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Dos noticias que alivian a la Casa Rosada

Domingo, 07 de febrero de 2021 01:04

El Gobierno recibió esta semana dos espaldarazos políticos de gran envergadura en medio de un clima de tensión económica y de fuertes dificultades en materia sanitaria. Se trata, ni más ni menos, que de la sostenida estabilidad en el dólar paralelo y de la confirmación de que la vacuna Sputnik V es efectiva en más del 91 por ciento de los casos. Ambas situaciones venían siendo una preocupación importante en las más altas esferas del poder, abocadas cien por ciento a construir la plataforma política y financiera del oficialismo para las elecciones de medio término. 
La parálisis del dólar paralelo, que ya es el más barato de todos los tipos de cambio que se consiguen en el mercado, le da al país una mayor previsibilidad en medio de las negociaciones con el FMI y de un proceso inflacionario que viene en franco crecimiento. ¿Por qué ocurrió este fenómeno en torno al dólar blue? Hay varias explicaciones posibles. Una de ellas es que hubo muchas empresas que se sobreestockearon de billetes verdes ante el temor de una devaluación en el tipo de cambio, y hoy están vendiendo esos dólares para utilizar en el día a día de sus compañías, incluyendo para el pago de los salarios. Otro de los motivos tiene que ver con el casi nulo movimiento del turismo internacional por la pandemia, ya que en esta temporada siempre suele subir la compra de dólares para gastar en el extranjero y con las fronteras cerradas eso no ocurrió ni ocurrirá en el corto plazo.
La noticia se da justo cuando el presidente Alberto Fernández está convocando a un acuerdo de precios y salarios con empresarios y sindicalistas, que por ahora tiene un resultado incierto por las presiones sindicales de que no haya techo en las paritarias y por los pedidos de los hombres de negocios para que se baje la carga impositiva. Según pudo confirmar El Tribuno de altas fuentes de la Casa Rosada, el Gobierno no baraja reducir ningún impuesto de relevancia ni tampoco eliminar al menos la mitad del IVA para reducir el precio de los alimentos. Es más, la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca no descartó un nuevo aumento en las retenciones agropecuarias, lo que volvió a tensar la relación entre el oficialismo y la Mesa de Enlace. El argumento que esgrimen desde el equipo económico es que subirle los impuestos al campo haría que retrocedan los precios en el mercado interno porque exportar será más caro. Desde la teoría, tiene alguna lógica, pero desde la práctica nunca se consiguió bajar los valores de los alimentos de esa manera. Parecería que la eventual suba tendría más que ver con un fin recaudatorio que con un genuino combate a la inflación. 
¿Empieza a haber más confianza en la economía argentina a medida que se van mejorando algunas variables? Afirmar algo así con YPF al borde del default, los precios de los alimentos por las nubes y los salarios muy devaluados sería una irresponsabilidad supina. Los especialistas consultados por este diario afirmaron que el país padece fuertes desequilibrios en casi todas sus áreas de la economía, y que pese a la estabilidad del dólar blue, los inversores aún no ven un horizonte de negocios claro ante la ausencia de un plan económico bien definido. “Nos parece raro que en el Presupuesto de 2021 se hayan eliminado los gastos Covid teniendo en cuenta la exasperante lentitud que está teniendo el proceso de vacunación en la Argentina”, aseguró un economista de renombre que pidió reserva de su identidad.
Cerca del ministro Martín Guzmán relativizaron esa situación y afirmaron que, de profundizarse las restricciones de circulación, se asistirá a los sectores más afectados, pero a diferencia del año pasado habrá una “sintonía fina” para analizar a quien socorrer y a quien no. 
Es evidente que la falta de dinero que tiene el país hace imposible una desgrabación de impuestos como reclama el sector empresario; es más, en el Gobierno no descartan una nueva suba en las retenciones al campo, lo que volvió a tensar el vínculo con los productores agropecuarios. La emisión monetaria será, otra vez, la solución para el corto plazo ante la falta de inversiones genuinas. ¿Qué pasará con la inflación? Se espera una disparada cercana al cincuenta por ciento anual. 
La estabilización del mercado cambiario se da justo cuando el presidente Alberto Fernández está convocando a un acuerdo de precios y salarios con empresarios y sindicalistas, que por ahora tiene un resultado incierto por las presiones sindicales de que no haya techo en las paritarias y por los pedidos de los hombres de negocios para que se baje la carga impositiva. 

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El Gobierno recibió esta semana dos espaldarazos políticos de gran envergadura en medio de un clima de tensión económica y de fuertes dificultades en materia sanitaria. Se trata, ni más ni menos, que de la sostenida estabilidad en el dólar paralelo y de la confirmación de que la vacuna Sputnik V es efectiva en más del 91 por ciento de los casos. Ambas situaciones venían siendo una preocupación importante en las más altas esferas del poder, abocadas cien por ciento a construir la plataforma política y financiera del oficialismo para las elecciones de medio término. 
La parálisis del dólar paralelo, que ya es el más barato de todos los tipos de cambio que se consiguen en el mercado, le da al país una mayor previsibilidad en medio de las negociaciones con el FMI y de un proceso inflacionario que viene en franco crecimiento. ¿Por qué ocurrió este fenómeno en torno al dólar blue? Hay varias explicaciones posibles. Una de ellas es que hubo muchas empresas que se sobreestockearon de billetes verdes ante el temor de una devaluación en el tipo de cambio, y hoy están vendiendo esos dólares para utilizar en el día a día de sus compañías, incluyendo para el pago de los salarios. Otro de los motivos tiene que ver con el casi nulo movimiento del turismo internacional por la pandemia, ya que en esta temporada siempre suele subir la compra de dólares para gastar en el extranjero y con las fronteras cerradas eso no ocurrió ni ocurrirá en el corto plazo.
La noticia se da justo cuando el presidente Alberto Fernández está convocando a un acuerdo de precios y salarios con empresarios y sindicalistas, que por ahora tiene un resultado incierto por las presiones sindicales de que no haya techo en las paritarias y por los pedidos de los hombres de negocios para que se baje la carga impositiva. Según pudo confirmar El Tribuno de altas fuentes de la Casa Rosada, el Gobierno no baraja reducir ningún impuesto de relevancia ni tampoco eliminar al menos la mitad del IVA para reducir el precio de los alimentos. Es más, la vicejefa de Gabinete Cecilia Todesca no descartó un nuevo aumento en las retenciones agropecuarias, lo que volvió a tensar la relación entre el oficialismo y la Mesa de Enlace. El argumento que esgrimen desde el equipo económico es que subirle los impuestos al campo haría que retrocedan los precios en el mercado interno porque exportar será más caro. Desde la teoría, tiene alguna lógica, pero desde la práctica nunca se consiguió bajar los valores de los alimentos de esa manera. Parecería que la eventual suba tendría más que ver con un fin recaudatorio que con un genuino combate a la inflación. 
¿Empieza a haber más confianza en la economía argentina a medida que se van mejorando algunas variables? Afirmar algo así con YPF al borde del default, los precios de los alimentos por las nubes y los salarios muy devaluados sería una irresponsabilidad supina. Los especialistas consultados por este diario afirmaron que el país padece fuertes desequilibrios en casi todas sus áreas de la economía, y que pese a la estabilidad del dólar blue, los inversores aún no ven un horizonte de negocios claro ante la ausencia de un plan económico bien definido. “Nos parece raro que en el Presupuesto de 2021 se hayan eliminado los gastos Covid teniendo en cuenta la exasperante lentitud que está teniendo el proceso de vacunación en la Argentina”, aseguró un economista de renombre que pidió reserva de su identidad.
Cerca del ministro Martín Guzmán relativizaron esa situación y afirmaron que, de profundizarse las restricciones de circulación, se asistirá a los sectores más afectados, pero a diferencia del año pasado habrá una “sintonía fina” para analizar a quien socorrer y a quien no. 
Es evidente que la falta de dinero que tiene el país hace imposible una desgrabación de impuestos como reclama el sector empresario; es más, en el Gobierno no descartan una nueva suba en las retenciones al campo, lo que volvió a tensar el vínculo con los productores agropecuarios. La emisión monetaria será, otra vez, la solución para el corto plazo ante la falta de inversiones genuinas. ¿Qué pasará con la inflación? Se espera una disparada cercana al cincuenta por ciento anual. 
La estabilización del mercado cambiario se da justo cuando el presidente Alberto Fernández está convocando a un acuerdo de precios y salarios con empresarios y sindicalistas, que por ahora tiene un resultado incierto por las presiones sindicales de que no haya techo en las paritarias y por los pedidos de los hombres de negocios para que se baje la carga impositiva. 

La vacuna

La publicación del resultado de la fase tres de la vacuna Sputnik V en la prestigiosa revista The Lancet fue un gran alivio para el Presidente, que lo esperaba ansioso hace meses. De esta forma, Alberto Fernández logró eliminar uno de los principales cuestionamientos a su gestión de la pandemia, que ahora se enfocan en la lentitud del envío de las dosis por parte de Rusia pero ya no en la efectividad de la inoculación. 
Desde Cristina para abajo se festejó esto de una forma muy eufórica, incluyendo duras descalificaciones para los opositores que criticaron a la Sputnik V. En un momento en el que se necesita unidad para enfrentar la crisis, salir a denostar a los opositores que desconfiaban de algo de lo que objetivamente les faltaba información. La grieta está generada por los dos sectores que la componen, pero la responsabilidad principal de intentar cerrarla está en manos del Gobierno, que es quien ostenta la mayor legitimidad popular.