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Laberintos Humanos: El cuñado

Sabado, 06 de febrero de 2021 01:04

Blanca me contaba la historia de Tiríades, su cuñado. Era escritor desde chico, y sobresalía en los cuentos policiales y los de terror. El comisario lo había admirado desde niño, y Blanca me dijo que creía que su vocación nació con esas lecturas, con el orgullo de decirle a todos lo buen escritor que era su hermano y con sus tramas.

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Blanca me contaba la historia de Tiríades, su cuñado. Era escritor desde chico, y sobresalía en los cuentos policiales y los de terror. El comisario lo había admirado desde niño, y Blanca me dijo que creía que su vocación nació con esas lecturas, con el orgullo de decirle a todos lo buen escritor que era su hermano y con sus tramas.

Pierro no era de salir a bailar, aunque le gustaba la música, especialmente el jazz latino, pero no bailaba. Lamento haberle insistido tanto aquella vez. Tantas veces una es incapaz de medir las consecuencias de sus actos! Pero así son las cosas y no vale de nada lamentarse. Tiríades nos pasó a buscar con su auto.

Allí ya estaba con su novia, la Palmetti, una vecina muy bonita con la que romanceaba desde la secundaria. Estaban destinados el uno para el otro, él sería escritor y ella era apasionada por la lectura. Y aquella vez, para el baile, se había puesto un vestidito rojo, ajustado y corto, muy a la moda y que le sentaba bien.

Mi marido, que por entonces era mi novio, era medio pata dura pero me gustaba igual. Habremos pasado una, dos horas bailando y conversando, cuando notamos que unos muchachos, desde la barra, cuchicheaban algo sobre la Palmetti. Sería por lo bonita que estaba y por lo tanto que habían bebido ellos, ambas cosas.

Por el momento, la cosa no pasó a mayores. Capaz que nunca lo fue, salvo que eso marcó la relación de los dos hermanos. Le cuento, Dubin, porque viene al caso. Acaso sea por eso que a usted no le perdone haber dejado que la muñeca se le escapara.

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