Recuerdo aquella vez que, estando en la sección Cultura y Espectáculos, ocurrió una de esas cosas inolvidables en materia de coberturas.
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Recuerdo aquella vez que, estando en la sección Cultura y Espectáculos, ocurrió una de esas cosas inolvidables en materia de coberturas.
Fue a principio de los años °90; Julio Bocca había llegado a Jujuy para actuar en el Teatro Mitre.
Nos fuimos hasta allí con la esperanza de tener unas palabras del artista tras el ensayo, pero nos dijeron que no iba a hablar con la prensa.
Unas horas después, de regreso a casa luego de salir del diario, subía caminando por la calle Belgrano. Unos metros antes de Patricias Argentinas miré hacia el interior de la confitería del hotel y lo vi sentado en un sillón. Estaba como recostado y relajado, tenía un pie apoyado sobre la rodilla y los brazos descansando sobre el respaldo. Estaba solo.
"Ahí está", pensé y tras pensarlo unos segundos me lancé.
No terminaba de poner un pie en el umbral que salió un guardia para detenerme.
-Soy del diario El Tribuno, quiero hacerles dos preguntas nomás a Bocca, le dije.
-No se lo puede molestar.
En ese momento intervino otra persona, calculo que era como el representante del bailarín. Preguntó qué pasaba y tras escucharme dijo lo mismo: no. Pero pensó por un momento y me pidió que espere.
Se fue hasta el sillón y le habló por detrás del oído. Volvió y esto fue lo que dijo: "Julio le va a contestar pero me pidió que le deje las preguntas por escrito, pase a eso de las siete y cuarto. Pregunte por la habitación 506".
Me fui descreído de poder tener las respuestas pero satisfecho porque había sido un buen intento.
Volví a la hora solicitada. Esta vez pude entrar sin problema y luego de presentarme, el recepcionista me entregó un sobre carta con dos hojas en su interior.
En el anverso decía: "Diario El Tribuno. Presente. Rte. Julio Bocca".
Dos días después salió publicada la entrevista con un cartelito que decía: "Exclusivo de El Tribuno".
No sé si volvió a actuar en Jujuy. Sí sé que su fundación tuvo llegada en nuestra provincia. Si vino, capaz que fue entrevistado por otros periodistas locales. De lo que estoy casi seguro es que sólo ese día tenía el ánimo de tomarse el trabajo y escribir una entrevista de puño y letra para un periodista desconocido. Todo viene a raíz de que el otro día, Claudia, mi esposa, estaba buscando unas fotos dentro de un armario cuando encontró la carta. "¿Esto es tuyo?", me preguntó. Era "la carta de Julio".
No recuerdo siquiera haberla guardado, pero estaba allí, entre unas postales. Incluso llegué a pensar que a la pudo haber escrito un colaborador de Bocca, mientras éste le dictaba.
Busqué registro de su letra hasta que encontré autógrafos y, para mi tranquilidad, la forma de las letras coincidían. Fue él, no había duda. Por entonces Bocca ya era miembro del American Ballet Theatre y en la entrevista dice que le gustaría volver a Jujuy como turista. En una de las seis preguntas que le dejé ese respondió: "Jujuy es una ciudad incomparable. Si debiera asociarla con alguna otra del mundo diría que con alguna de cierta parte de España, por su edificación. Pero su paisaje y su gente la hacen única. El Norte Argentino es bellísimo. Quisiera tener tiempo alguna vez para venir como turista".