Un hecho de característica inhumana fue protagonizado por un agente y un cabo primero pese a estar en el lugar un oficial principal que nada hizo para evitar que un hombre de 67 años sea golpeado.
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Un hecho de característica inhumana fue protagonizado por un agente y un cabo primero pese a estar en el lugar un oficial principal que nada hizo para evitar que un hombre de 67 años sea golpeado.
José Rolando Paredes, no puede entender que esta nueva generación actúe con una desmesurada violencia, "especialmente si se tiene en cuenta que soy un hombre grande y enfermo" afirmó.
La víctima de abuso policial indicó que el viernes, con un viejo y destartalado camión, realizó varios viajes de piedra y ripio para un vecino desde El Carmen al barrio Alto Comedero.
En su último viaje, acompañado del hijo de 10 años y sin comer, fue detenido cerca de Los Alisos "donde está la base de los misiles antigranizos" aclaró y "allí es donde fui golpeado de manera inusitada por el solo hecho de no tener el certificado de la revisión técnica vehicular aún cuando estaba pegado en el parabrisas la oblea correspondiente".
"Entregué todos los papeles y de repente un agente comenzó a maltratarme sin sentido" relató Paredes, agregando que "tenía toda la documentación tanto del camión como la personal y sin embargo lo mismo me agredió ordenandome que descienda del camión a los gritos, como si fuera un delincuente, por el solo hecho de no tener el certificado de la RTV".
Sobre los hechos
Paredes recordó que el uniformado lo tomó del cuello con violencia y lo tiró al piso aplastando sobre el pavimento su cara a la vez que el cabo primero le sujetaba con sus pies las piernas, provocandole hematomas y raspadura mientras por el lugar pasaba una gran cantidad de gente que observaba la escena de manera sorprendida.
"Mi hijo pedía que no me traten de esa manera porque soy una persona diabética, hipertensa y que en esos momentos estaba sin comer y por ello no me había colocado la insulina ni tomado las pastillas" aclaró sumamente acongojado.
José Rolando Paredes es un policía retirado con 27 años de servicio y con el grado de sargento ayudante situación que fue utilizada por los policías para menospreciarlo y maltratarlo, ya que se burlaban de él.
Aclaró que pese a la orden del fiscal Rivero de que le den la libertad lo tuvieron hasta las 22 horas. El sábado como consecuencia de los dolores en el cuerpo fue atendido por las doctoras Paula Falcone y Aguilera en el hospital "Snopek"