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El Museo Terry volvió con las muestras temporarias

La inauguración contó con la presencia de Tristán Bauer, ministro de Cultura de la Nación, y rueda de coplas. Nacido en 1902, don Félix Leonardo fue farmacéutico, fotógrafo y ceramista, y primer director del museo.
Sabado, 06 de febrero de 2021 01:04

A fines del siglo XIX, don Liborio Pereyra se radica en Tilcara, donde abre un negocio de ramos generales. Parte de ese predio fue luego la casa que compró José Terry, hoy su museo, donde este jueves se inauguró la primera muestra presencial desde que comenzara la pandemia. "La botica de Tilcara" es su nombre, y en su subtitulo se menciona la "vida y fotos de Félix Leonardo Pereyra", hijo de Liborio.

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A fines del siglo XIX, don Liborio Pereyra se radica en Tilcara, donde abre un negocio de ramos generales. Parte de ese predio fue luego la casa que compró José Terry, hoy su museo, donde este jueves se inauguró la primera muestra presencial desde que comenzara la pandemia. "La botica de Tilcara" es su nombre, y en su subtitulo se menciona la "vida y fotos de Félix Leonardo Pereyra", hijo de Liborio.

Nacido en 1902, don Félix Leonardo fue farmacéutico, fotógrafo y ceramista, primer director del museo desde 1964 a 1976 y miembro de la Asociación Amigos de Tilcara, institución de honda huella en nuestra cultura. Desde allí fue parte de la comisión que propuso la creación del Enero Tilcareño, colaboró con el museo Arqueológico del Pucará y atendió su propia botica. Sus fotografías son el eje central de la muestra.

La emotividad y calidad de las tomas, con lo que alcanzaría para valorar la exposición, comparte sin embargo su trascendencia con otros hechos que la enmarcaron. Entre ellos, que el museo abriera con ella sus puertas como la primera muestra presencial en tantos meses. Si bien sus actividades continuaron en el 2020, transitando lo virtual y generando actividades sociales y culturales como parte de la nueva gestión de Juan Muñoz como director, con "La botica de Tilcara" se regresa a la tradición de las muestras temporarias, sus inauguraciones, sus discursos y sus empanadas.

EL ACTO / LA INUAGURACIÓN CONTÓ CON LA PRESENCIA DEL MINISTRO DE CULTURA DE LA NACIÓN, TRISTÁN BAUER

Por ello fue, de alguna manera, también la presentación en sociedad de su director en un acto que contó con presencias como la de Tristán Bauer, ministro de Cultura de la Nación, y de Viviana Usubiaga, directora de Gestión Patrimonial. Habrá que mencionar que el museo Terry es el único en nuestra provincia que depende del Ministerio de Cultura nacional.

El acto se realizó en la Plaza Chica, donde se dispusieron las sillas para los invitados y buena cantidad de concurrencia se acomodó bajo la arboleda. Se sucedieron los discursos, que giraron tanto en torno a la muestra que se inauguraba como a la importancia de volver a tener un Ministerio de Cultura, y aparecieron las coplas, también por tratarse de un Jueves de Compadres, con las que la primera tanda de visitantes ingresó a la sala.

Allí, las fotografías de Félix Leonardo Pereyra, ricas en matices de grises, expresivas en tanto a la captación de gestos, sobre todo en los ojos tan propios de nuestra gente, remarcando recuerdos que atraviesan buena parte del siglo pasado con sus lugares, hoy tan modificados por el tiempo, con vestimentas que nos llevan a tantos otros modos de comprender la elegancia, en un punto en el que la fotografía no deja de ser testimonio social para sentirse cómoda en la estética del arte.

COPLEROS / EL ACTO SE HIZO EN EL DÍA DEL JUEVES DE COMPADRES

Radek Sánchez, investigador responsable del armado de los contenidos, nos habló sobre la dificultad de datar la fecha de tanta fotografía seleccionada, parte correspondiente al patrimonio del museo, con cuyo hallazgo nació la idea de armar la muestra, y otra tanta surgida de los negativos prestados al museo por su sobrina, Olga Alvarez. La ausencia de los años, sin embargo, incita al espectador a imaginarlo atendiendo a las ropas, a los lugares, a los modos, participando con ello de la exposición.

La curaduría estuvo a cargo de Sebastián Szyd, y con ello se ha logrado una composición muy particular en las paredes de la sala, con formatos fotográficos pequeños, sencillamente enmarcados para que resalte el contenido, dispuestos como colmenares en los que se puede evocar el paso de tantos presentes como los que componen el transcurrir del tiempo.

PALABRAS / DEL ACTUAL DIRECTOR DEL MUSEO TERRY, JUAN MUÑOZ

Las fotografías, que estarán disponibles para la visita del público hasta el 4 de marzo, consumen emocional y estéticamente la atención del espectador, pero sin embargo resta una segunda sala, menor en tamaño, en la que los objetos de la vida de Félix Pereyra se presentan en vitrinas que amplían la atención hacia otros aspectos de su actividad multifacética: libros de farmacéutica, cajas de pintor, hechuras en arcilla que exploran modos ancestrales, diseños arquitectónicos de algunas viviendas a las que aportó con su creatividad, completan un excelente retorno de las muestras presenciales del museo.