Artesanas tejedoras de la Red Puna fueron elegidas entre las 5 finalistas en el concurso de Renault. Llevan años mejorando la calidad del tejido y conquistando mercados, y aunque en el aislamiento bajó la venta, integraron la venta virtual y siguieron produciendo. Hasta el 10 podrán apoyar a las emprendedoras jujeñas con un voto virtual.
inicia sesión o regístrate.
Artesanas tejedoras de la Red Puna fueron elegidas entre las 5 finalistas en el concurso de Renault. Llevan años mejorando la calidad del tejido y conquistando mercados, y aunque en el aislamiento bajó la venta, integraron la venta virtual y siguieron produciendo. Hasta el 10 podrán apoyar a las emprendedoras jujeñas con un voto virtual.
Guadalupe Tolaba oriunda de El Moreno y radicada en Tilcara es una de las artesanas y tejedoras que integra el grupo de Red Puna, que se dedica a producir tejidos y comercializarlos en una experiencia de crecimiento y mejora de calidad que lleva años, quien explicó cómo fue el proceso que ahora devino en la selección en el concurso nacional.
Para ser elegidas la Red Puna necesita el voto jujeño, ingresando a la página renaultmujeresemprendedoras.com.ar . Si ganan tendrán un comodato de 24 meses de 1 Renault Alaskan.
"Esta experiencia tiene muchos años, la organización lleva 25 años desde que se fundó. Las mujeres desde siempre saben tejer, los varones menos, y desde hace 13 años empezamos a mejorar la calidad de los tejidos porque era lo que más sabíamos hacer, para tener una salida económica", recordó.
Planteó que esa iniciativa surgió durante los talleres de mujeres para conocer sobre sus derechos, donde percibieron que el aspecto económico era clave para tener su rol no solo en la familia, en la sociedad y entre ellas, y por ello buscaron proyectos productivos para lograr ingresos económicos.
Debido a que todas sabían tejer, y comenzaron a mejorar la calidad de sus tejidos para lograr una mejor presentación, lograron un desarrollo en la comercialización. Comenzaron a reunirse en talleres de producción para mejorar no solo la calidad sino la cantidad, de modo que comenzaron a salir a ferias y comercializar en comercios, con mayor demanda.
Para ello buscaron mejorar la calidad y morfología, manteniendo la identidad de modo de conquistar un mercado más amplio, porque competían con las artesanías industriales que se vendían en las plazas.
Si bien la labor se hace en casa, se organizaron en grupos y con una mirada conjunta, sin dejar de lado el desarrollo individual, pero apuntando a la salida colectiva. De hecho, lograron contar con un local en Tilcara para la venta, que en los meses de aislamiento se cerró por lo que impulsaron la venta on line, abriendo una cuenta nube y comenzaron a vender por redes, de forma de no paralizarse.
"La remamos juntas, porque una sola es imposible. Estamos divididas en cinco zonas, La Quiaca, El Moreno, Abra Pampa, y la Quebrada, nos encargamos de registrar, ordenar y mandar, organizados para hacer los envíos y en la Puna están tejiendo", precisó Tolaba. Si bien mejoraron la calidad, en suavidad, descardado y otros detalles, también tienen problemas ya que si bien el 99 % de los tejidos se hace en fibra de llama, sumaron hilo para el verano pero tuvieron dificultad para conseguirlo.
Un trabajo de mil familias
Liliana Martínez, técnica asesora del área Artesanías explicó que la red está organizada en 5 zonas, supone 1000 familias y la integran entre ellos 120 mujeres. Las representes de cada área se reunen para planificar, discutir, administrar y llevan las artesanías de todas, por las dificultades para trasladarse por el reducido transporte y así se llevan el dinero obtenido de la venta
Hasta el 2020 vendían en el local de Tilcara y con una gira comercial, en Buenos Aires en locales de diseñadores, y en otras provincias. "Ese trabajo es constante, desarrollar nuevos productos, el uso de tintes naturales requiere capacitación, y seguimos haciendo talleres de género", dijo y por ello concursan.