Durante los 4 años de Mauricio Macri y los primeros 4 de Gerardo Morales en Jujuy, nuestra fuerza buscó la unidad de acción con diversos sectores, a veces dispersos, y otras encontrándonos al calor de la lucha. Fijamos un camino, el mismo que proponíamos al conjunto del movimiento popular: empujar la resistencia al modelo liberal y promover una amplia unidad nacional y popular que nos contenga.
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Durante los 4 años de Mauricio Macri y los primeros 4 de Gerardo Morales en Jujuy, nuestra fuerza buscó la unidad de acción con diversos sectores, a veces dispersos, y otras encontrándonos al calor de la lucha. Fijamos un camino, el mismo que proponíamos al conjunto del movimiento popular: empujar la resistencia al modelo liberal y promover una amplia unidad nacional y popular que nos contenga.
Así fue como enfrentamos al macrismo con todo lo que tuvimos a mano: en la calle, en la Legislatura, en la Justicia y en las urnas. Esto es muy importante recordarlo por una serie de valores y razones que es muy necesario tener siempre presente, y que notoriamente caracteriza a la los dirigentes de la Organización para la Liberación Argentina (OLA):
1- Lo que decimos, es lo que hacemos.
2- A nadie le exigimos lo que nosotros mismos no damos.
3- Cargamos sobre nuestras propias espaldas la responsabilidad de empujar el proyecto y modelo provincial que Jujuy necesita.
De la misma forma asumimos que cada espacio sostiene su militancia cotidiana desde el compromiso que ha llevado a encontrarnos y confluir en las más diversas formas de lucha.
La pandemia
A principios de marzo del año pasado decidimos hacer pública nuestra posición favorable al establecimiento de un distanciamiento social progresivo que garantice los derechos básicos de todos los jujeños, proponiendo una serie de medidas que considerábamos necesarias y de valor estratégico pues en nuestra provincia, como en la Argentina, este brote epidémico se combina con una profunda crisis económico-social, y un contexto internacional por demás desfavorable.
La situación argentina, y particularmente de Jujuy, era y es, realmente preocupante y peligrosa. La desatención inicial del gobierno nacional lo ha forzado a establecer una estricta cuarentena sin contención social (un escenario que aspirábamos a evitar), hundiendo mínimo a un cuarto de la población prácticamente en la indigencia, mandando a la quiebra a pymes, comercios, destrozando los derechos de los trabajadores y quedando a merced del poder de las corporaciones y el sector financiero que nacionalmente van mellando cada una de las decisiones en perjuicio del conjunto de la comunidad, y en nuestra provincia eso motorizado por un establishment local que incide en las variables económicas y sus consecuencias sociales.
Por supuesto que esta medida logró "aplanar" transitoriamente la curva de contagios, pero obligó al gobierno -tal como advirtiéramos el 16 de marzo del 2020 en reunión con funcionarios provinciales que propusimos de la mano de nuestro hermano y compañero Agustín Flores, concejal del PJ-OLA en la capital jujeña-, "abrir la cuarentena" para evitar el colapso total, justo en el momento más adverso de la pandemia.
Desde un conjunto de sectores convocamos a la formación de un Concejo Ejecutivo Multisectorial y desde allí a desarrollar "brigadas populares de voluntarios".
Su objetivo principal fue romper la trayectoria discriminatoria y segregacionista contra los pobres y plantear que solo con participación popular, generosidad y espíritu nacional (no partidista ni faccioso) puede afrontarse esta crisis. No puede hacerse sin el pueblo y mucho menos, contra el pueblo.