En tiempos de pandemia se supo que la formación de trombos es una de las complicaciones del covid. El cardiólogo del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (Icba), Augusto Vicario, explicó que el covid puede generar "niebla cerebral", confusión y deterioro cognitivo que puede ser transitorio o permanente; y también produce trombosis al dañar arterias cerebrales o coronarias. También enfatizó que es clave el control de la hipertensión, cuyo deterioro de arterias puede generar demencia, la principal causa del Alzheimer.
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En tiempos de pandemia se supo que la formación de trombos es una de las complicaciones del covid. El cardiólogo del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (Icba), Augusto Vicario, explicó que el covid puede generar "niebla cerebral", confusión y deterioro cognitivo que puede ser transitorio o permanente; y también produce trombosis al dañar arterias cerebrales o coronarias. También enfatizó que es clave el control de la hipertensión, cuyo deterioro de arterias puede generar demencia, la principal causa del Alzheimer.
Por trombosis pueden necesitar una administración temprana de la terapia de la anticoagulación como parte del tratamiento.
El médico cardiólogo y coordinador de la Unidad Corazón-Cerebro del Instituto Cardiovascular (Icba) de Buenos Aires, consultado por El Tribuno de Jujuy, explicó que la enfermedad de covid es virósica y sistémica, es decir que ataca a todos los órganos del cuerpo, entre ellos al corazón y al cerebro. "Cuando ataca al corazón se produce una inflamación que se llama miocarditis. El corazón se altera en su funcionamiento, la contractilidad cardíaca puede desencadenar una insuficiencia cardíaca; y cuando compromete al cerebro, lo que hace también es dañar los vasos y generar una inflamación muy importante a nivel cerebral", precisó.
Explicó, además, que se puede pasar de forma asintomática, como generar una "niebla cerebral", es decir, un estado de confusión o un deterioro cognitivo que podría ser transitorio o permanente. Sostuvo que usó "podría" en condicional porque aún no se conoce bien la evolución de estos cuadros a largo plazo. "Es una enfermedad que estamos aprendiendo todos los días, cuál es su comportamiento, entonces a veces aventurar pronósticos es medio difícil", afirmó Vicario.
En relación a los trombos o coágulos que surgen en estos casos de covid, explicó que produce cierta trombosis porque lesiona las pequeñas arterias y puede llegar a las coronarias y cerebrales. "Esas trombosis se comportan como cualquier persona que puede llegar a tener un ACV (accidente cerebro vascular) o tener un infarto de miocardio", precisó Vicario.
Por otro lado, se refirió al temor que surgió al considerarse que las vacunas anticovid podrían llegar a producir trombosis, que generaron miedo a aplicárselas, y aclaró el panorama. "El riesgo de esa vacuna de producir trombosis es inferior al riesgo de tener una trombosis por sí mismo en la población general. Por ejemplo, tienen trombosis 3 a 4 millones de personas, y la vacuna produce entre el 1 y 2% cada millón de personas, así que es mucho más bajo", aclaró Vicario.
De hecho, planteó que es mayor el riesgo de estar embarazada o cursar un puerperio, es decir, posembarazo, tomar anticonceptivos e inclusive realizar un viaje prolongado, por más de diez horas, que produce trombosis más que la aplicación de vacunas contra covid. "La vacuna es segura, y deben aplicársela las personas para poder mitigar esta pandemia", precisó el especialista.
Por ello en el caso del embarazo, que integra los grupos de riesgo para Covid-19, consideró que debe tener más protecciones y recaudos para evitar el contagio del virus.
Es que explicó que los clasificados al inicio de la pandemia como grupos de riesgo para covid, que lo integran gente que tiene hipertensión severa; pacientes diabéticos porque muchas veces tienen enfermedades de la microcirculación; quienes tengan enfermedad coronaria; los que hayan tenido un infarto y hayan sido operados del corazón, o tengan un stent. Precisó que "son pacientes donde la posibilidad de generar una trombosis va a impactar mucho más negativamente que en un individuo sano", aseveró el especialista.
Las complicaciones derivadas de estas trombosis son diversas, aunque muchas pueden ser graves, esto aumentaría el riesgo de mortalidad asociado al Covid-19.
Vicario es miembro del Comité Central del Working Group Hypertension and Brain (Wgh&b) de la European Society of Hypertension (ESH); expresidente de la Sociedad de Cardiología de Buenos Aires (Socba-Fac); miembro de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (Saha); de la Federación Argentina de Cardiología (FAC), y coordinador del Estudio Corazón Cerebro. "Registro Permanente del Estado Cognitivo en pacientes con Enfermedad Vascular" (Icba).
Asocian hipertensión y demencia
El especialista del Icba, Augusto Vicario, explicó que la hipertensión arterial puede producir demencia con los años. Precisó que la hipertensión es una enfermedad vascular y afecta a órganos vitales como el corazón, riñón y cerebro. Cuando afecta al corazón le produce insuficiencia cardíaca; cuando afecta al riñón, insuficiencia renal, y si afecta al cerebro va dañando lenta y progresivamente las arterias del cerebro produciendo daño vascular crónico, silente y progresivo. “Ese daño vascular con el correr del tiempo, tiene que pasar por lo menos diez años, va a generar una disfunción cerebral, y esa alteración en la función cerebral se traduce en alteraciones cognitivas, que tiene que ver con la pérdida de memoria y de algunas otras habilidades que uno va adquiriendo a lo largo de la vida”, precisó Vicario.
Cuando ese deterioro de la memoria, o cognitivo es tan importante como para impedir la autonomía de la persona se trata de una demencia, y es que afecta de tal modo que la persona se desorienta, no es capaz de planificar una tarea, de contar dinero, es decir, compromete sus actividades de la vida diaria. Es que explicó que el Alzheimer es la principal causa de demencia, casi en un 70 a 80%, y aclaró que es por eso que la gente habla en líneas generales de esa enfermedad y no de demencia. Pero dijo que es correcto hablar de demencia porque están las formas vasculares que representan casi un 20% de las causas.
Planteó que ya desde hace diez años, “la Asociación Internacional de Alzheimer reconoció que la hipertensión es el principal factor de riesgo vascular modificable para desarrollar una demencia o esa enfermedad”. Por ello si se controla y trata adecuadamente la presión arterial de los pacientes, disminuye el riesgo o posibilidad de desarrollar una demencia futura.
Hay que cuidar la salud de las arterias
El cardiólogo Augusto Vicario señaló que hay que cuidar el estado de salud de las arterias, porque la hipertensión es uno de los factores que la dañan, pero también lo hacen el colesterol elevado, el sedentarismo y el sobrepeso, entre otras. “Cuando uno tiene controlado esos factores de riesgo y la hipertensión medicada, con valores de presión arterial adecuadas, el riesgo de que las arterias se enfermen es mucho más bajo, por ende las complicaciones en los órganos mencionados, el riñón, corazón y cerebro, son mucho más bajas”, precisó .
Entonces detalló que cuando se estudia un paciente que viene al consultorio de cardiología de clínica médica, lo que se evalúa es cuáles son los factores de riesgo que tiene presentes, cuáles son pasibles de ser tratados para controlarlos, de modo de poder evitar los riesgos futuros. Sobre la actividad física indicó que es importante en todo sentido, en principio porque evolutivamente el cuerpo humano es un diseño para moverse y para correr y no para estar quieto. Segundo, porque genera hábitos alimentarios y trastornos metabólicos que van a dañar su vasculatura indefectiblemente, precisó.
Y añadió que, además, es importante porque cuando hay deterioro cognitivo, la actividad física mejora la cognición de esos pacientes. Por ello expresó que la actividad física debe ser regular, y recomendó que es conveniente que se haga día por medio, o tres veces por semana, y no como habitualmente se hacen dos o tres horas los domingos y nada durante el resto de la semana.