Hay momentos en la historia de un país donde se vuelve evidente la necesidad de recuperar algunas consignas, volver a las bases, volver a las bases de la doctrina peronista. Tras este tiempo lleno de vicisitudes quedó en evidencia la necesidad de un Estado con fuerte presencia para garantizar el acceso a los derechos humanos a través de políticas de inclusión social que contienen una amplia franja de la sociedad.
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Hay momentos en la historia de un país donde se vuelve evidente la necesidad de recuperar algunas consignas, volver a las bases, volver a las bases de la doctrina peronista. Tras este tiempo lleno de vicisitudes quedó en evidencia la necesidad de un Estado con fuerte presencia para garantizar el acceso a los derechos humanos a través de políticas de inclusión social que contienen una amplia franja de la sociedad.
La herencia de la deuda externa de los procesos inflacionarios de la última dictadura militar, sumado a que todavía no se ha logrado mantener gobiernos la suficiente cantidad de tiempo como para superar esas deudas, han dado como resultado una situación social realmente crítica en la Argentina, con un aumento de la pobreza y con una exclusión social muy grande en todo el país y particularmente en Jujuy. Recomponer la situación social en Argentina va a llevar mucho trabajo y sobre todo requiere poder tener períodos suficientemente largos de políticas de lucha contra la inflación y de eliminación de la deuda que nos permitan crecer armónicamente y superar los problemas de pobreza en serio. Mientras tanto, tenemos problemas sociales muy graves que muestran la necesidad de atender la emergencia a través de instrumentos como la Asignación Universal por Hijo o el IFE que son instrumentos necesarios para sacar a más personas de la pobreza.
Tras atender esta situación de emergencia es necesario apostar al crecimiento de la industria, que es uno de los factores más importantes de inclusión por empleo y aquellos sectores de la agricultura y la ganadería que realmente insumen mucha mano de obra a diferencia de algunos otros sectores de cultivos extensivos que lamentablemente no requieren mucha mano de obra. Ante este panorama, hay que tener en cuenta que las mujeres y los jóvenes son dos sectores fuertemente castigados y por supuesto la niñez también. Siempre que leemos un índice de pobreza índice o de indigencia en Argentina tenemos que pensar que en su gran mayoría son niños, jóvenes y mujeres y por lo tanto debemos pensar e impulsar políticas específicas para atender a estos sectores que deben ser formuladas por todos los Estados.
Los sectores que critican las ayudas a las personas en situación de vulnerabilidad seguramente nunca han tenido una necesidad. Aún tenemos que trabajar mucho para garantizar derechos humanos elementales y básicos, tales como el derecho a educarse, el derecho a tener un trabajo y el derecho a tener una vivienda. Desde el sector de la Educación Superior y las Universidades en particular en los últimos años del gobierno de Cristina Kirchner hubo un fuerte impulso para la inclusión, ubicando Universidades en lugares donde hay población vulnerable y desde allí le dio la posibilidad de que a través de la educación y la formación en educación superior muchas personas pudieran salir de las situaciones de vulnerabilidad.
Yo no tengo duda de que la Universidades les ofrece a alumnas y alumnos las posibilidades de mejorar sensiblemente su perspectivas en la vida y poder desempeñarse mucho mejor en la sociedad y siendo fundamentalmente motores de cambio de la sociedad con el objetivo de construir una sociedad más equitativa y justa. Coincido plenamente con las medidas que está aplicando el Gobierno nacional para atender primero a los sectores vulnerables, que se trata de la aplicación de la doctrina justicialista. Es como decía Eva Perón, “ahí donde hay una necesidad hay un derecho a que esa necesidad sea atendida”.
Para los peronistas el poder resolver esa necesidad es materializar el pensamiento de Eva Perón que tiene que ver fundamentalmente con el trabajo social. Lamentablemente en la década del noventa cuando se privatizaron empresas públicas y fue el auge de la tercerización, también se tercerizó la política y se fue separando de la necesidad de la gente, por eso tuvieron en su momento mucho eco las consignas del “que se vayan todos”, obviamente es una consigna vacía porque en el fondo alguien tiene que ejercer la política, porque la política sigue siendo la forma de modificar la sociedad y la política sigue siendo la principal herramienta para resolver los problemas.
El peronismo, como lo hemos dicho muchas veces, tiene que recuperar este sentido, hay que volver a ser la voz de los sectores más vulnerables para que puedan hacer llegar sus reclamos a los lugares y espacios de decisión política donde se toman las medidas para resolver esas necesidades. Porque eso es el peronismo y eso es lo que hay que recuperar, un peronismo cerca de la gente.