Todos los días enfrenta su labor de la mejor manera, llevando a cabo viajes de corta y media distancia a través de una rutina presentable, más o menos corriente, pública, que cumple con destacada precisión para llevar el sustento a su hogar.
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Todos los días enfrenta su labor de la mejor manera, llevando a cabo viajes de corta y media distancia a través de una rutina presentable, más o menos corriente, pública, que cumple con destacada precisión para llevar el sustento a su hogar.
Cuando le dicen la dirección, recorre caminos que en su mente se proyectan en un segundo y dibuja trayectos que luego transita llevando todo a lo corpóreo, siendo la conductora de su máquina vehicular a cuatro ruedas.
Y cuando la llaman, ella acude. La dueña del móvil 1019 ofrece más que un viaje, la tranquilidad y el entusiasmo que se le desborda a la hora de afrontar el desafío de tomar el control del volante, siendo mujer taxista.
"Buscar el compartir con mis compañeros que me costó un montón porque entré a una base donde la mayoría son hombres, a ellos les costó acostumbrarse a ver a una mujer a la par", expresó Yamila Ramos, una conductora de remís que contó su experiencia laboral en las pistas jujeñas.
Aunque al principio, las preguntas convivían confusas en su cabeza por si animarse o no a entrar en este campo, siempre trató de salir victoriosa y vencer cualquier temor valiéndose por el ejemplo más nítido que tuvo desde su infancia, el de sus padres que fueron taxistas.
"Por ahí tenés tus roces y altos y bajos pero siempre me costó un poco al principio, más a veces hasta con los mismos pasajeros, me pasó con un viaje al aeropuerto y te dicen: "Tengo 30 minutos máximo ¿Podremos llegar?', como dudando de la capacidad de una, que es mujer", comentó Ramos quien utiliza el auto como herramienta de trabajo desde el año 2008.
Esta trabajadora al volante, comenzó su camino por las calles de la ciudad manejando un taxi compartido por el barrio Mariano Moreno como circuito inicial.
"Con el tiempo busqué otra opción y dije: "Me voy al amarillo'. Pero largarme al amarillo era para mí tirarme a la deriva porque no sabía todas las calles y entonces pensé: "Cómo no lo voy a poder hacer yo'?, reflexionó en voz alta.
El desafío fue tomando un impulso nuevo y la idea de crecer en este ámbito iba siendo más notable aunque el perfil de este medio que sea más varonil que femenino.
"Cuando empezás, siempre te miran así como con recelo, pero luego te empiezan a conocer y es distinto. Una va, como quien dice, subiendo escalón tras escalón y ahora gracias a Dios, después de varios años, en la empresa me llevo bien con mis compañeros. Me cuidan un montón, además de muchas amistades que hice en la calle que me valoran", contó la conductora conmovida porque por el hecho de ser mujer es consciente de genera protección en sus colegas.
"Me preguntan: ¿"Yami estás bien?', "Cualquier cosa abrí el micrófono, nosotros vamos a estar pendiente de vos, con toda la tecnología que tenemos en la empresa'", dijo con un claro sentido del agradecimiento ante la cortesía de sus compañeros de ruta.
Ante la gran responsabilidad que significa estar frente del volante pero aún más de su familia, Yamila remarcó cómo es su vida con el correr de los días.
"Me cuesta porque una pone todo en paralelo, porque tengo que manejar, pero también asistir a reuniones de la escuela. La mujer que es mamá tiene que ser mamá, tiene que trabajar, en mi caso hacer la recaudación para rendirle al dueño, pero también me toca cocinar, medir los tiempos y cumplir con todo".
Entonces la trabajadora, no escatimó en palabras para dejar un mensaje a las mujeres que tienen cierto temor de incursionar en nuevos caminos y como preaviso, les hizo notar que la condición de mujer tiene una proyección siempre a más.
"Quiero darle el ánimo a las chicas, decirles que trabajen en cualquier rubro que quieran hacer y que sea equivalente al varón. Todas somos capaces de salir adelante y algo más; que tener orgullo no es bueno y que muchas veces es necesario bajar la cabeza cuando una persona con mayor experiencia te dice algo, es para ayudar siempre".
Una linda anécdota
“Una de las experiencias que tuve es que me enviaron a un pedido una vez en un hotel conocido”, dijo Yamila Ramos quien relató, le tocó trasladar a los actores Facundo Arana y Araceli González. “Él me dijo: ‘Es una mujer‘. Yo no lo había visto, me di vuelta y los miré bien y me encantó”. Cuando se bajaron se tomaron fotos. “Él me dijo: ‘Qué lindo fue viajar contigo, en Buenos Aires sí se ven mujeres conduciendo el colectivo pero en taxi, no’; y me felicitaron por manejar bien”, recordó con ganas de volver a vivir aquel instante.