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Dos semanas cortas…y gran final…

Lunes, 27 de diciembre de 2021 01:01

Se va el 2021. Para no ser distinto al 2020, dejando huellas imborrables en nuestras vidas. El signo de los últimos días, tenía que ser: pandemia, inflación, política, decisiones apresuradas y, a pesar de todo, una inquebrantable esperanza de que el 2022 será más benévolo.

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Se va el 2021. Para no ser distinto al 2020, dejando huellas imborrables en nuestras vidas. El signo de los últimos días, tenía que ser: pandemia, inflación, política, decisiones apresuradas y, a pesar de todo, una inquebrantable esperanza de que el 2022 será más benévolo.

A nivel internacional, la Corte de la Haya inició investigaciones al dictador venezolano Nicolás Maduro por transgresiones a los derechos humanos. Nadie espera resultados que cambien algo. Gabriel Boric, el comunista chileno, después de perder la primera ronda, ganó el balotaje en Chile e informó que analiza incorporar a su gabinete a personalidades de la oposición.

Desde Argentina, Alberto y Cristina Fernández se apresuraron a saludarlo con efusividad, a pesar de las rápidas diferencias que marcó el trasandino. El FMI recibió complacido el pago de US$ 1.892 millones de dólares de la deuda argentina y emitió un informe sobre la misma que significó como un cachetazo a Mauricio Macri y a los integrantes del "mejor gabinete" de los últimos cincuenta años". Fiel a su estilo, el actual gobierno celebró desde distintas interpretaciones: "Fue tímido" dijo la portavoz Gabriela Cerruti, "fue lapidario" sentenció el Presidente.

De una u otra forma, desacomodó a Juntos por el Cambio cuando todavía ni lograron entender ni poner en práctica su situación de victoriosos en las últimas elecciones (voltear el presupuesto, parece haber sido el único momento de felicidad, a medias, porque recién ahora analizan si esa victoria parlamentaria no fue en realidad otro triunfo pírrico de los muchos que atesoran, y van).

Sobre la apretadísima síntesis internacional, una lágrima por la muerte del emblemático obispo anglicano Desmond Tutu a los 90 años. Recibió el premio Nobel de la Paz por su tenaz lucha en contra del apartheid en Sudáfrica. Desde el domingo, debe estar reunido con su gran amigo Nelson Mandela, dos figuras inconmensurables que el mundo seguirá extrañando cada día más.

Las noticias casi prosaicas que llenan nuestra actualidad, no se fueron de lo previsible y convencional. Tras perder la votación por el presupuesto que el ministro Martín Guzmán dibujó con esmero y envió al Congreso (sin percatarse de que ya no tenía a su disposición la mayoría sumisa), el Gobierno salió a abrir los paraguas: Sergio Massa amenazó a los legisladores: "Quizás no conocen cómo es un presupuesto" y el ministro De Pedro hizo lo propio con los gobernadores: "Ahora no habrá obras en las provincias".

Y fue tan lejos como le dictó su osadía: "Hace algunos años tocaban la puerta de los cuarteles, hoy se presentan a elecciones, compiten y en algunas ganan". Extraño, pero esperable. Una actitud extravagante le correspondió al gobernador jujeño Gerardo Morales: criticando el bochazo al presupuesto, dijo lamentar porque "no se impuso la racionalidad", pero había mandado a sus diputados a votar el rechazo (nadie imagina que Gustavo Bouhid o Jorge Rizzotti hayan decidido hacerlo de espaldas al GM). Se trata quizá de recuperar rápidamente el pragmatismo y las relaciones cordiales con el PEN.

Detrás de estos episodios, el Gobierno nacional también intenta congraciarse con los empresarios y los mandatarios. A aquellos comienza por cumplirles que no prorrogará la prohibición de despidos e irá amortiguando lentamente las indemnizaciones. A estos, hoy en Olivos, hará firmar un pacto fiscal que pretenderá ordenar las relaciones y disciplinar a los gobernadores, ratificando las alícuotas vigentes del 2019, y a cambio, tras el telón de devolver autonomía a las provincias, les suelta las manos y los deja autorizados a crear nuevos impuestos en casa jurisdicción, para "suavizar la crisis" enflaqueciendo los bolsillos principalmente de la clase media.

Avivó aquí otra controversia entre gobernadores de JxC: GM, Rodolfo Suárez, Gustavo Valdez lo firmarán, pero Horacio Rodríguez Larreta no lo hará. La Pampa y San Luis (ambos gobernadores peronistas) tampoco rubricarán el pacto al que nunca adscribieron. Con esta jugada tiene gran preponderancia el jefe de Gabinete Juan Manzur (siempre deseoso de proyectarse como candidato a presidente del FdT y últimamente relegado por el Presidente que prefiere abiertamente seguir teniendo a su lado a Santiago Cafiero como hombre de consulta. Como se ve, las internas se cuecen en todos lados).

El GM sigue la ruta trazada hacia la Casa Rosada, y se nota que cada vez más necesitará días de 48 horas para cumplir su cometido. En Jujuy la orden impartida es que su gabinete camine o corra al ritmo que lo hace él sosteniendo las líneas de gestión que todo Jujuy conoce de memoria. Quizás esta vez lo consiga. El presupuesto que tardíamente envió a la Legislatura da cuenta de esa aceleración: con más de 203 mil millones de pesos, lo pone un 72% por encima del anterior y lo lanza veinte puntos por encima de la última inflación anual.

Del orden de los rubros se deducen las prioridades de gobierno del GM para el 2022: primero administración central, con la gigantesca obligación de sueldos públicos, luego educación (imposible de evitar), salud, con un incremento de más del 107% lo que además atender las nuevas olas de pandemia marca la decisión de modernizar y aumentar los servicios.

Por detrás y más o menos parejos, Seguridad, Bienestar Social, Ciencia y Técnica, Desarrollo de la Economía, y lejos, 7 mil millones para atender la deuda pública. Corresponderá a los alfiles del GM, sus ministros, la ejecución ordenada y rápida, y claro, la rendición de cuentas de los gastos. Todo repercutirá en que la campaña presidencial se muestre prolija y el "modelo Jujuy" se presente como una extensión viable a nivel país.

Las encuestas vuelven a ser motivo de desvelos o alegrías. Un sorpresivo resultado de la encuestadora CB indicó hace horas que para el 2023, Cristina Elisabet Fernández de Kirchner podría recibir un 18,8% de votos, Rodríguez Larreta 18,4, Patricia Bullrich 14,1; Javier Milei 9,4; Alberto Fernández 9; Gerardo Morales 6,1. El GM subió lenta pero sostenidamente en los sondeos que hasta ahora lo anclaban con un modesto 3%. A dos años de las elecciones, el porcentual de crecimiento es para él muy esperanzador. Claro, deberá sortear muchas vallas, y entre las más difíciles, las que tiendan sobre su andarivel los correligionarios y amigos de la coalición opositora.

En el Frente de Todos los peronistas todavía lamen sus heridas y se preparan para un año de gran labor interna. Saben el 2023 les tocará la puerta de la casona de avenida 19 de Abril más temprano que tarde, y ya no pueden volver a ofrecer los espectáculos de las divisiones internas que tan bien aprovecha el oficialismo. La conducción está en manos de Rubén Rivarola, y la principal tarea también.

Pero será importante que durante el 2022, los diferentes caciques de las fracciones que se mueven en Buenos Aires, y los caciquejos que pululan del Río de Las Pavas al norte, dejen de decidir la mayoría de las veces sin saber unos y con mala intención otros- los destinos del Movimiento y el Partido que durante tantas décadas mantuvo el mando y el comando de la Provincia. Tener el Gobierno nacional a sus espaldas debería ser garantía de crecimiento y potencia, y no lo contrario, como ocurrió hasta ahora. La izquierda, con su figura consular, el diputado nacional Alejandro Vilca, también tendrá una tarea titánica este 2022. Porque todos deberán llegar a la vuelta de otro año, con las pilas cargadas y un lugar en la fila de largada que entusiasme a la gente.

Gran final de año, amable lector. Ojalá que el 2022 os abra las puertas que 2020 y 2021 se empeñaron en cerrar. Muchas Felicidades.