La feligresía de la bella localidad de Tumbaya volvió a encontrarse en una celebración religiosa después de la pandemia para honrar a la Virgen de la Candelaria en la jornada del martes en la plaza central donde realizaron un acto protocolar, misa y procesión por las calles del pueblo en compañía de la banda de sikuris.
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La feligresía de la bella localidad de Tumbaya volvió a encontrarse en una celebración religiosa después de la pandemia para honrar a la Virgen de la Candelaria en la jornada del martes en la plaza central donde realizaron un acto protocolar, misa y procesión por las calles del pueblo en compañía de la banda de sikuris.
La celebración comenzó en las primeras horas de la mañana con los preparativos para recibir a los vecinos en la plaza Manuel Belgrano, cerca de las 9 a cada persona que llegaba se le aplicó alcohol en gel para poder ofrecerle un delicioso chocolate con pancitos dulces.
Luego se les brindaron las recomendaciones de ubicarse con distanciamiento social y usar el barbijo. Alrededor de las 10 dio inicio el acto protocolar con la presencia de la comisionada municipal, Joaquina Cruz, los vocales Ariel Cruz, Brenda Vilte y Aníbal Cruz, como así también acompañaron el vecino Federico Galián y el jefe de la seccional 12 de Volcán, Luis Galeán.
Tras brindar palabras alusivas el padre Leoncio Mamaní comenzó con la celebración de la santa misa, mientras la imagen de la Virgen de la Candelaria reposaba en medio de la plaza y bajo la sombra de los árboles.
Tanto los servidores de la capilla Nuestra Señora de los Dolores como integrantes del Comité Operativo de Emergencia Local (Coem) colaboraron en la procesión para hacer respetar el protocolo de bioseguridad. En este caso se permitió que los devotos alzaran a la Virgen para acompañarla durante la procesión, siempre con el uso de alcohol en gel.
De esta manera la caminata se llevó a cabo después del mediodía por las calles del pueblo con la música de los sikuris bajo el cálido sol que iluminó una jornada de reencuentro en la fe y en la devoción.