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Más presión tributaria sobre los contribuyentes

Jueves, 11 de febrero de 2021 01:01

POR CPN DIEGO ANDRÉS COLAZO (*)

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POR CPN DIEGO ANDRÉS COLAZO (*)

Los contribuyentes del municipio de San Salvador de Jujuy verán incrementada en el presente año su carga tributaria a través de solapados aumentos de tributos y derechos.

Nuevamente es el valor de la denominada Unidad Tributaria la variable de ajuste sobre contribuyentes, aunque también existieron, además, otros incrementos en las obligaciones al margen de la variación de este valor.

La Unidad Tributaria es el parámetro referencial expresado en pesos para cuantificar el monto del tributo o derecho municipal.

Mediante la técnica de expresar las gabelas locales a través de la medición en unidades tributarias, el Concejo Deliberante aumenta los montos a percibir por el municipio sin necesidad actualizar montos fijos o alícuotas en los tributos municipales.

Este artilugio de política fiscal seguramente reporta a los responsables de implementarla, costos políticos ostensiblemente menores al no ser tan visibles los incrementos en los tributos.

Como el importe de la unidad tributaria se fija en la misma ordenanza impositiva anual en uno de sus últimos artículos, pareciera que no existe otra intencionalidad más que la disfrazar, camuflar o atenuar la sensación de impuestazo que se percibiría si los incrementos fueran tributo por tributo a partir de mayores montos fijos o alícuotas.

En el ejercicio fiscal 2021 el valor Unidad Tributaria aumentó un 30% para el primer tramo de tiempo (enero a abril) y un 29% para el segundo (tramo).

Los tributos con aumentos en la cantidad de Unidades Tributarias, al margen del incremento del valor referencial son:

La tasa de construcción y registración para el emplazamiento de estructuras de soporte de antenas de radiocomunicaciones y estructuras vinculadas.

La tasa de verificación para el emplazamiento de estructuras de soporte de antenas de radiocomunicaciones y estructuras vinculadas.

La tasa por servicios de máquinas, equipos y otros de prestación municipal, en lo concerniente al retiro domiciliario de escombros o el uso de baños químicos.

La tasa de desagote de pozos ciegos y cámaras sépticas.

Las tasas por desinfección, desinsectación y desratización.

El canon por ocupación o utilización de espacios de dominio público, que incluyó una categoría para los camiones de comida o "foodtrucks".

Las licencias de conducir aunque en este caso existen valores referenciales dispuestos por el Gobierno Nacional.

El escenario marcado por la pandemia Covid-19 y las distintas fases de Aislamiento y Distanciamiento Social Preventivo y Obligatorio implicaron, ciertamente, mayores esfuerzos en lo que se refiere a salubridad e higiene pública. Hubo, asimismo, un mayor requerimiento de servicios de telecomunicaciones e internet por parte de los ciudadanos, lo que pudo haber motivado algunas de las decisiones del cuerpo legislativo.

Cabe traer a colación que el municipio de San Salvador de Jujuy es el de mayor cantidad de tributos del país según el Iaraf, conformando el régimen tributario local con un catálogo de veintiocho (28) tributos y cánones comprensivos de tasas, contribuciones y algunos derechos.

Los números son claros y contundentes. A partir de su análisis, aportamos algunas opiniones para la discusión:

Un aumento del orden 30% en el valor de la Unidad Tributaria, e incrementos muy significativos en la cantidad de unidades en las tasas señaladas particularmente no es una medida oportuna ni racional en un contexto económico recesivo como el actual, agravado además por la pérdida de empleo y de poder adquisitivo producto de la inflación que alcanzó el 36,1 % en el 2020.

Desde hace varios años que la presión tributaria capitalina viene en aumento sin que exista una mínima mejora en los servicios que presta o en los beneficios que dice proporcionar. Desde el 2018 a la fecha, el valor de la Unidad Tributaria aumentó en promedio de tramos un 179 %. No hay ya lugar para nuevos tributos sin pagar un costo político importante y exaltar el mal humor fiscal entre los contribuyentes. Baste con recordar, como ejemplo, el cuestionamiento a la pretendida Tasa por Uso de Señalética Vial que intentó implementarse en el 2019.

La Política Tributaria y la Administración Tributaria en el orden municipal exhiben una gestión deficiente y altamente burocrática, con poca transparencia y falta de especialistas en los cuadros gerenciales. La fiscalización es casi inexistente en un contexto de altísima informalidad y la recaudación se sigue basando casi totalmente en la trampa del Libre Deuda para cualquier trámite aun cuando hay jurisprudencia en contra de este tipo de extorsión estatal. El presupuesto deficitario y la irresponsabilidad fiscal del Gobierno local son culpables de su angurria recaudatoria que lo llevó a ocupar el primer lugar (dudoso mérito, claro) como el municipio que mayor cantidad de tributos recauda.

(*) Colazo es especialista en tributación.