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La urgente necesidad de una política nacional para la industria del litio

El  Primer Encuentro Nacional sobre Litio coincidió la necesidad crear valor agregado localmente de una manera sustentable y que beneficie a las poblaciones del territorio.

Miércoles, 08 de diciembre de 2021 17:26

Finalizó el viernes el Primer Encuentro Nacional sobre Litio, con amplia participación de científicos y tecnólogos, instituciones y comunidades de las zonas mineras. Donde surgió la necesidad de crear valor agregado localmente de una manera sustentable y que beneficie a las poblaciones del territorio.

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Finalizó el viernes el Primer Encuentro Nacional sobre Litio, con amplia participación de científicos y tecnólogos, instituciones y comunidades de las zonas mineras. Donde surgió la necesidad de crear valor agregado localmente de una manera sustentable y que beneficie a las poblaciones del territorio.

El litio es un mineral clave en la transición energética que atraviesa el mundo, porque es la base de los componentes de las baterías que generan energía eléctrica renovable. La Argentina cuenta junto con Bolivia y Chile con el 50% de las reservas mundiales de litio. Pero, a diferencia de los dos países hermanos, no cuenta con una política federal para la explotación sustentable del recurso natural, ni para aprovecharlo como base de un desarrollo económico y humano que incluya y beneficie –sobre todo– a las comunidades que viven en las regiones de donde se extrae, pese a que entre los científicos y tecnólogos existe gran cantidad de proyectos y capacidades para la creación de valor agregado a partir del litio.

Esta fue la acuciante conclusión del Primer Encuentro Nacional sobre Litio, que se realizó en forma virtual entre el 1º y el 3 de diciembre organizado por el Foro Interuniversitario de Especialistas en Litio y el Consejo Interuniversitario Nacional (CIN), y que contó con la participación de científicos, tecnólogos, investigadores sociales, economistas, representantes de diversas instituciones públicas, ONGs, movimientos sociales y asambleas populares, abierto además a toda la ciudadanía.

“Tenemos capacidad para darle al litio un valor agregado muchísimo mayor que el que actualmente se le está dando –aseguró en la mesa de cierre del Encuentro el rector de la Universidad Nacional de Jujuy y presidente del CIN, Rodolfo Tecchi–. Es necesaria una gran mesa nacional sobre el litio donde se escuche a la comunidad científica, que lidera en América Latina en conocimientos sobre el tema, y que tiene mucho para decir”.

Durante la segunda jornada del Encuentro se presentaron gran cantidad de proyectos para el enriquecimiento de las sales de litio y la elaboración de diversos subproductos, ,hasta el diseño local de baterías recargables con diversos usos; sin embargo, la realidad actual es que el mineral es extraído por algunas compañías privadas de salares en Jujuy y Catamarca, no siempre respetando el ambiente y los derechos de las poblaciones locales, y exportado casi directamente en forma de sales de muy bajo valor, lo que representa un beneficio muy escaso para el país y su gente, en comparación, sobre todo, con el potencial de desarrollo que podría generar.

En la tercera jornada del Encuentro se barajaron las cuestiones relacionadas con el régimen legal y las posibilidades de elaborar una política de Estado integral. “Desde 1976 hay en la Argentina un «industricidio» del que todavía no nos recuperamos, y el litio puede ser generador de importantes cadenas de valor”, sostuvo Tecchi. “No se trata de exportar todo lo que se pueda para conseguir divisas rápido; no podemos malvender el litio”, dijo en referencia a lo que considera la situación actual.

“Volver a Savio”

La de recuperar el legado de Manuel Savio y Enrique Mosconi, artífices de la industria del acero y del petróleo en nuestro país desde una perspectiva de desarrollo nacional, fue la propuesta del director del Instituto de Salud y Seguridad de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), Orestes “Beto” Galeano. El litio, señaló, es una oportunidad para “industrializar en el territorio de origen”, empleando prioritariamente a los trabajadores de la zona.

Galeano sostuvo que esta es la principal condición para asegurar una explotación responsable del recurso y con respeto por el ambiente, ya que son los propios trabajadores los que cuidarán de que así sea cuando son sus familias las que viven en el lugar.

Toda la política de desarrollo debe ir en el mismo sentido, remarcó: “No sirve como herramienta bajarle los impuestos a las empresas a cambio de que contraten gente: lo que hay que hacer es aumentar los impuestos a los productos que se van del país sin crear valor agregado a nivel local”.

Para Marcelo Koening, diputado nacional por la provincia de Buenos Aires, hoy la Argentina “no tiene una estrategia nacional con respecto al litio, sino una suma de tácticas”: Pro un lado, algunos acuerdos a nivel provincial en Catamarca y Jujuy con empresas privadas, de los que esperan obtener algún tipo de «derrame» hacia la sociedad, y por el otro iniciativas –como la del Ministerio de Desarrollo Productivo– para promover la innovación en materia de vehículos eléctricos (electromovilidad), de lo que por ahora sólo cabe esperar la instalación de algunas maquiladoras con capitales chinos en zonas portuarias, de escaso valor estratégico y que no generan gran empleo.

El diputado recordó que, tras la reforma constitucional de 1994, el artículo 124 de nuestra carta magna pone los recursos naturales estratégicos a disposición de las provincias, en lo que interpreta como “falso federalismo”. Eso no quita, señaló, la imperiosa necesidad de establecer una comisión nacional que fije una política federal para el litio, con participación de las provincias litíferas y del Estado nacional, y que contemple integralmente toda la cadena de valor del mineral, desde la extracción responsable, el enriquecimiento de las sales, el diseño de tecnologías que lo empleen con diferentes usos y, finalmente, la electromovilidad.

Una política integral

La presidente de la Comisión Nacional de Energía Atómica (CNEA), Adriana Sarquís, también participó del cierre del Encuentro. Por un lado, destacó la experiencia de la Argentina con la energía nuclear, con más de 70 años de historia, como una de las más ricas en vías del logro de la soberanía tecnológica; y por el otro aseguró que el litio también tiene potencial en el desarrollo de nuevas tecnologías relacionadas con la energía nuclear, y que en el país existen las capacidades para hacerlo.

“La CNEA ha sido madre de una gran cantidad de empresas, y muestra que los desarrollos hechos con inversión del estado dan frutos, y permiten generar productos de exportación basados en el conocimiento y de muy alto valor agregado”, dijo la actual titular del organismo que hoy tiene a su cargo tres centrales nucleares, produjo el reactor modular CAREM 25 en colaboración de la NASA y desarrolla isótopos utilizados en medicina y en diversas industrias.

En la cuestión del litio, sin embargo, “las políticas nacionales están entrelazadas a una subordinación a las necesidades del capital, y el predominio de la lógica de la mercantilización obstaculiza las posibilidades de un desarrollo local”, sostuvo el investigador del CONICET Bruno Fornillo, referente del Foro Interuniversitario de Especialistas en Litio, en el cierre del Encuentro, que fue el primero de sus características por su amplia convocatoria a todos los sectores, el abordaje integral de los temas y el nivel de las exposiciones.

Los expositores de la mesa de cierre coincidieron en la necesidad de que se conforme una gran comisión nacional sobre el litio, donde se escuche la voz de los especialistas y se asegure la participación de las comunidades locales, que debieran ser protagonistas en el proceso de desarrollo que posibilita el recurso natural.

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