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“Poder ir de lo presencial a lo virtual es lo mejor que nos puede pasar”

Especialista en Educación, formadora docente, capacitadora y consul‑ tora de instituciones educativas. Oradora TEDx y capacitadora interna‑ cional de Cambridge University Press. La autora de varios libros, entre ellos “La educación transformada”, hi‑ zo un análisis sobre los desafíos que dejó la pandemia en el plano edu‑ cativo, el rol de la tecnología en la enseñanza y los desafíos para el 2022.
Martes, 30 de noviembre de 2021 01:02

Laura Lewin es una destacada referente en gestión educativa que por su amplia trayectoria fue una de las invitadas a las jornadas de debate que organizó la plataforma Ticmas para pensar el inicio del ciclo lectivo 2021 y en esta entrevista enumera los desafíos a afrontar tras la pandemia.

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Laura Lewin es una destacada referente en gestión educativa que por su amplia trayectoria fue una de las invitadas a las jornadas de debate que organizó la plataforma Ticmas para pensar el inicio del ciclo lectivo 2021 y en esta entrevista enumera los desafíos a afrontar tras la pandemia.

¿Qué dejó a la luz la pandemia por coronavirus en el plano educativo?

Lo que hemos visto en esta pandemia es que con conectividad y sin conectividad, claramente no es lo mismo. La conectividad hoy es un bien básico para todos los alumnos por lo que hemos visto que algunos quisieron y no pudieron y otros pudieron y no quisieron. Otro tema importante tiene que ver con lograr la autonomía. Hay otro grupo de chicos que tenían conectividad pero no pudieron avanzar porque eran muy dependientes del docente o porque no tuvieron el apoyo de la familia. En conclusión, un alumno que no logra la autonomía es muy difícil que pueda avanzar en una virtualidad como la que hemos tenido en estos tiempos. Vamos a tener que hacer un gran relevamiento de situación de cada uno de ellos para poder trabajar con trayectorias más personalizadas para ayudarlos a seguir trabajando.

Entonces, la modalidad virtual para el cursado, ¿ayudó o perjudicó en el aprendizaje?

Los de hoy son alumnos que cuando nacieron Google ya existía. Ellos no se preguntan qué hacer con la tecnología, la utilizan. Un buen uso de la tecnología con un fin pedagógico la convierte en una gran aliada de la educación. De ninguna manera se trata de tener celulares en el aula que distraigan, lo que tenemos que lograr es que la tecnología funcione a favor de la educación y no como un simple distractor. Pero trabajándola alineada con las necesidades de un alumno de hoy, es una gran oportunidad.

¿Y se está logrando hacer un buen uso actualmente?

Y, como pasa siempre en Argentina, se ven algunas voluntades individuales, no es algo que esté generalizado. Hay docentes a los que les pareció muy bueno esto de usar tecnología y que los alumnos puedan aprender ciertos temas desde sus casas y después que vayan al aula para maximizar el tiempo cara a cara. Hay otros que sienten que la tecnología es un estorbo, otros que no se sienten cómodos. Hay de todo pero lo que realmente creo que es importante es entender que estos chicos que son nuestros alumnos hoy son muy diferentes a cómo éramos nosotros cuando alumnos. Si no logramos cambiar la manera de llegar a ellos, los vamos a seguir perdiendo. Y la tecnología si bien no es la solución, es una gran oportunidad.

Entonces una combinación entre virtual y presencial sería una modalidad ideal...

Sí. Poder ir de lo presencial a lo virtual de una manera aceitada es lo mejor que nos puede pasar. De ninguna manera estamos hablando de tecnología reemplazando al docente, al contrario. Estamos hablando de un docente más tecnológico y una tecnología más humana, es decir, la complementación del docente con la tecnología.

¿Cómo se analiza el rol del docente que durante la pandemia se vio obligado a utilizar tecnología siendo totalmente ajeno a ella?

Pasamos de docentes que enseñaban a docentes que tuvieron que aprender, de escuelas que enseñaban a escuelas que aprendían. Me parece que esta pandemia lo que hizo fue sacar a muchos docentes de su zona de confort donde estaban muy cómodos parados delante del pizarrón. El problema es que el aprendizaje no es un deporte para espectadores. Tenemos que poder involucrar cognitiva y emocionalmente a nuestros alumnos, es que cuando el docente sigue parado delante del pizarrón dictando su clase, el que está activo es él y lo que tenemos que lograr es que los que estén activos sean los alumnos.

¿Y cómo se logra eso?

A los alumnos se los involucra con un montón de recursos como haciéndolos trabajar por proyectos, dándoles ciertas responsabilidades, autonomía, cuando interactúan con el contenido y a partir de ahí la tecnología es un complemento más. Lo importante es lograr que los chicos estén en el centro de la escena y para eso el docente tiene que dar un pequeño paso al costado. Lo que de ninguna manera significa que el rol del docente no es importante, al contrario, es más importante que nunca, pero es un rol de facilitador. Menos foco en el docente y más foco en el aprendizaje.

¿Qué desafíos se vienen de cara al ciclo lectivo 2022?

Son muchos los desafíos. La conectividad es un gran desafío, que todos los alumnos tengan acceso y dispositivos móviles. Otro tiene que ver con profundizar el vínculo entre docentes y alumnos y para eso necesitamos docentes idóneos, comprometidos y entusiastas que son los que van a poder captar su atención.

Otro desafío que tenemos es el de entender para qué van los chicos a la escuela, tienen que ir a aprender y no a aprobar. Aprobar tiene que ser una consecuencia de aprender y para eso tenemos que cambiar los adultos y tener en cuenta cuál es el real sentido de lo que es la evaluación para poder ayudar más a los chicos.

Otro, es trabajar aquellas habilidades que van a ayudar a los chicos a desarrollar la autonomía, la autodisciplina y que puedan gestionar sus propios aprendizajes.

Otro desafío es lograr que los adultos y la familia sigan apoyando a los chicos. Lo que vimos en esta pandemia es que cuando la familia se compromete, a los chicos les va mejor, no sólo en la escuela sino también en la vida.

Pero por sobre todas las cosas me parece que resulta clave entender que los chicos necesitan interactuar con el contenido para poder aprenderlo. Necesitamos que salgan de ese espacio de facilidad para que empiecen a estar activos en relación a sus aprendizajes.

En Jujuy contamos con un programa de contención escolar para chicos con altas capacidades y talentos pero en las aulas los estudiantes aprenden al mismo tiempo los mis contenidos cuando cada uno tiene ritmos distintos...

Sin dudas, hay chicos con habilidades especiales o que sobresalen en algún área y lo que tenemos que hacer es ayudarlos a llegar a su mayor potencial y eso se logra cuando se los desafía y no cuando se los castiga dándoles más hojas para hacer del libro.

Por eso es muy importante que podamos identificar a estos chicos y que podamos ayudarlos. Por ejemplo, si en primer grado los nenes saben contar hasta 50 y uno sabe hasta 200, tal vez se puede trabajar pidiéndole que haga una cuenta utilizando otros números para llegar a determinado resultado, es decir, seguimos trabajando en el mismo tema pero lo estamos avanzado en desafíos.

Y es muy importante también trabajar lo socioemocional en el aula para que no se sientan diferentes, para que sus compañeros no los carguen. Tenemos que aprender lo que significa la convivencia y la convivencia significa que nosotros somos diferentes y que tenemos que celebrar esas diferencias.

Es maravilloso que en Jujuy tengan esta iniciativa porque hay un estudio de la Universidad de Córdoba que indica que el 15% de los alumnos tiene talentos especiales.

¿Cuáles serían las consecuencias en la vida de los chicos con altas capacidades si no son detectados o debidamente estimulados?

Cuando son chicos y ven que todo les es fácil, no desarrollan hábitos de estudio y además si llegan a sufrir situaciones de bullying, empiezan a esconder sus habilidades y van creciendo y se dan con que la secundaria les cuesta porque no han aprendido a estudiar o han perdido el placer por investigar.