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29 de Marzo,  Jujuy, Argentina
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Los viejos métodos... las malas prácticas

Viernes, 12 de marzo de 2021 01:01

Ayer, volvió a sorprender ingratamente a los jujeños la aparición de los viejos métodos de protesta, malas prácticas de una época que todos creían definitivamente superados. Lamentablemente, en la ciudad de La Quiaca, un grupo de personas pertenecientes a una fundación, que dijeron no pertenecer a ninguna parcialidad política, procedieron a "crucificarse" sobre árboles y postes de alumbrado público, exigiendo que se dote al hospital de la ciudad fronteriza, de una sala de cuidados intensivos. La forma del reclamo, por lo sensacionalista, fue reflejada en la prensa local, regional y hasta nacional, generando el rechazo generalizado de manera inmediata.

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Ayer, volvió a sorprender ingratamente a los jujeños la aparición de los viejos métodos de protesta, malas prácticas de una época que todos creían definitivamente superados. Lamentablemente, en la ciudad de La Quiaca, un grupo de personas pertenecientes a una fundación, que dijeron no pertenecer a ninguna parcialidad política, procedieron a "crucificarse" sobre árboles y postes de alumbrado público, exigiendo que se dote al hospital de la ciudad fronteriza, de una sala de cuidados intensivos. La forma del reclamo, por lo sensacionalista, fue reflejada en la prensa local, regional y hasta nacional, generando el rechazo generalizado de manera inmediata.

Por tratarse de "viejos métodos" se evocó automáticamente que esa manera de reclamar, había sido instalada en la década del ‘90, por el entonces cura párroco de la ciudad de La Quiaca, padre Jesús Olmedo. Lo que no todos recuerdan es que dichas prácticas, merecieron una dura reprimenda del Vaticano hacia el sacerdote, por haber utilizado uno de los máximos símbolos de la cristiandad, como expresión de disgusto y con el minúsculo objetivo de llamar la atención sobre una queja. La práctica fue condenada y la sociedad la rechazó de plano, particularmente por tratarse Jujuy de una provincia cuyos habitantes mayoritariamente cristianos, profesan con devoción la religión Católica Apostólica Romana.

La reprochable actitud, lejos de resaltar la legitimidad de un reclamo, lo trasladó a un lejano segundo plano. Es de sobra conocido, que la grave situación estructural del sistema se salud, magnificada por la pandemia existente, obligó a reacondicionar y reequipar de urgencia a todos los centros de salud pública. Entre ellos, el hospital "Dr. Jorge Uro", de La Quiaca, que no sólo atiende a una extensa población del altiplano argentino, sino también a derivaciones del hermano Estado Plurinacional de Bolivia, logró elevar considerablemente la calidad de sus servicios de atención, consultorios, salas de cirugía, etc. Confluyeron en ese esfuerzo presupuestario y técnico, las acciones del Gobierno de Jujuy.

Tras haber tomado estado público la "crucifixión", la reacción mayoritaria de los jujeños la condenó inmediatamente, como así también al intento de aprovechamiento político de la situación de ciertos personajes habitualmente dispuestos a sacar tajada de estos desvíos que se contraponen con la necesidad de apuntalar la solución de los problemas mediante el diálogo constructivo y civilizado.

 

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