Juan Avilés es un transportista y distribuidor de bebidas en San Pedro de Jujuy y en diálogo con nuestro diario, se refirió a la odisea que le toca vivir luego de haber sido víctima de 5 robos en un año, la dificultad para seguir trabajando, la ineficacia en la investigación policial y la ausencia de justicia en torno a su caso.
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Juan Avilés es un transportista y distribuidor de bebidas en San Pedro de Jujuy y en diálogo con nuestro diario, se refirió a la odisea que le toca vivir luego de haber sido víctima de 5 robos en un año, la dificultad para seguir trabajando, la ineficacia en la investigación policial y la ausencia de justicia en torno a su caso.
Una semana atrás, nuevamente fue víctima de un hecho de robo, el hecho tuvo lugar en inmediaciones de la localidad de Rodeíto, cuando circulaba a bordo de su camión circulaba por la ruta provincial Nº 1 y de repente reventó sus neumáticos delanteros.
El chofer y sus acompañantes, observaron una tira de alambre que atravesaba la ruta, con clavos, conocidos como "miguelitos". Una metodología común utilizada por los delincuentes para que el camión detenga su marcha. A pesar de tener las cubiertas rotas, las víctimas lograron llegar a la planta de TGN. En pleno proceso llamaron al sistema de emergencia 911, que en vez de darles una solución, solo le realizaron un interrogatorio.
Con la inminente llegada de los malvivientes, los trabajadores arrojaron la mochila con el dinero de la recaudación, al interior del predio de la empresa de gas. Apenas bajaron de la camioneta en la que se movilizaban, los ladrones a punta de pistola comenzaron a amenazarlos para que les dijeran dónde estaba la plata.
Al no lograr su cometido, estaban por emprender la huida y uno de los delincuentes se percató de que la mochila podría estar dentro del predio.
Empujaron el portón, ingresaron y se llevaron la mochila. No sin antes amenazar a los empleados con darles un tiro por haber ocultado la plata.
No hubo personas heridas, solo el mal momento que pasaron estos trabajadores y los más de 500 mil pesos de la recaudación robados, más el costo de los daños ocasionados al camión. Según el transportista, el perjuicio económico de este último robo, asciende a poco más de 600 mil pesos.
"Ese día la policía llegó 30 minutos después de que se cometiera el asalto. Pasadas tres horas, luego de haber realizado las denuncias correspondientes, llegaron el ayudante del fiscal y el jefe de la Brigada, este último con una actitud prepotente. Nos trató como si ellos hubieran sido los responsables de lo que pasó" indicó el conductor.
Totalmente indignado por todos los robos que sufrió y molesto por la inacción de la Policía y de la justicia, que hasta el momento, luego de más de un año de hacer denuncias, prestar declaración y otros trámites, no tenga ninguna respuesta y no hayan aparecido los responsables de estos asaltos.
Sobre otros robos
El 6 de enero de 2020 comenzó la pesadilla, con uno de los asaltos más graves y millonarios, cuando entre 7 u 8 personas, descendieron de un automóvil en una vivienda del barrio Albornoz, abordaron a un empleado de la empresa transportista y se llevaron una mochila con, aproximadamente, 4 millones de pesos.
El empresario sampedreño, recuerda que en una de esas visitas a la Policía, dialogó con uno de los jefes que le dijo una frase que terminó de indignarlo. "Es culpa tuya, para qué tenés tanto dinero en tu casa" señaló.
Otro de los motivos que lo llevan a querer hablar y contar todo lo que están pasando tiene que ver con la falta de justicia. La gran molestia es que en todos los expedientes, de los 5 robos y las actuaciones de la Justicia y la Policía, la única hipótesis que ellos manejan, es el auto robo. En este sentido, manifestó que ellos estuvieron a disposición de la Justicia en todo momento, pero a pesar del tiempo y de todo el procedimiento que se realizó, hasta ahora no se pudo comprobar que los robos hayan sido organizados desde el interior de la misma empresa transportista. "La investigación, siempre fue para adentro y nunca para afuera" advirtió.
Además puso en duda el trabajo de la Brigada de Investigaciones y cuenta que en uno de los asaltos, en pleno operativo le pregunta a uno de los agentes por qué no se llevan un rollo de alambre con unos miguelitos que había tirado al costado de la ruta, como elemento de prueba. A lo que el policía le respondió que "no hace falta". Esto desencadenó una discusión y al final terminaron levantando el rollo de alambre.
El perjuicio económico es uno de los factores que está pesando en el funcionamiento de la empresa. Solamente en este año la pérdida económica asciende a 2.5 millones de pesos, que se suman a los 4 millones de pesos del primer robo, haciendo un total de casi 7 millones de pesos.
Además Avilés dijo que "es una zona liberada, considero fuertemente que hay mucha incapacidad y que el trabajo de la policia es incompetente. Hay un abandono del sector trabajador y del sector empresario chico, mediano y grande. Estamos abandonados a nuestra suerte".
Reconoció que no es la única víctima de la inseguridad y recordó numerosos casos que se presentaron en San Pedro en el último tiempo, donde los asaltos se dan a mano armada, con metodologías novedosas y con violencia extrema.
Finalmente, el comerciante dijo que "pido respuestas, no solo yo, sino el comercio, la gente. Todos necesitamos seguridad, no se puede vivir así. La ola de robo que sufrimos pone en riesgo las fuentes de trabajo. Nosotros somos dadores de trabajo, pero se nos hace ,uy difícil trabajar bajo estas condiciones".