En este mundo de rapidez extrema y donde la vorágine de la vida, arrasa en todos los sentidos; hace falta el abstraerse, tomar un tiempo propio de calma para ajustarse al ritmo y volver empezar otra vez.
inicia sesión o regístrate.
En este mundo de rapidez extrema y donde la vorágine de la vida, arrasa en todos los sentidos; hace falta el abstraerse, tomar un tiempo propio de calma para ajustarse al ritmo y volver empezar otra vez.
Cuencos mágicos. Las piezas de cuarzo tienen distintos tamaños y múltiples sonidos que se emiten gracias a baquetas de madera.
Gracias a una terapia milenaria de origen indio, es posible encontrar en el silencio, aquellos sonidos que cobran una fuerza inmensa.
Esto es posible gracias al cuenco de cuarzo que entra en acción por ser un elemento que ofrece un efecto muy especial, una paz que conmueve, revitaliza y sana desde tiempos antiguos.
"Uno se va liberando de ciertos condicionamientos o malos hábitos, que podríamos haber tenido y se va limpiando la conciencia y a la vez, te prepara para reaccionar de forma mejor y tratar de ser más compasivo", expresó Yanina Manzur, terapeuta psicobióloga y especialista en biosónica que utiliza los cuencos como una vía noble para el bienestar del ser.
De esta manera, el sonido del cuenco acaso logre ser una herramienta formidable que atraviesa territorios interiores por un momento, a través de la concentración propiamente dicha; y potencie alegrías que se vuelvan calidez en aquellos inviernos desolados por los que atraviesa toda persona.
La vibración de estos instrumentos sónicos, promueve cierta magia revitalizadora en el cuerpo, en el alma y en la mente, mueve las energías y la esencia del ser humano se deja ver independiente. La especialista, conocedora de chakras y ondas vibratorias afirmó que la experiencia habla por sí misa y que al escuchar el sonido del cuenco, se siente cómo la onda traspasa lo corpóreo.
"El cuenco de cuarzo, al ser de silicio y de la forma en que está hecho, genera frecuencias lumínicas muy altas, entonces el cuerpo intenta imitar a las frecuencias del cristal de cuarzo. En ese intento de imitar sube su vibración y llega a lo espiritual del ser humano por imitación, porque el cuerpo siempre quiere copiar", comentó Manzur sobre este saber.
Se trata de una experiencia a nivel sensorial muy vinculada con las energías de la persona que vibra en cierta frecuencia y en este sentido el descubrimiento puede sorprender. "El hecho de sentir la vibración del cuenco, es que queremos imitar la sonido del instrumento y estar en tranquilidad, sin impulsos; entonces el instrumento nos estimula a cambiar", detalló la especialista.
El trabajo con los cuencos de cuarzo se considera un saber milenario. De hecho se encuentra plasmado en textos vedas de la India. Allí, está claro cómo esta unidad liberaba sentimientos y a los pensamientos, sofisticaba; ya sea por la intención de movilizar para amplificar y materializarlos, después.
"Las ondas de cuenco de cuarzo generan aumento de protección en el sistema inmunológico, entonces podría decirse que el instrumento es portador de las propiedades de sanación, además se ve que el hipotálamo segrega sustancias neurotransmisoras, como los neuropéptidos, endorfinas, dopaminas, las serotoninas, entonces todo esto ayuda a volver a equilibrar al cuerpo a su centro", mencionó la psicobióloga.
Energéticamente existen estructuras agregadas o que no son propias del ser y que a lo largo de la humanidad, se fueron adquiriendo como condicionamientos psicológicos y físicos, que son los que alejan a la persona de los estados naturales de conciencia. "Lo que pasa por el ser vivo como por ejemplo otras entidades, parasitarias, bacterianas y virológicas, es que cambian el humor, bajan la autoestima, entonces el cuenco rompe con todo eso y viene a devolver nuestros estados elevados naturales de conciencia que son derechos de nacimiento; lo que pasa es que se fueron perdiendo y el sonido del cuenco de cuarzo viene a actuar sobre esta parte del trauma", explicó la profesional que describió que los estados elevados de conciencia vienen con nosotros, desde el período de gestación. "A veces se nos dañan y tenemos pequeños traumatismos físicos, pero que se perciben mucho más a nivel subcelular. El cuenco además de emitir frecuencias de vibración que atraviesan en unidades subatómicas muy pequeñas, mueve el agua del citoplasma y genera que las cadenas de ARN mensajeras y estancadas en el núcleo, se desaten y ahí se libera el trauma. Y cuando sale y termina la terapia, uno se siente muy relajado porque el cuenco va haciendo su efecto a través del sonido", apuntó Manzur.
Valorar la existencia
"Creo que cuando uno ama la vida, ama todo lo que contiene. Ama los momentos malos, los momentos buenos. Si uno considera que la vida es maravillosa, comienzan a pasarle cosas maravillosas", aseguró como reflexión Manzur, agregando que las personas tienen el poder de atraer con el pensamiento lo anhelado para su existencia y llegan a ese punto, así como las ondas lo hacen mediante el cuenco. "Si uno empieza a sentir que realmente la vida es valiosa y la valora, los problemas se vuelven muy pequeños porque uno es grande ante la vida. El mensaje que hay que dejarles a las generaciones que vienen es que amen su vida", expresó para finalizar, la experta en ejecutar la vibroacústica.
Elementos que emiten frecuencia de colores
“Los cuencos emiten colores, porque la frecuencia de color indica el tipo de traumatismo o el problema que se tiene. No es casual que los colores que elegimos”, aseguró Yanina Manzur quien afirma que cada día, las personas optamos según una frecuencia lumínica y la información que conlleva determinada tonalidad que otorga la sensación de seguridad, para vibrar más alto.
“El cuenco no sólo se trata de frecuencias sonoras sino de frecuencias lumínicas que tienen que ver con los colores. Son técnicas psicobiológicas, que influyen a nivel biológico”, comentó la profesional de esta terapia y que luego, con los resultados, se descubre una liberación que permite llegar al equilibrio y a la individualidad de cada uno.
El embarazo sagrado
Un momento preciado es el embarazo, cuando el vientre materno se encuentra en gestación. “En el útero de la abuela se van formando tus genes, por eso es tan importante que cada mujer cuide la parte sensitiva, no sólo la física; porque esas emociones que cargamos en el útero, son las que vamos a transmitirlo. Son esos condicionamientos que después vamos a tener, por eso generalmente, los nietos tienen mucho de los abuelos”. Las emociones son muy valiosas, aclaró. “Te podría decir que parte de tu vida, comienza en el útero de tu abuela. Si nos damos cuenta de esto, el momento del embarazo podría ser mucho más sagrado”.
Formación de la especialista
María Yanina Manzur es terapeuta y psicobióloga. Se formó en el Instituto para el Estudio de los Estados y Picos de Conciencia, en Australia.
Gracias a esta disciplina, que se ocupa de la investigación de la conciencia y de la sanación de distintos tipos de dolencias y traumas físicos y emocionales; desde hace seis años trabaja con los cuencos de cuarzo, instrumentos milenarios de curación. Asimismo, estudió biosónica y, actualmente, integra ambas terapias, para la sanación de traumas.