Mañana a las 21 se estrena "Variaciones sobre Bodas", versión de "Bodas de Sangre" de Federico García Lorca, en la sala "Barbarita Cruz", del Centro Andino para la Educación y la Cultura (Capec) de la ciudad de Tilcara. La obra se repondrá el domingo a la misma hora, y también el sábado 13, en el mismo espacio.
inicia sesión o regístrate.
Mañana a las 21 se estrena "Variaciones sobre Bodas", versión de "Bodas de Sangre" de Federico García Lorca, en la sala "Barbarita Cruz", del Centro Andino para la Educación y la Cultura (Capec) de la ciudad de Tilcara. La obra se repondrá el domingo a la misma hora, y también el sábado 13, en el mismo espacio.
Se trata de una puesta que dirige Rodolfo Pacheco, y que produce el Capec, en homenaje a Lorca a 86 años de su asesinato.
Las actuaciones están a cargo de María Cecilia Piraino, Isabel Moreau, Eva Ruiz e Inés González de Prada.
El Tribuno de Jujuy conversó con Pacheco, Ruiz, y Roxana Ciordia, encargada del diseño y la realización del vestuario de esta producción.
"El Capec hace un tiempo que viene trabajando con Lorca, incluso se realizaron recitales de música sobre su obra, y me convocaron para este trabajo, en el que coincidimos con un grupo de amigas actrices, con el que empezamos a ver qué tipo de obra realizaríamos. A partir de ahí salieron los temas que les interesaba transmitir, que tenían que ver sobre algunos cuestionamientos sobre la mujer, y pensamos hacer esta obra de Lorca contada solamente en el mundo de las mujeres", comenta el director. "O sea, los varones tienen un carácter simbólico dentro de la obra".
"Esto llevó a una serie de cuestionamientos sobre el rol de esas mujeres tan sufridas en ese mundo de Lorca, plantear cuál sería una mirada de esas mujeres ahora, que vendrían a representar el mundo de los antepasados, de las madres, de las abuelas. Qué se pensaría en ese registro desde hoy", explicó.
Las cuatro actrices viven en Tilcara, así que todo el proceso creativo y de ensayos, se hizo allí. Una vez que estuvo más o menos armada la estructura, y en la medida que las restricciones por pandemia lo iban permitiendo, se hizo un trabajo con lenguaje teatral.
"La obra se escribió en el espacio, es decir una dramaturgia del espacio, luego se pasó formalmente a un texto para presentar en Argentores (Asociación Argentina de Autores). Las actrices son de alguna manera autoras de algunos textos que se dicen, porque la obra en un momento tiene un quiebre para poner en tensión un mundo con una mirada más o menos actual", se explaya.
Desde la actuación, Eva Ruiz, que es profesora de yoga, explica que esto empezó casi como un juego, sobre todo por las profesiones de cada una. "Isabel es musicoterapeuta, María es pediatra, e Inés es comunicadora social", detalla, "igual todas tenemos algún acercamiento a los escenarios, yo hice algo de teatro, María e Isabel cantan, Inés baila", cuenta. "El proyecto empezó a cuajar y a tomar forma y comenzamos con la formalidad de los ensayos. Ayudó mucho, que nos conociéramos de muchos años. Se fue construyendo algo desde esa diversidad, muy interesante".
Dice la sinopsis de la obra: "Los personajes femeninos de Lorca, nos enfrentan a un cambio de paradigma. ¿Hasta qué punto, esas mujeres trágicas, en eterno duelo, reflejan la situación actual?
Retomar "Bodas de sangre" es sondear en otras vidas anteriores, en otras sociedades, en otros paradigmas y establecer un diálogo con los movimientos y las luchas feministas actuales.
Encarnar es enfrentar esas vidas y ponerlas en discusión. En paralelo cuatro monólogos, narran otras historias a modo de contrapunto con los personajes lorquianos. Así suceden amores prohibidos, mandatos sociales y familiares, frustraciones amorosas y muertes".
Del argumento de la obra surge que la joven Francisca tenía programado su enlace nupcial para julio de 1928.
El director en este sentido, de la temática de la obra, entiende que "a mí en esta obra me toca una posición de escucha, si bien tengo que estar de acuerdo con el elenco, este tipo de temas es para escuchar. De todas maneras, tenemos lecturas y miradas similares".
Desde el vestuario, Roxana Ciordia explica que ella normalmente el vestuario lo trabaja a partir de lo que ve, y no desde el texto "entonces este tipo de puesta, donde se trabaja desde lo que va armando, para mí son pequeñas joyitas", dice. "Vi un par de ensayos y me puse a trabajar y a tirar ideas, y entonces vi que los personajes están armados como capa sobre capa, entonces la ropa es igual.
Primero fue una idea sacarlo de lo negro de Lorca, pero después cuando empezaron a transcurrir los ensayos, el color fue más potente, y no pude resistirme a lo que estaba viendo. Después hay una parte en la que hay una ruptura en lo temporal y en lo espacial, y en el discurso, que está montado sobre otra época, y ahí cambia y va el color absoluto, que era necesario para hacerlo un poco más actual. Se habla de lo femenino constantemente y de los ‘60 como excusa de la reivindicación del feminismo, me pareció que era muy potente. Elegir ese momento con el color, era interesante", detalla.
En definitiva
"Con todo este trabajo, lo que queda es una mirada muy sentida sobre la mujer, una mirada que no es careta, y que no queda en la palabra. Mi función fue tratar de que los textos que se digan, se digan desde las entrañas", analiza Pacheco.
Eva Ruiz agrega que "esa es la actualidad que tiene Lorca, y la voz de él, a través de nuestra realidad y nuestras experiencias de hoy en el siglo XXI, son perfectamente actuales".
El equipo de trabajo se completa con Jorgelina Piraino, en maquillaje; Saturnino Peñalva, en diseño de luces; Inti Patiño, en realización de luces; Carlos Varratti, en gráfica; Blas Moreau, en videos.
Isabelle Moreau y María Piraino también hicieron la musicalización y arreglos.
Pacheco destacó especialmente que instituciones como el Capec, se dediquen a la producción de este tipo de obras.
Las entradas se pueden reservar comunicándose al teléfono celular 01154712634.