"Iniciamos la Semana Santa con la alegría de saber que tenemos un Dios que no nos desampara, que nos acompañó siempre y nos seguirá acompañando. Tenemos que aprender a abrazar el dolor y la cruz. En este tiempo difícil, necesitamos pasar el dolor junto a Jesús. Sepamos ofrecer nuestro dolor para encontrar la paz dentro de nuestro corazón. Comencemos esta semana convencidos de que la cruz para el cristiano no es signo de derrota sino de triunfo, es la llave que le permite a Dios entrar a nuestro corazón y alejar todo temor". Fueron los conceptos pronunciados por el padre Jorge García Méndez en la celebración del Domingo Ramos.
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"Iniciamos la Semana Santa con la alegría de saber que tenemos un Dios que no nos desampara, que nos acompañó siempre y nos seguirá acompañando. Tenemos que aprender a abrazar el dolor y la cruz. En este tiempo difícil, necesitamos pasar el dolor junto a Jesús. Sepamos ofrecer nuestro dolor para encontrar la paz dentro de nuestro corazón. Comencemos esta semana convencidos de que la cruz para el cristiano no es signo de derrota sino de triunfo, es la llave que le permite a Dios entrar a nuestro corazón y alejar todo temor". Fueron los conceptos pronunciados por el padre Jorge García Méndez en la celebración del Domingo Ramos.
Cumpliendo con el protocolo sanitario por la pandemia y sin la tradicional procesión, la comunidad de la parroquia Santa Teresita y Beato Juan Bautista Scalabrini, de San Pedro de Jujuy, participó ayer de la festividad del Domingo Ramos, celebración que marca el inicio de la Semana Santa.
A diferencia del año pasado, las puertas de los templos estuvieron abiertas, para vivir tan importante celebración, siempre manteniendo las medidas de seguridad.
El oficio religioso fue presidido por el párroco Jorge García Méndez, quien antes de finalizar la misa, pasó banco por banco bendiciendo los ramos.
La prédica del sacerdote estuvo centrada en tres importantes figuras, que deben constituirse en vivos ejemplos para el cristiano, en ese sentido, el padre invitó a la feligresía a mirar a un Jesús paciente, humilde, obediente, pidió que, en María, miremos la fortaleza que Dios concede al género humano para llevar adelante su misión y que imitemos el silencio de San José que se hace ofrenda.
"Que tengamos una Semana Santa llena de paz, que vayamos encontrando el consuelo para cantar la gloria de la resurrección y que vivamos este paso de Dios por nuestra vida. Un Dios que viene a salvarnos, a redimirnos, a alentarnos y a devolvernos la esperanza en medio de este difícil momento que estamos viviendo", dijo en su mensaje.
Al proseguir con su homilía, sostuvo que en la cruz de Jesús, "vemos cómo el dolor fue vencido, que en esa cruz hay dolor pero también amor, vemos a una mujer que sufre por su hijo que está con los brazos abiertos, porque no había otra manera para redimir al hombre. Hoy, estamos con la pandemia y Dios nos manda a no perder la paz y la confianza. Jesús nos enseñó a vencer las dificultades, él vino a enseñar la verdad y a veces nuestras verdades nos duelen, porque están heridas, tenemos que dejarnos sanar por el Señor. En esta semana, en familia, busquemos la reconciliación, el compartir juntos, y encontrarnos con la paz verdadera", finalizó el párroco.