Los palpaleños se mostraron poco empáticos con la ordenanza vigente de pirotecnia cero. Si bien en la ciudad no está autorizada la venta, quienes la usaron la adquirieron fuera de los límites de la ciudad siderúrgica.
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Los palpaleños se mostraron poco empáticos con la ordenanza vigente de pirotecnia cero. Si bien en la ciudad no está autorizada la venta, quienes la usaron la adquirieron fuera de los límites de la ciudad siderúrgica.
Cabe recordar que en la ciudad, a través de una ordenanza del año 2016, quedó establecida la prohibición de la venta y uso de pirotecnia en todas sus formas, sin embargo y a pesar de las campañas de asociaciones civiles, como Corazones Azules TEA, protectoras de animales, vecinalistas y ciudadanos pusieron en marcha nuevamente este año la campaña para concientizar a la población sobre el daño que provoca el uso de pirotecnia en personas y animales, desafortunadamente no todos la acataron.
La ordenanza en jurisdicción de la Municipalidad de Palpalá prohíbe el uso, tenencia, acopio, exhibición, fabricación y expendio de toda clase de productos de pirotecnia, es decir, abarca tanto sonora como lumínica. Por este tema, se mantuvieron reuniones con integrantes de las fuerzas de seguridad y organismos de Estado para evitar la venta.
Cabe destacar que la prohibición del uso de pirotecnia está relacionada a la protección de los males que los mismos provocan como quemaduras. "Es una forma de proteger la salud de los adultos y niños con autismo y la vida de los animales que por el estruendo huyen desesperados y se pierden, aturdidos por los efectos que provocan en ellos".
Una fiesta sin empatía
No hubo empatía. Son muchas las personas que no entendieron que las fiestas de Fin de Año se pueden disfrutar sin el uso de cohetes, evitando a personas con una hipersensibilidad auditiva el sufrimiento que los mismos ocasionan.
"El ruido de un petardo o cualquier pirotecnia es un sonido sumamente intenso, que genera muchísimo estrés y un gran nivel de alteración conductual y emocional como: crisis de llanto y episodios de autoagresión, que produce angustia en todo el seno familiar", señalaron expertos, quienes hicieron sus aportes para que la ley se cumpla.
Efecto en animales
En lo que respecta a los animales el presidente del Colegio de Veterinarios bonaerense, Osvaldo Rinaldi, señaló en una reciente nota de opinión que publicó Télam, que "debido a la sensibilidad auditiva de los animales, los ruidos fuertes pueden causarles pánico y provocar conductas no habituales como escapar sin rumbo y perderse, lastimarse, lastimar a las personas" o "padecer palpitaciones, taquicardia, jadeo, salivación, temblores, sensación de insuficiencia respiratoria, aturdimiento y pérdida del control, entre otros".
En esos casos, aconsejó "consultar al médico veterinario para considerar la utilización de alguna medicación" eventualmente y recomendó ubicar a los animales "en un espacio donde estén cómodos, con sus juguetes habituales, comida, agua y algún sonido con el que estén familiarizados".
Cada año se escucha en los medios de comunicación y ahora en redes sociales, la pérdida de sus mascotas, como consecuencia del uso de pirotecnia, dada la sensibilidad de los canes y gatos, el ruido los aturde de tal manera que los estresa, logrando que los mismos huyan por temor.