Los papás este año temieron verse sorprendidos como en el 2020 por la cuarentena declarada apenas habían iniciado las clases, por lo que tuvieron prisa en adquirir los libros solicitados por los profesores.
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Los papás este año temieron verse sorprendidos como en el 2020 por la cuarentena declarada apenas habían iniciado las clases, por lo que tuvieron prisa en adquirir los libros solicitados por los profesores.
Un recorrido realizado por El Tribuno de Jujuy en las principales librerías capitalinas reflejó este aprovisionamiento a pesar de que, como en todos los rubros, hubo subas.
"Tuvimos gracias a Dios un buen incremento en las ventas. Los precios se mantienen diría yo, porque han subido un 10%, 15% o 20% como mucho en casi todas las editoriales. Justamente para que los padres puedan acceder a estos libros", comentó el encargado de la librería Benicio, Juan Brizuela.
Mientras que el encargado de la librería Rayuela, Francisco Topano, destacó que "siempre hemos sido cautos, no sólo por la pandemia, trabajamos por pedido, por encargo. En el transcurso de una semana se consiguen los libros". Y sobre el aumento de los textos escolares dijo que "ha sido mucho un estimativo de 30% o 40%".
En el caso de la propietaria de la librería Horizonte, María Eugenia Jaldín, explicó que "hemos empezado con bastantes miedos, creo que igual que todos. Los padres, inclusive los docentes tuvieron la precaución de que no los agarre como el año pasado que no llegaron a ver con qué libros podían trabajar para tener una herramienta en caso que los tengan que encerrar y tener que hacer todo virtual".
Es por eso que el panorama en las ventas sería bueno aunque admitió que "cualquier cosa es mejor que el año pasado, en que arrancó la temporada, se cortó y nos quedamos con todos los libros".
Respecto a los precios aclaró que "no dependen de nosotros, dependen de las editoriales. Ha subido como todo. Nosotros entramos en un convenio con el Gobierno de la Provincia a principio de las clases como para mantener hasta fines de marzo los precios de cosas básicas".
Ocurre que "todos los meses están llegando nuevas listas y se actualiza, es difícil pero estamos haciendo el esfuerzo", se sinceró.
En cuanto a la posibilidad de contar con el stock para responder a la demanda, remarcó que "hay que acostumbrarse: el tema del despacho o envío de los libros tiene muchos protocolos. Al principio esperamos con cierto stock sin saber si iban o no a pedir y qué. Cuando empezaron a pedir se trabó un poco la cosa porque las editoriales debían cumplir con un protocolo muy complicado, en Buenos Aires trabajan distinto. Demora un poquito pero estamos tomando ritmo. Docentes, chicos, editoriales y librerías entramos en el engranaje".
Alternativas y financiamiento
Hay establecimientos muy comprometidos con la lectura, es el caso del Colegio Nº 1 "Teodoro Sánchez de Bustamante" con el proyecto de 500 libros en 5 años. No obstante hoy en día constituye un presupuesto, por ejemplo para el primer año demandaría entre $ 5.000 a $ 6.000.
De allí que las librerías jujeñas trabajen con tarjeta y distintas posibilidades de financiamiento, como el Ahora 12. Y mantienen el delivery, o la venta online.
Sin embargo, Juan Brizuela trajo a colación que la brecha entre fotocopiar y contar con el texto físico -que permite aplicar distintas técnicas de estudio, entre otros beneficios- se ha achicado. "Este año no se ha dado tanto que trabajen con fotocopias, los chicos están comprando los libros y no es lo mismo la calidad de material que uno tiene".
Finalmente reflexionó que "el jujeño lee mucho, es muy culto". María Eugenia Jaldín resaltó que el libro es de primera necesidad "hubo en la gente como una abstinencia de seguir en contacto, el libro lo tenés que agarrar, ver y leer".
Francisco Topano concluyó en que "en Jujuy por suerte son muchas las librerías en relación a la poca. En Latinoamérica siguen subsistiendo, incluso en forma creciente".