Es interesante analizar la figura de la mujer, su protagonismo y su fuerza desde la mirada de nuestros ancestros, de la cultura que nos abraza, y entonces hablamos con Delia Huerta, cantora, docente intercultural, y conocedora practicante en profundidad de la cultura andina.
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Es interesante analizar la figura de la mujer, su protagonismo y su fuerza desde la mirada de nuestros ancestros, de la cultura que nos abraza, y entonces hablamos con Delia Huerta, cantora, docente intercultural, y conocedora practicante en profundidad de la cultura andina.
¿Cuál es la visión de la mujer y su lugar en el mundo desde la Cosmogonía Andina?, es quizás la pregunta que pretende abrir su análisis.
"La Pachamama tiene que ver con todos este tiempo y los acontecimientos actuales del tiempo de la mujer, pero hay una fuerza que es mucho más grande, que es el tiempo del Pachakute, que es un tiempo de renovación, de luz, de vuelco dicen muchos, y ese tiempo se da cada 500 años en la cultura", comienza explicando, cuando la intensión es encontrar la relación de la explosión de la lucha feminista en este tiempo y la cultura andina.
"Se piensa desde el mundo andino que la pandemia también es parte de ese cambio, que produce un fuerte sacudón, un cataclismo, para que renazca otro tiempo purificado", continúa. "La Pachamama simboliza también una energía femenina sí, pero yo creo que es el nuevo tiempo, del Pachakute, el que hace que la mujer, andina sobre todo, recobre esa fuerza que perdió con la colonización", expresa Huerta.
"Se dice que antes de la llegada de la colonia, no había desigualdad entre la mujer y el hombre. Eso se perdió con la colonización, con la imposición. El patriarcado vino de occidente, se instaló y avanzó tanto, que ahora las mujeres dicen ‘basta!’. Esta revolución, nosotros desde el mundo andino, lo adjudicamos a la fuerza del Pachakute", asegura.
"Estamos viviendo el Pachakute, y creo que la mujer ha podido ser más receptiva a eso, la mujer sabe que tiene esa capacidad para buscar, eso que es tan necesario, la armonía, el equilibrio, en esta Pacha, y nuestras luchas son diferentes porque pensamos que lo tenemos que hacer, aún luchando en las calles, con armonía. Exigiendo los derechos de la mujer, pero sin violencia, y también en dualidad, porque consideramos que el hombre no es enemigo de la mujer, sino el complemento", concluye.