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Ante un caos hospitalario, Bolsonaro creó un comité

No pondrá en marcha medidas como el distanciamiento social ni la inversión en vacunas. En las últimas semanas, Brasil transita la fase más grave de la pandemia, batiendo sus registros de contagios y muertes.

Jueves, 25 de marzo de 2021 01:00

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció ayer la creación por primera vez de un comité a nivel nacional para intentar combatir la pandemia de Covid-19, que lleva días encadenando récords de contagios y muertos en el país y que genera un caos hospitalario.

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El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció ayer la creación por primera vez de un comité a nivel nacional para intentar combatir la pandemia de Covid-19, que lleva días encadenando récords de contagios y muertos en el país y que genera un caos hospitalario.

El mandatario finalmente se reunió con algunas de las principales autoridades del país y accedió a conformar un grupo en el que estarán representados los gobernadores de los distintos estados y también el Congreso, un hito inédito dentro de una pandemia a la que el mandatario siempre restó importancia.

Ahora, el presidente cree que es momento de una mayor "coordinación", un día después de que el Tribunal Supremo rechazase su último intento para poner coto a las medidas adoptadas en distintas regiones.

La nueva comisión se reunirá "cada semana" con vistas a "decidir o reorientar la lucha contra el coronavirus", explicó el Gobierno.

Bolsonaro, que priorizó su preocupación sobre los efectos económicos colaterales de las restricciones en lugar de la salud de la población, señaló ayer que "la vida está primero", aunque no dio muestras de que vaya a defender medidas como el distanciamiento social ni la inversión en vacunas e insumos hospitalarios, mientras los centros de salud de al menos seis estados ya colapsaron.

Brasil es uno de los países más afectados en el mundo por la pandemia.

Desde que apareció el primer caso, el gigante sudamericano contabiliza más de 12,1 millones de casos y casi 300.000 muertos, al tiempo que el total descontrol del virus convirtió al país en el epicentro de la pandemia, lo que despierta las alarmas en los países vecinos y lejanos.

Con la nueva variante P1, surgida en noviembre en Manaos, la escalada de casos en el país está fuera de control, en apenas 24 horas 3.158 personas murieron a causa de la enfermedad.

Brasil vive el peor momento de crisis sanitaria desde que la Covid-19 se detectó por primera vez hace más de un año.

Los expertos responsabilizan también la falta de una política nacional en al combate de la pandemia.

Brasil también registró 84.996 nuevos casos y uno de cada cuatro contagios en el mundo se produce en el gigante, lo que significa que un cuarto de las infecciones mundiales son en ese país.

En las últimas 48 horas diferentes reportes muestran una aceleración en los contagios, sin miras a una mejoría cercana, mientras la campaña de vacunación avanza diletante con al menos el 2,7% de la población adulta inoculada con las dos dosis necesarias.

En las últimas semanas, Brasil transita la fase más grave de la pandemia, batiendo sus registros de contagios y muertes diarias, lo que produjo un verdadero desastre sanitario -con más de 80% de ocupación de las camas de terapia intensiva en el Distrito Federal y en 24 de los 27 estados.

La provisión de oxígeno se transformó en una de las agendas de Brasil.

“Fora Bolsonaro”, “Genocida”

PROTESTA / EDIFICIOS FUERON ESCENARIO DE PROYECCIONES CONTRA EL PRESIDENTE.

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, despertó ayer la más grande protesta en su contra. Durante un mensaje por cadena nacional en que intentó explicar el colapso sanitario que vive el país producto de la pandemia, miles de brasileños de todas las ciudades y de todas las clases sociales cacerolearon desde sus balcones al grito de “Fora Bolsonaro”, “genocida”. Las cacerolas sonaron en favelas y en los barrios de clase alta de todos los estados.

Los 12 millones de contagiados y casi 300 mil muertos son la prueba de que Brasil es el que peor combatió la pandemia. Y el repudio se contuvo hasta que, en un mensaje por cadena nacional, el presidente intentó dar explicaciones de esa situación y dijo que el país fue “uno de los que más vacunó en el mundo”. Su mensaje de apenas tres minutos tuvo la intención de tranquilizar a la sociedad. Dijo que “en breve” el país “será autosuficiente” en la producción de vacunas contra la Covid- 19, debido a que allí se elaborarán los antídotos. 

“Estamos en un momento en que una nueva variante de coronavirus infelizmente le ha quitado la vida a muchos brasileños”, afirmó y añadió: “No sabemos durante cuánto tiempo tendremos que enfrentar esta crisis”, pero “quiero tranquilizar al pueblo y afirmar que las vacunas están garantizadas”. El descrédito de su palabra a lo largo de dos años de gestión tuvo su fruto en la protesta social más masiva que se recuerde de ese tiempo, que en parte fue espontánea mientras que el resto fue una respuesta a la convocatoria del empresario y conductor televisivo ultraliberal Luciano Huck, considerado un precandidato presidencial por el partido Demócratas para 2022.

Mientras el presidente hablaba, la televisión mostraba en pantalla partida paneos de las ciudades con el sonido del cacerolazo que surgía desde los departamentos de las capitales en colapso sanitario por falta de oxígeno y camas de internación.