El estadio "Madre de Ciudades" de Santiago del Estero albergó ayer una nueva definición nacional.
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El estadio "Madre de Ciudades" de Santiago del Estero albergó ayer una nueva definición nacional.
El Trofeo de Campeones estuvo en juego entre River (ganador de la Liga Profesional) y Colón (ganador de la Copa de la Liga Profesional). Lo ganó el elenco "riverplatense" que goleó 4 a 0.
El encuentro fue un tanto parejo en el primer tiempo. A River le costó destrabarlo porque el gol que rompió la paridad llegó en el final de la etapa inicial.
Santiago Simón asistió a Julián Álvarez a los 41´ y el cordobés puso el 1 a 0 para irse en ventaja al descanso.
En el complemento a los 13´ volvió a aparecer la figura del partido, Julián Álvarez, para aumentar su cuenta personal y estirar la ventaja en el marcador con el 2 a 0.
Los otros dos tantos de una contundente goleada "millonario" los hicieron Rollheiser y Carrascal a los 39´y 45´ respectivamente.
El árbitro del partido pitó el final y River festejó nuevamente un campeonato.
Por otro lado, ayer se supo que Banfield acordó en las últimas horas el retorno del arquero Enrique Bologna, surgido en la institución del sur bonaerense y que defendiera la valla de River Plate en las últimas cinco temporadas logrando títulos.
La presencia “sabalera”
Hinchas “sabaleros” coparon des‑ de temprano las cercanías del esta‑ dio Único “Madre de Ciudades” de Santiago del Estero, donde anoche Colón disputó con River Plate la final del Trofeo de Campeones. Desde las 13 se realizaron cortes de calles alrededor del estadio, bajo el control de unos 1.800 policías afectados al operativo de seguridad. El color y la pasión futbolera ya se podía observar en la zona del estadio, en donde la mayoría eran hinchas de Colón que llegaron en colectivos o vehículos particula‑ res, algunos con entradas y otros no, ya que según dijeron el objetivo es “alentar a su equipo” aunque sea desde afuera.
“No tenemos entradas, pero no nos interesa, porque vinimos a alentar”, dijeron, y no dudaron en agregar que “venir estos 600 kilómetros, salir a la madrugada, y alentar a Colón es un gran sentimiento”. “Siempre que podemos acom‑ pañamos a nuestro Colón”, dijeron orgullosos, al mostrar su gran bandera cubriendo su auto. “Estamos muy contentos de ha‑ ber venido, además la gente de Santiago muy amable, los precios accesibles, y en la ruta los controles policiales todo bien”, añadieron.
Otro grupo de amigos de Santa Fe también llegó a la provincia de Santiago del Estero. “Tuvimos suerte de conseguir las entra‑ das, algunos vinimos en colectivo y otros en autos particulares”, dijo a Télam Claudio. “Ganar esta copa sería cumplir otro sueño, sería fantástico, inimaginable, impensado y sensacional”, agregó. Los puestos de venta de reme‑ ras, banderas, gorros y todo el cotillón ya estaban apostados en los alrededores. Muchos hinchas de Colón vinieron con familias completas y la mayoría, como si fuera un ritual.