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El merendero "A pulmón" cumple cuatro años de labor

Delia Vargas, quien está al frente de esta actividad, anticipó que hoy habrá chocolate, facturas y pan para retirar y compartir.

Lunes, 22 de marzo de 2021 01:01

Las caritas felices de los niños al recibir su merienda día a día, son el resultado de una misión cumplida para el merendero "A pulmón". Y es que el trabajo hecho con amor y desde el corazón, siempre es el mejor cuando se trata de alimentar a los pequeños gracias la solidaridad puesta de manifiesto permanentemente.

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Las caritas felices de los niños al recibir su merienda día a día, son el resultado de una misión cumplida para el merendero "A pulmón". Y es que el trabajo hecho con amor y desde el corazón, siempre es el mejor cuando se trata de alimentar a los pequeños gracias la solidaridad puesta de manifiesto permanentemente.

Delia Vargas es la encargada de llevar adelante esta magnífica tarea. Ella brinda -junto a un grupo de madres comprometidas con la acción- un trabajo noble que hoy celebra una fecha muy especial.

"Cumplimos cuatro años de una labor que empezamos el 22 de marzo de 2017, en aquél entonces eran treinta niños y veinte mamás. Hoy tenemos 391 niños y somos nueve mamás las que hacemos las meriendas", expresó Vargas, sobre este desafío que cada vez se hace más reconocido. Ubicado en Puerto Argentino entre Chaile y Torres, en el asentamiento "16 de Mayo" del barrio Malvinas, "A pulmón" creció a través del tiempo, ya que nuclea a chicos de otros asentamientos como "4 de Agosto", "13 de Julio" y "El Arenal".

MADRES SOLIDARIAS / LAS ENCARGADAS DE OFRECER UNA EXQUISITA MERIENDA.

"Siempre he creído que cuando uno da un servicio, tiene que dar lo mejor. Así como a uno le gusta ser bien servido, también el otro lo necesita porque es poner lo que uno es, para otro", comentó la mujer que es el motor visible y fundadora de este importante acto de amor. Como sucede en cualquier cumpleaños, la alegría no debe faltar y, con ella, la oportunidad de compartir un delicioso chocolate, acompañado de galletitas y pan.

"Vamos a comer torta y a soplar las velitas. Ser solidario se trata del cambio del amor hacia el otro, más allá que haya una tacita de té o un plato de comida para la familia. A partir de eso, se pueden hacer muchas cosas siempre con el cariño que ellos necesitan, tratamos de dar calidad", dijo con orgullo Vargas que, de pronto y con una emoción viva, recordó a todas sus "ternuritas", desde aquella primera que se acercó a tomar el té. "Ellos demuestran todo y hacen que uno ponga más esfuerzo porque son hermosos, servirle o darle la merienda a ellos y que les guste es un pago enorme que hace que uno se agrande en sentimiento", rememoró, como enfocando bien la imagen y abrazando a la distancia a todos los que ayudaron en el proyecto, desde el primer momento.

A FUEGO LENTO / TRABAJO CON CUIDADO Y MUCHA PREDISPOSICIÓN PARA LOS NIÑOS.

Ritmo constante

GRANDES DONATIVOS / PARA ACOMPAÑAR EL TÉ, RICAS FACTURAS, PAN Y BIZCOCHOS.

En el merendero, el movimiento es total. A las 15 horas de cada día, se colocan tres ollas de 100, 80 y 60 litros al fuego. “En la más grande siempre hacemos té o mate; en la de 80, chocolate y arroz con leche o anchi; siempre se van intercambiando los días. A las 17 horas en punto, se empieza a repartir”, contó Delia Vargas que además destacó la necesidad de conseguir 30 kg. de pan para todos los días. “Aunque ya le debemos un mes al panadero, los mismos vecinos nos aportan y gracias a Dios siempre llega alguien que nos ayuda”, comentó.

Gracias a todos

“A PULMÓN” / ESTÁ EN PUERTO ARGENTINO ENTRE CHAILE Y TORRES, DEL LADO DEL ASENTAMIENTO "16 DE MAYO" EN BARRIO MALVINAS.

En la actualidad, el merendero “A pulmón” recibe a 391 niños, que retiran su porción y la comparten en familia, en su casa; por la pandemia. “Cada vez que nos llega algo, lo repartimos, lo último que nos llegaron fueron las tostadas. Siempre tenemos algo para ofrecer por eso quiero agradecer a toda la gente que nos ayuda y colabora”, reflexionó Delia Vargas que, antes de olvidarse, resaltó con énfasis el inmenso trabajo de las mamás que la acompañan y que dejan su tiempo, exponiendo una voluntad férrea en la cotidianeidad de los días (desde hace cuatro años) sin parar ni uno solo.

Un nuevo lugar

“El año pasado estuvimos trabajando en un espacio físico tenemos chapa, cemento, cal y todos los materiales que la gente nos fue donando. Es un 8x10 y aunque falta el piso, las paredes y la instalación de luz, lo vamos a conseguir”, comentó con un positivismo que ya caracteriza a la encargada de este espacio solidario que vive a full. “Antes hacíamos la merienda en la calle y cuando llovía, nos mojábamos todos. También nos donaron un anafe para poder trabajar adentro y no estar a leña, afuera, gracias a Dios la gente es muy solidaria”, dijo muy entusiasmada por esta tarea que no descansa.