Su mirada sólo denotaba tristeza y desolación. Atado a un árbol, cargando el dolor de una fractura es su pata de varios días, un perro ovejero manto negro fue arrojado cruelmente por su dueño en un baldío de San Antonio. Lo único que quizás ese animal entendió es que fue abandonado por su familia y por quién hubiera dado hasta su vida por defenderla. Sin poderse mover y cargando mucho dolor, su vida parecía tener un incierto destino, debido a que estaba en un lugar donde muy pocas personas circulan y eran pocas las probabilidades de que alguien lo vea.
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Su mirada sólo denotaba tristeza y desolación. Atado a un árbol, cargando el dolor de una fractura es su pata de varios días, un perro ovejero manto negro fue arrojado cruelmente por su dueño en un baldío de San Antonio. Lo único que quizás ese animal entendió es que fue abandonado por su familia y por quién hubiera dado hasta su vida por defenderla. Sin poderse mover y cargando mucho dolor, su vida parecía tener un incierto destino, debido a que estaba en un lugar donde muy pocas personas circulan y eran pocas las probabilidades de que alguien lo vea.
Por fortuna, la compleja situación del can, la notó Analía Quispe, una rescatista de la Asociación "Amigos del Animal", en el momento que estaba alimentando a sus 160 animales. Escuchó que varios perros ladraban y cuando salió de su hogar a ver qué sucedía, se dio con la cruel imagen de este luchador. Según le dijeron algunos vecinos, un hombre se allegó al lugar con su camioneta, bajó al perro y lo ató con una soga en el árbol. Los vecinos le cuestionaron porque cometía tal crueldad con ese ser indefenso y este se escudó diciendo que "no tenía cómo hacerlo curar, ni tiempo para atenderlo". Sin importarle más nada huyó.
Analía, en su afán de rescatar al indefenso can, vio que este presentaba su pata delantera quebrada. Inmediatamente lo resguardó en su casa y luego lo llevó al veterinario, donde le diagnosticaron fractura y una severa infección. Este valiente debe continuar tomando antibióticos y ser operado de manera urgente. Además recibir tratamiento para evitar la amputación de una de sus patas delantera. El próximo martes deberá volver nuevamente a la veterinaria.
Quienes deseen sumar su ayuda para las gastos de cirugía, medicación, alimentación y recuperación pueden hacerlo con su donación económica comunicándose al (0388) 154219759, 154177648. También se puede donar por medio de transferencia bancaria, a nombre de Liliana Sánchez, número de CBU: 2850200940000216325029 (Caja de ahorro - Cuit 27-17402276-9).
“Está con muchas ganas de salir adelante, aunque extraña a su familia, ha llorado por esos seres oscuros, él los va a extrañar, pero con mucho amor y mimos va a dejar ese pasado”, fueron las palabras expresadas desde la Asociación Amigos del Animal en su página de Facebook.