¿Quieres recibir notificaciones de alertas?

19°
25 de Abril,  Jujuy, Argentina
PUBLICIDAD

Dejar fluir, no ir contra corriente

Lunes, 08 de marzo de 2021 01:04

POR LIGIA DIONE MIRALLES, [email protected]

Alcanzaste el límite de notas gratuitas
inicia sesión o regístrate.
Alcanzaste el límite de notas gratuitas
Nota exclusiva debe suscribirse para poder verla

POR LIGIA DIONE MIRALLES, [email protected]

Leí por ahí que a veces se confunde, fluir con dejarse llevar como una hoja al viento, sin ejercer autonomía y decisión para construir nuestra propia vida. Entonces decidí compartir algunas reflexiones al respecto.

El estilo de vida actual muchas veces, se basa en la planificación de metas y la estructuración del tiempo. Un camino marcado, con pocas dosis de improvisación donde no se sabe cómo encajar los obstáculos o las amenazas de seguridad a lo establecido. Entonces, cuando las cosas se tuercen, comenzamos a sufrir síntomas, como tristeza, frustración o ira.

Emociones que pueden ser razonables pero que no son canalizadas para encontrar una solución, cuando la hay, o dejarse llevar cuando no se puede alterar la realidad. A veces nos obsesionamos con que todo salga perfecto, es decir, tal y como habíamos pensado. Obcecarnos en que las cosas sucedan como deseamos, puede ser uno de los mayores obstáculos en nuestro camino. Entonces, ¿qué hacer? Dejar fluir. Así es. Dejarnos sorprender y aceptar lo que la vida nos trae puede ser una maravillosa opción si la vivimos desde la responsabilidad y el compromiso.

Dejar fluir significa dejar que el carrete del hilo se vaya desatando. Es aceptar en lugar de luchar, aprovechar la corriente para dirigirnos hacia donde deseamos. Para entender el concepto imaginemos el timón de un barco. Cuando el viento sopla, no es cuestión de soltar el timón, sino de más bien de analizar de dónde viene el viento, y cómo aliarse con él, porque el viento será más fuerte que nosotros.

Sobre el puente de este barco podemos proyectarnos y observar nuestras dificultades de modo neutro, sin prejuicios y sin límites. Nos toca a cada uno de nosotros encontrar nuestra respuesta desde la observación, pero siempre desde la serenidad. Conseguir dejar fluir, calmar nuestra mente como cuando nos tiramos en la cama, es darnos la oportunidad de observar un problema desde una buena distancia, de poder evaluar con serenidad y lucidez nuestro impacto real sobre su desarrollo. Implica aprender a relativizar, a poner perspectiva en las cosas, eventos o situaciones, y no darles una importancia desproporcionada.

Recordemos siempre esta hermosa oración: "Dios, concédeme serenidad para aceptar lo que no puedo cambiar, valor para cambiar aquello que puedo, fortaleza para alejarme de lo que no puedo cambiar ni aceptar y sabiduría para reconocer la diferencia". Namasté. Mariposa Luna Mágica.

 

Temas de la nota