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Maradona: la vida, la muerte y la complejidad de un mito incomensurable

Jueves, 25 de noviembre de 2021 09:06

Diego Armando Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, hace exactamente un año, y desde esa fecha hasta hoy el mundo del fútbol, además de otras disciplinas deportivas, no para de rendirle tributos y homenajes a quien fuera quizás el deportista argentino con mayor popularidad y reconocimiento.

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Diego Armando Maradona falleció el 25 de noviembre de 2020, hace exactamente un año, y desde esa fecha hasta hoy el mundo del fútbol, además de otras disciplinas deportivas, no para de rendirle tributos y homenajes a quien fuera quizás el deportista argentino con mayor popularidad y reconocimiento.

Desde que su maltratado corazón dijo basta en aquella fatídica mañana de primavera en una casaquinta de la zona de Villanueva, en el barrio San Andrés, en la provincia de Buenos Aires, las muestras de gratitud y reconocimiento para el eterno capitán del seleccionado argentino no cesaron. 

Hubo homenajes grandes que les prepararon -fundamentalmente- aquellos clubes en los que deslumbró como jugador: Argentinos Juniors, Napoli, Sevilla o Boca Juniors, por citar algunos.

Y Diego murió porque los amores mueren, las pasiones mueren, esas muertes que nos duelen en rincones del cuerpo que no tienen nombre.

El 25 de noviembre de 2020 murió Diego en la desmesura de un encierro planetario, porque todo en Diego siempre fue desmesurado. Y su vida nos pasó por delante de los ojos, como si también -y un poco así sucedió- fuésemos a morir nosotros. ¿Qué habrá pasado por delante de los ojos de Diego?

“Murió el fútbol”, resumía hace exactamente 365 días el periodista Horacio Pagani, mientras la conmoción se replicaba en los medios del mundo entero. “Es como si se hubiese muerto un familiar de todos”, acertaba alguien por la tele. En la era de la fugacidad parecían pulverizarse las medidas convencionales del tiempo. Y otra desmesura: la belleza multiplicada en el recuerdo.

“No sé por qué farsa de profesionalismo digo Maradona cuando mi corazón destrozado dice Diego”, escribió Juan José Becerra. “Eras un lujo, Diego, y un zarpe. Un pliegue de la vida dura que albergaba la fiesta y se aferraba ahí, porque cuánto cuesta vivir, Diego, y cuánto morir y cuánto tocar el cielo con las manos y que se te llene todo de caranchos”, escribió Gabriela Cabezón Cámara.

En definitiva, el 25 de noviembre de 2020 murió D10S, o el más humano de los dioses según Galeano, la historia desbordando de su propio cauce, igual que todas las vidas que vivió le desbordaban el cuerpo, y a la vez murió un hombre, un padre, un hijo, un hermano, para cada uno de nosotros un tesoro íntimo, otro granito de arena en el desierto de la soledad y la tristeza; lo infinito y lo efímero; lo enorme y lo pequeño; como ese haiku de Borges: “¿Es un imperio/ esa luz que se apaga/ o una luciérnaga?”.

El recuerdo del papa Francisco

El papa Francisco recordó a Diego Maradona en las horas previas al primer aniversario de su muerte, durante un encuentro que tuvo en el Vaticano con los exjugadores del club Napoli, Bruno Giordano y Salvatore Bagni. “En el campo era poeta, un gran campeón que dio alegría a millones, en la Argentina como en Nápoles. También era un hombre muy frágil”, expresó el Papa en declaraciones al diario Corriere dello Sport.