Cada cumpleaños es sin duda un momento para parar, festejar y repensarse. Repensarse en los logros y los desafíos, y esta es la oportunidad que nos dimos hoy en el aniversario número 41 de El Tribuno de Jujuy.
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Cada cumpleaños es sin duda un momento para parar, festejar y repensarse. Repensarse en los logros y los desafíos, y esta es la oportunidad que nos dimos hoy en el aniversario número 41 de El Tribuno de Jujuy.
En sus 41 años el tribuno de Jujuy atravesó múltiples trasformaciones con un único propósito aumentar la calidad de sus productos en honor a sus lectores. Y con este mismo propósito, en el inicio del 2020 decidió incorporar la perspectiva de género en la producción periodística.
Nos proponemos a diario hacer un periodismo con enfoque de derechos en un mundo en el que abunda la sobreinformación y donde pareciera mandar siempre la coyuntura, pero al mismo tiempo surge cada vez con más fuerza la necesidad de repensar el rol y la función social de la tarea que realizamos. Entendiendo que más allá de los nuevos soportes para almacenar y trasmitir información, los medios de comunicación tradicionales seguimos teniendo el poder y la responsabilidad de construir lógicas y sentidos comunes que dejen de lado las marcas patriarcales a través de la repetición de estereotipos y sentidos que perpetúan la asignación arbitraria de roles fijos, marcados por la división por género.
En Argentina, la Ley 26485, de Prevención, sanción y erradicación de las violencias contra las mujeres, de marzo de 2009, abrió el paraguas legal nacional para comprender la importancia de que la comunicación puede ser uno de los modos a través de los cuales se ejerza violencia. Tanto la definición de la violencia simbólica como de violencia mediática citadas en la ley referenciada son claras y contundentes al respecto.
En octubre de ese mismo 2009 la Ley 26522 de Servicios de Comunicación Audiovisual sumó elementos que, aun siendo exclusivos de los medios audiovisuales como la radio y la TV, volvió más sólido el piso desde donde comprender y discutir no sólo a la comunicación como un derecho sino además el derecho a que esa comunicación sea igualitaria, no sexista ni estereotipada (el artículo 3, inciso m, y los artículos 70 y 71 son claros al respecto).
Es por eso que, ante este panorama, y a propuesta de la iniciativa Spotligh de Onu mujeres, El Tribuno de Jujuy comenzó a recorrer este camino donde surgió un nuevo rol, el de la editora de género, cuyo objetivo es procurar incidir en los modos de construir la información desde el paradigma de los derechos humanos de las mujeres y las disidencias. Tenemos ya un año y cuatro meses de un recorrido que