Ni la lluvia detuvo ayer a los jujeños para finalmente celebrar el centenario de la coronación de la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya, conmemoración que contó con la presencia del nuncio apostólico en Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk, quien presidió la misa central.
inicia sesión o regístrate.
Ni la lluvia detuvo ayer a los jujeños para finalmente celebrar el centenario de la coronación de la imagen de Nuestra Señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya, conmemoración que contó con la presencia del nuncio apostólico en Argentina, monseñor Miroslaw Adamczyk, quien presidió la misa central.
Cientos de fieles que coparon la explanada de la iglesia Catedral, parte de la plaza Belgrano y calles circundantes, saludaron fervorosos a la imagen de la Virgen que, por ser un año todavía con restricciones por la pandemia, recorrió las esquinas de la plaza Belgrano a modo de procesión, llevada en andas. Primero la trasladaron sacerdotes y obispos, luego alumnos de quinto año de colegios confesionales, en la tercera esquina tomaron la imagen efectivos de la Policía de la Provincia y por último gauchos y servidores con los que la patrona de Jujuy llegó al altar.
En la homilía, el representante del Vaticano que presidió la misa, bajo la bendición del cielo que se hizo presente en forma de lluvia, se refirió al rol de madre de María en el mundo, de su maternidad desde antes que se consumase la redención del calvario "pues ella es madre desde siempre y prestó su colaboración a la salvación de los hombres", dijo.
Destacó además la convicción del pueblo jujeño de seguir eligiéndola como su reina. "Hoy queremos encontrarnos con nuestra madre, con la reina de Jujuy. Si recurrimos confiados a ella, nos dirá qué debemos hacer y sentiremos su amor por nosotros", expresó el nuncio.
"Hoy el centenario de la coronación pontificia es una fiesta de la provincia de Jujuy, es una fiesta de todos ustedes y yo siendo el huésped extranjero me permito, en el nombre del mundo entero, decirles a todos ustedes: felicitaciones por su reina y por su madre", exclamó ante los cientos de fieles presentes y autoridades provinciales que participaron de la tan esperada celebración.
En esa línea, presentó a cada uno de los devotos sus "mejores deseos, mucha salud y larga vida sin enfermedades, sin Covid y sin ninguna pandemia ni epidemia. Les deseo mucha felicidad en cada día, prosperidad y muchas bendiciones de Dios a través de la intercesión de la reina de Jujuy, nuestra señora del Rosario de Río Blanco y Paypaya".
Y como mensaje de enseñanza y fe para los jujeños indicó que "si queremos renovar nuestra fe y nuestro compromiso con Jesucristo, María puede ayudarnos desde su ejemplo".
Pos su parte, el padre Manuel Alfaro destacó que "el pueblo jujeño se caracteriza por amar y venerar a la Madre de Jesús", recordando aquel 31 de octubre de 1920 cuando se recibió el juramento de conservar la imagen de la Virgen. "La Virgen hace que permanentemente renovemos nuestra fe, por eso hoy como pueblo sentimos esta gran alegría".
Concelebraron la misa el obispo Daniel Fernández, el arzobispo de Salta, arzobispo de Tucumán, obispos y sacerdotes. De la eucaristía participaron el gobernador Gerardo Morales, el vicegobernador Carlos Haquim, el intendente Jorge y demás funcionarios y legisladores.
Al vitoreo del nuncio: "Viva la Virgen madre de Dios!, Viva Jujuy!, Viva argentina!, Viva el Santo Padre y la Iglesia Católica!", culminó la homilía y la misa finalizó con una serenata a la Virgen a cargo de la banda de música "Éxodo Jujeño".