Por Daniel Salas
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Por Daniel Salas
En la Quebrada de Humahuaca, ya se vive ese clima particular que genera la celebración del carnaval y este fin de semana largo, hubo festividades populares en distintos poblados de la región, en Humahuaca se hizo el Festival de la minga y de la copla; en Maimará, la Jornada cultural de danza, folclore y la comida regional; en Tumbaya, el Encuentro zonal del bandoneón; en Volcán, el Encuentro de samilantes; y en Tilcara, el Encuentro de copleros.
La villa turística fue epicentro del reencuentro de los cantores populares que llegaron desde distintas regiones, y esta vez doblaron en cantidad respecto a la convocatoria del 2019. Tal es así, que la comunidad aborigen de Malka y la Municipalidad de Tilcara, evaluaron para el próximo año, buscar otro espacio para la copleada. La gran cantidad de turistas que visitan el destino por excelente en el norte jujeño, se admiraron de ver por las calles del pueblo, mujeres y hombres con sus vestimentas típicas y cargando "una cosa redonda y chata". La intriga, hizo que se dirigieran hacia el lugar de la copleada, en el Comedor Nutricional Huasamayo y al llegar se sorprendieron de la manifestación cultural auténtica de los pueblos originarios. En cada rincón del predio, se formaron las rondas donde las cajas y las voces se oían alegremente, y se compartía la típica saratoga.
"Fue algo muy lindo volver a encontrarnos, a estar juntos. Gracias a Dios, estamos casi todos para poder cantar en rueda", relató el artesano y coplero humahuaqueño, Leocadio Toconás, de la Cuadrilla de cajas del 1.800.
El también aseguró que esta vez, hubo más copleros que en los encuentros anteriores: "Vine la última vez, si bien habían muchos cantores, hoy se duplicó esa cantidad, vinieron, de la Puna, de los Valles, inclusive de Salta".
"Vine con todas mis fuerzas y con mi espíritu de cantor. Pero también con ese deseo de volver a las amistades, a la gente y compartir una rueda", dijo.
Si en las ruedas que estuvo, escuchó cantar coplas sobre la pandemia Toconás contó que "algunas, nada más. Sucede que el coplero en estos momentos está medio desbordado de alegría, entonces busca cantar a la vida, y eso es lo importante ahora".
Según su observación, con el Encuentro de copleros en Tilcara, se iniciaron los festejos precarnavaleros para ellos. "Después de esto, vienen otros encuentros en la Quebrada y en la Puna, pero éste fue el inicio de la alegría".
Para estos encuentros, los copleros "traen sus mejores vestimentas y representación al lugar que pertenece", y se refiere a ello, porque a través de la ropa, los cantores identificaron su procedencia, "están los ponchos rojos de Salta, nosotros con el poncho jujeño, las señoras con sus rebozos bordados". Y luego Toconás expresó, "estos encuentros muchas veces para nosotros, son más enriquecedores que el propio carnaval", aseguró.
Antes de regresar a su ronda, Toconás afirmó que en la Quebrada, el coplero "representa la voz de las comunidades, del pueblo, y canta a la naturaleza, a los animales, a la vida, a los cerros, en síntesis, canta a la Madre Tierra".