6 o 7 años que ya quieren abrir su canal de Youtube. Es importante que el adulto intervenga explicándoles que ellos no pueden exponerse a una red social en la que personas de todo el mundo ven su imagen y la información que comparten", explicó.

Entre los riesgos más tangibles a los que los chicos están expuestos está la inseguridad y el riesgo que corre su integridad física. Son reales los casos de abusos, extorsiones y secuestros de menores ante la sobreexposición, pero también hay otros factores a tener en cuenta, más subjetivos, como depresión, el daño a la autoestima tras la búsqueda constante de la aprobación, entre otros.

"Estar muy atentos a la cantidad de "likes" (me gusta) en esa búsqueda de aprobación puede generar problemas de depresión si no los consiguen como esperan.

Pueden aislarse de su entorno porque sienten que las otras personas no los aceptan y eso es muy peligroso". Esta situación se da generalmente en los preadolescentes y adolescentes.

En los más chicos "puede generar una baja autoestima que también es peligrosa, porque un niño con baja autoestima no se siente capaz, ni querido y todo eso repercute en las otras áreas de su vida como la social, académica, familiar, etc.", dijo.

En este sentido destacó que en la actualidad algunas redes sociales, como Instagram, están empezando a dejar oculta la cantidad de likes en las publicaciones. "Esto es un dato a destacar porque puede permitir, a largo plazo, que los chicos vayan desacostumbrándose a estar tan pendientes del like a través de los cuales buscan la aprobación de los demás".

El uso excesivo de la tecnología genera también que "al estar rodeados de muchos estímulos no puedan ejercitar la capacidad atencional de permanecer frente a una actividad o un juego durante un tiempo determinado. La inmediatez que proporciona la tecnología genera querer consumir cada vez más y estímulos más diversos. Entonces no sólo puede traer problemas de atención y concentración en los chicos sino también dificultades en cuanto al rendimiento escolar. Tampoco van a tener ejercitada la capacidad de tolerancia a la espera y a la frustración. Es que la tecnología dista mucho de la vida real", consideró Lazaeta.

Desde la psicología se detectó también al pasar tanto tiempo frente a las pantallas y haciendo uso de las redes sociales los chicos empezaron a extrapolar ciertos términos como el "like" a la vida real. "Cuando los preadolescentes y adolescentes están conociendo amistades se guían o se basan en los likes que esas personas les dan en las redes sociales y esto es peligroso porque extrapolan el término de los likes a la vida real. Y es aquí que como adultos tenemos que inculcarles a los chicos que las relaciones se construyen con paciencia, constancia, en el día a día y de forma presencial porque de otra manera los chicos crecen en una realidad totalmente diferente y perjudicial, ya que una imagen es sólo un recorte de lo que una persona quiere mostrar", explicó.

Es por esto que ante una mirada preventiva la psicóloga Laura Lazaeta sugiere "reforzar la comunicación y el diálogo en la familia. Que el adulto sea el encargado de supervisar el contenido y explicarles en qué momento van a poder hacer uso de las redes ya que no se puede evitar la tecnología, es un hecho, convive con nosotros y tenemos que hacer un uso responsable de ella", cerró.

“Los adultos tenemos que dar el ejemplo”

Como parte de las medidas preventivas necesarias para preservar la seguridad y privacidad de los chicos, lo que la psicóloga infantil Laura Lazaeta aconseja es no sobreexponerlos en las redes sociales ni pasar la mayor parte de nuestro tiempo con los dispositivos virtuales, porque los chicos están constantemente observándonos. “Se observa que los adultos también estamos constantemente en las redes sociales compartiendo fotos de nuestros hijos, sobrinos y nietos. Y tenemos que dar el ejemplo para poder enseñarles a los chicos que tanta sobreexposición al compartir todas nuestras actividades y rutinas del día conlleva ciertos riesgos”, explicó.

Indicó que si los padres deciden compartir imágenes de sus hijos, lo ideal es que no los muestren desnudos o con poca ropa en el caso de los bebés. Tampoco es conveniente que pueda verse al niño con el uniforme del colegio al que va o mostrar los lugares que frecuenta, en definitiva no dar localizaciones. Dado que no hay una edad a la que se pueda considerar justa para ofrecerle un dispositivo móvil a un niño, indicó: “Si un hijo de entre 6 y 8 años ya lo tiene y pide hacer uso de las redes sociales, en esos casos se aconseja que sea el adulto quien cree la cuenta.

Hay opciones, como en TikTok se llama control parental, que el adulto elige que la cuenta del menor este linkeada a su cuenta, por lo que puede ingresar cuando desee y desde ahí supervisar el contenido”. También resulta muy importante dosificar el uso del tiempo en las redes. “Lo peligroso de darle un celular a un menor de edad (5, 7, 8 años) hace que el chico piense que como le regalaron el celular es completamente de él y que podrá hacer uso de él las veces que quiera, corriendo el peligro que el chico esté constantemente con el dispositivo y se pierda de otras actividades beneficiosas y necesarias para su desarrollo como la actividad física”.