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"Cuando abrís los ojos, das gracias a Dios por estar con vida"

La enfermedad llegó a su vida como un duro embate que supo hacer frente fortalecida en su fe y la contención familiar
Miércoles, 10 de marzo de 2021 01:04

Como un cimbronazo, la llegada de un diagnóstico de cáncer de mamas sacudió la vida de Salomé Apaza, quien decidió hacerle frente a la enfermedad. Luego de la cirugía y dos etapas de quimioterapia se recuperó y retomó su vida laboral desde su casa, por la pandemia.

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Como un cimbronazo, la llegada de un diagnóstico de cáncer de mamas sacudió la vida de Salomé Apaza, quien decidió hacerle frente a la enfermedad. Luego de la cirugía y dos etapas de quimioterapia se recuperó y retomó su vida laboral desde su casa, por la pandemia.

A fines del 2018 le diagnosticaron cáncer, y tras una cirugía y quimioterapia superó lo peor y sigue su vida activamente.

El diagnóstico en diciembre del 2018 fue el inicio de una dura etapa para afrontarlo. "Uno no se queda quieto, es una vorágine lo que sucede en la mente hasta que pasado unos días uno va recobrando en cierta medida su eje mental y puede tomar diferentes acciones y decidirse a continuar con el tratamiento que puede venir", explicó Apaza.

Se decidió y se concretó la cirugía de extracción del tumor en enero de 2019, y llegó a los consultorios de la Fundación ARS Médica, cuyo referente, Alejandro Salvatierra, la preparó para el tratamiento. Poco después superó dos etapas de quimioterapia, la primera de sesiones mensuales y luego semanales.

ACOMPAÑADA / JUNTO A SU HIJO EZEQUIEL SALINAS LUEGO DE LA QUIMIOTERAPIA.

"Después de la cirugía, cuando abrís los ojos, das gracias a Dios por estar viva. Después con la quimio es ir viendo como tu cuerpo cambia cada día", relató. Explicó que fue cuando decidió tomar acción ante la aparición de la enfermedad, es cuando empezó ayudar a su cuerpo.

"No digo que es mi cáncer, es la enfermedad que ha llegado a mi cuerpo y que le hago frente", expresó y explicó que ya superó los efectos de la quimioterapia. Con ese espíritu afrontó la enfermedad y escudada en su fe, actualmente se encuentra en tratamiento de medicación oral, que llevará unos años continuar.

Está agradecida a Dios por haber puesto a su alcance toda esa gama de actividades quirúrgicas y médicas que hizo disponible contar con excelentes profesionales como los que se encuentran en los consultorios de ARS Médica.

"Durante todo el año 2019, que ha sido tan movilizante, he estado acompañada por familiares, especialmente por mi hijo de 23 años", explicó, ponderando también la contención familiar que la ayudó en los tiempos más difíciles al transitar por la enfermedad.

"Yo me siento muy bien, me siento con sanidad, pero sigo el tratamiento oncológico", aseguró, y explicó que sigue adelante con su vida que se había trastocado.

CON SUS HERMANOS / POCO ANTES DE LA CIRUGÍA EN 2019.

Es que Salomé Apaza es abogada, con 27 años de ejercicio en el Estado provincial y a la vez en el sector privado, cuya actividad quedó en suspenso con el abordaje de su enfermedad y pudo retomar a inicios del 2020, tiempo en que repentinamente comenzó a regir el aislamiento por la pandemia de Covid-19. Debido a su condición de paciente oncológica y con ello de paciente de riesgo, pudo continuar trabajando hasta la actualidad desde su hogar.

Actualmente, al igual que cada uno de sus afectos, vive en su respectivo hogar, de modo de cuidarse por la pandemia y se ve con ellos esporádicamente.

Consciente de que la enfermedad, que considera un mal que llegó a su vida, asumió que transitarla le permitió descubrir en ella que "hay tanto para dar. Ante esa gran presión, ante esa negrura que es la enfermedad y el mal que ello implica, cómo hacerle frente", afirmó y aseguró que lo puede hacer por la gracia de Dios, que le da las fuerzas necesarias para afrontarlo.

Reconoció también que transitarla enfermedad le significó modificar conductas, en especial hábitos alimenticios, cambios no solo en el cuerpo sino internamente y reiteró que lo hizo porque encontró en Dios su fortaleza.

En cáncer de mamas es clave la detección temprana

En Argentina, según las estimaciones de incidencia del Observatorio Global de Cáncer de la OMS, el cáncer de mama es el de mayor magnitud en cuanto a ocurrencia para 2018: con un volumen de más de 21.000 casos al año, representa el 17% de todos los tumores malignos y casi un tercio de los cánceres femeninos. En Argentina cada año se diagnostican 18.000 casos nuevos y fallecen 6.000 mujeres por esta enfermedad.

El cáncer de mayor incidencia se presenta en mujeres y es el de mama, con una tasa de 73 casos por cada 100.000 mujeres. Luego, lo siguen los tumores de próstata (42 p/100.000 varones) y colorrectal en hombres (31 p/100.000 varones)

Detección y prevención

Las medidas más importantes que se pueden tomar para prevenir las muertes por cáncer de mamas consisten en encontrar el cáncer temprano y recibir el tratamiento más avanzado para combatir la enfermedad.

Se detecta temprano, cuando es pequeño y no se ha extendido, es más fácil de tratar con buenos resultados. El objetivo de los exámenes para detectar el cáncer de mamas consiste en encontrarlo antes de que empiece a causar síntomas, como una protuberancia que se pueda palpar.

La detección temprana significa encontrar y diagnosticar una enfermedad antes de que usted hubiese esperado a que comenzaran los síntomas.

Para propósitos de detección, se considera que una mujer tiene un riesgo promedio si no presenta antecedentes personales de cáncer de mamas, un antecedente familiar de cáncer de seno significativo, o una mutación genética conocida que aumente el riesgo de este cáncer, como en un gen Brca, y no recibió radioterapia dirigida al tórax antes de los 30 años de edad. Las mujeres de 40 a 44 años tienen la opción de iniciar la detección con una mamografía cada año.

En Jujuy se pueden hacer en el hospital Pablo Soria, y se puede pedir turno en el Servicio de Oncohematología del nosocomio, al 4221559, interno 122 y en los hospitales cabecera que cuentan con mamógrafo.