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25 de Abril,  Jujuy, Argentina
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El día que Jujuy fue la más grande

La victoria de León salvó la Independencia del país y cerró una puerta que las huestes del rey Fernando VII nunca más abrieron.

Martes, 27 de abril de 2021 01:03

Por Irene Ballatore, historiadora jujeña.

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Por Irene Ballatore, historiadora jujeña.

Once años después de la revolución de mayo, los pueblos de Jujuy y Salta estaban agotados por el peso de la guerra de la Independencia, que había destruido sin piedad vidas y bienes. El quiebre demográfico, el desfallecimiento del comercio, el abandono de los campos, la ruina de la ganadería, eran consecuencia de la incansable presión del poderío realista, que invasión tras invasión, no se resignaba a aceptar el autogobierno de los territorios revelados contra el orden colonial.

Las despiadadas luchas entre los herederos del poder, sumadas al hartazgo generalizado por tantas y tan largas desgracias, fueron, además, causa de un debilitamiento político y militar que aprovecharon los partidarios del Rey de España, nuevamente en 1821, para intentar apoderarse de Jujuy y Salta.

Disuelto el gobierno de las Provincias Unidas del Río de la Plata y sumidas ellas en la anarquía y la violencia fratricida, la defensa de la independencia había sido olvidada y su peso recostaba casi por entero sobre las exhaustas espaldas de jujeños y salteños.

Pero, muy lejos de Jujuy y Salta, alguien esperaba y mucho de los patriotas norteños en aquel momento de desfallecimientos: el general José de Martín, en campaña para libertar al Perú del yugo español confiaba al gobernador de Salta y jefe de las milicias gauchas, Martín Miguel de Güemes, la organización de un ejército que presionara a los realistas del Alto Perú mientras las espadas de la independencia ganaban la costa peruana.

JOSÉ IGNACIO DE GORRITI / EN UN TIEMPO RÉCORD REUNIÓ A MILICIAS DE JUJUY.

Finalmente, la guerra que estalló entre Salta y Tucumán echó por tierra con el plan sanmartiniano. Güemes derrotado por los tucumanos, fue destituido por una revolución pero recuperó el poder valiéndose de su fuerte carisma sobre las milicias gauchas. Sin embargo, nada volvería a ser lo mismo.

Mientras tanto, Jujuy había quedado peligrosamente indefensa. Dos mil efectivos alistados para marchar en apoyo de San Martín fueron retirados de la Quebrada y otros lugares y afectados a la guerra contra los tucumanos, por lo que le fue fácil a los realistas acometer una nueva invasión y sabiendo de las discordias que reinaban en el bando patriota, Pedro Antonio de Olañeta, azote de Jujuy, ordenó una nueva invasión, la octava que llegaba a estas tierras.

?Confiados en las ventajas que proporcionaba un territorio envuelto en luchas fratricidas, en marzo de 1821 los invasores alcanzaron la ciudad de Jujuy pero el rechazo de los vecinos los obligó a retirarse a las playas del río León, a la espera de refuerzos.

Conocida la noticia que la vanguardia realista estaba acampando en León, José Ignacio de Gorriti, que ocupaba la gobernación de Salta por la ausencia de Güemes en lucha contra Aráoz, gestionó recursos ante el Cabildo salteño, delegó el mando y en un tiempo récord reunió a milicias de Jujuy, Palpalá, Los Alisos y Perico, unos 600 hombres bien montados, con los que marchó en busca de los realistas.

Los soldados del Rey de España cocinaban sus asados, sumidos en la mayor confianza, cuando los gauchos comandados por Gorriti cayeron por sorpresa sobre el campamento, envolviéndolos con sus veloces jinetes en medio del caos. Unos pocos pudieron escapar y el resultado de la acción fue la rendición de casi toda la vanguardia, más de 400 hombres, entre los que estaba el mismo jefe, el jujeño Juan Guillermo Marquiegui y su hermano Felipe, cuñados de Olañeta. Quedaron en poder de las tropas patriotas cañones y municiones, cabalgaduras y vituallas. Si bien las hostilidades y la destrucción continuaron en poblaciones de la Quebrada hasta diciembre de 1822, las tropas de la corona española nunca más pudieron apoderarse de la heroica ciudad.??

El golpe sufrido en las playas del río León llevó a Olañeta a planificar una entrada sorpresiva a la ciudad de Salta que se verificó por el desolado camino del Despoblado y resultó en la emboscada en la que fue herido de muerte el general Güemes.

La victoria de León, que paradójicamente se obtuvo cuando el pueblo jujeño desfallecía tras once años de guerra y la anarquía hacía trizas la unidad de la Patria por nacer, cerró una puerta que las soberbias huestes del rey Fernando VII nunca más pudieron abrir.

Jujeño soy

La primera denominación de “Día Grande de Jujuy” está en las páginas de “Jujuy Provincia Federal Argentina. Apuntes de su Historia Civil” del primer historiador jujeño, Joaquín Carrillo, quien tras relatar los acontecimientos del 27 de abril de 1821, dice: “aquel día fue llamado Día Grande de Jujuy”. Al decir que “fue llamado”, Carrillo da a entender que otros en el pasado denominaron con estas palabras a la acción producida en la playa del río León.

El historiador publicó su obra en 1877, lo cual lleva a pensar que la denominación por él tomada fue recogida de actores o testigos cercanos al episodio. De haber sido así, podemos deducir que los jujeños de 1821 consideraron como propia de Jujuy aquella victoria, aun cuando entre las huestes patriotas hubiera habido milicianos que no eran jujeños y que el coronel José Ignacio Gorriti, entonces a cargo de la gobernación de Salta por ausencia de Martín Miguel de Güemes, y por lo tanto representante de la autoridad provincial, llevara a cabo la operación con recursos del cabildo salteño.

El hecho que el combate ocurriera en suelo de Jujuy, que las milicias gauchas fueran dirigidas por un hijo de esta tierra y que la mayoría de la tropa fuera de origen jujeño, justifican la denominación con la que quedó en la historia. Además, habiendo sido Jujuy una jurisdicción que dependía militar y políticamente de Salta, la denominación de “Día Grande de Jujuy” encierra un sentido de pertenencia al diferenciar a los actores locales respecto de otros y reconocerles la autoría de un triunfo considerado propio.

La impronta de pertenencia, es un dato que pone en cuestión aquella interpretación según la cual hace 200 años, Jujuy y Salta eran la “misma cosa” y por ser parte de una misma provincia compartían una idéntica identidad política, que no era “jujeña”, sino irradiada desde la capital salteña.

Los actos

El acto central del Día Grande de Jujuy se concretará hoy a partir de las 10.30 en el monolito a la Guerra de la Independencia. Se iniciará con la recepción y ubicación de autoridades e invitados especiales; entonación del Himno, toque de silencio, descubrimiento de la placa homenaje en el Año del Bicentenario de la Batalla de León, colocación de ofrendas florales, invocación religiosa, palabras alusivas, desconcentración para la realización del desfile. 

En la sala histórica

Posteriormente, Arte Colectivo en el predio de la feria artesanal e inauguración del primer museo de la jurisdicción de Yala. Se trata del Museo Militar “27 de Abril combate de León” en la sala histórica de León ubicada a la vera de la ruta 9 kilómetro 22,3.

Miércoles culturales

El programa concluirá mañana con el ciclo Miércoles Culturales, con los invitados especiales del Centro Gaucho León y Centro Gaucho Tradición, junto a Arte Colectivo, en el predio de la feria artesanal.