Los gritos desesperados de Rosita Patagua (45) pidiendo auxilio alertaron a los vecinos de la calle Prolongación Santibañez del asentamiento Los Huaicos y cuando lograron abrir la puerta, la encontraron tendida en el suelo, en medio de un charco de sangre.
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Los gritos desesperados de Rosita Patagua (45) pidiendo auxilio alertaron a los vecinos de la calle Prolongación Santibañez del asentamiento Los Huaicos y cuando lograron abrir la puerta, la encontraron tendida en el suelo, en medio de un charco de sangre.
A unos cuantos metros, estaba casi inconsciente con los antebrazos ensangrentados Juan Carlos Gutiérrez (44), su expareja que había recuperado su libertad el pasado 22 enero, luego de haber sido denunciado por violencia de género por Patagua.
De inmediato se solicitó la presencia de los efectivos de la Seccional 49º de Los Huaicos y del personal del Same, que trasladaron de urgencia a la mujer a la guardia del hospital "Pablo Soria para ser intervenida quirúrgicamente y a su atacante Gutiérrez.
Minutos más tarde, el médico de guardia del nosocomio local dio cuenta del deceso de la mujer a causa de las graves heridas cortantes que recibió en distintas partes del cuerpo y dieron aviso a sus tres hijos sobre la situación.
El carpintero Juan Carlos Gutiérrez había estado detenido luego de ser denunciado por la víctima por violencia de género y en un reciente fallo del juez de Violencia de Género (habilitado) Pablo Martín Pullen Llermanos, dio lugar al cese de detención propuesto por sus abogados defensores, pese a la oposición que manifestó el Ministerio Público de la Acusación.
El fiscal habilitado en la feria judicial Ariel Gil Urquiola había manifestado oposición al cese de detención, porque los informes psicológicos daban cuenta que se trata de una persona muy agresiva y se había sugerido que concurra a sesiones de terapia psicológicas, refutando los argumentos de la defensa de Gutiérrez, para que recupere su libertad.
Pullen Llermanos consideró que el femicida Gutiérrez no presentaba peligro para su víctima y dispuso una serie de medidas como de restricción de acercamiento, que no consuma alcohol entre otros puntos y al ser liberado, mató a puñaladas a su expareja.
"Se la tenía jurada"
Nuestro diario dialogó con los vecinos de Patagua, quienes dieron cuenta que el hombre era muy violento con su pareja. Además manifestaron que en más de una oportunidad habían tenido que intervenir en episodios de violencia de género en que la mujer era víctima.
Una mujer que vive muy cerca de la vivienda de Patagua relató los gritos desgarradores de la víctima pidiendo auxilio, mientras Gutiérrez la atacaba con un cuchillo.
Rosita Patagua vivía con mucho miedo luego de animarse a denunciar a su pareja, por las amenazas de muerte que había sufrido y cumplió con todas las medidas judiciales buscando evitar males mayores; amplió su denuncia en sede de Fiscalía y se había negado a que Gutiérrez obtenga el cese de detención.
El carpintero se mantuvo algunos días en una vivienda del barrio Campo Verde y la tarde del viernes pasado, violó la restricción perimetral, irrumpió en la vivienda de su expareja y la asesinó.
El primer día hábil, se realizará la autopsia del cuerpo de la primer víctima de femicidio del año en nuestra provincia.