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24 de Abril,  Jujuy, Argentina
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A 10 años de la muerte de Sabato, una anécdota de la Sade Jujuy

El homenaje era el 1 de mayo, pero el autor falleció el 30 de abril. ¿Cómo es eso que "nadie muere en la víspera"?

Viernes, 30 de abril de 2021 01:03

Por JORGE ERACLIO ALBARRACíN

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Por JORGE ERACLIO ALBARRACíN

Inicio esta tarea recordatoria con palabras pronunciadas en la Feria del Libro de Buenos Aires, el 1 de mayo de 2011, a donde concurrimos como panelistas, Ricardo Guzmán y yo; Oscar Berengan, con una participación musical, y Susana Quiroga, como moderadora. Llegamos a Buenos Aires con la idea de realizar una celebración y el día 30 de abril de 2011, falleció el escritor Ernesto Sabato, hecho que modificó totalmente nuestros planes y el estado emocional del grupo. Por este motivo daré comienzo a esta nota recordatoria con fragmentos del homenaje al escritor y de un relato, escrito y publicado en mi libro "La Leyenda del Río..." en el 2016 y un mensaje final de Mario Sabato (h) que nos hiciera llegar al grupo de jujeños en aquella oportunidad.

"Desde la provincia más septentrional de la Argentina, los escritores de Sade (Seccional Jujuy) hacen propicio este acto celebratorio, de homenaje a don Ernesto Sabato, considerado uno de los más grandes escritores del país... realizo mi homenaje y mis consideraciones a don Ernesto Sabato, que el 24 de junio, cumplirá 100 años de vida y es el genuino creador de una vasta obra literaria, que ha merecido y merece las mayores distinciones; fruto de una tarea, de casi 70 años de trabajo incansable y que pone de relieve al hombre creador y al consecuente luchador por los derechos humanos y por una sociedad más justa para todas las personas. Sus posturas, más allá de todo partidismo, afirma valores éticos, la dignidad del hombre, la libertad de expresión y la defensa de la Democracia."

Sabato se murió en la víspera

Nosotros habíamos planeado, casi un año antes, celebrar los 100 por cumplir del escritor. El objetivo era participar de la Feria del Libro de Buenos Aires 2011. Cumpliéndose así con un proyecto del poeta Ricardo Guzmán, sabatiano de alma. Se contó con apoyo de la intendencia capitalina: se lo declaró de Interés Municipal, y se obtuvieron dos pasajes en avión, casi un día antes de la partida. El homenaje estaba previsto para el 1 de mayo, pero Sabato falleció el 30 de abril. ¿Cómo es eso que "nadie muere en la víspera"? El domingo, 1 de mayo, amaneció con frío polar y lluvioso. A la mañana temprano nos reunimos en un bar, los escritores jujeños, pensando en la presentación del panel. Y se armó una discusión que subió la temperatura del ambiente y provocó que saliéramos con bastante mala onda.

Nos encontramos en la feria ciertamente bajoneados y formamos un panel deshilachado. Los panelistas que me precedieron estaban fríos como el tiempo y yo para cambiar el hilo, me pasé de rosca. Puse mis palabras en una tonalidad que más parecía un grito de tribuna deportiva, que un homenaje a un muerto. Ahora pensándolo bien todo comenzó con la lectura de un trozo poético del escritor Miguel A. Pereira, que incluí en la presentación de mis palabras, y expresé en un tono muy elevado, sin lograr mermar ese impulso. Creo que tenía que ver con el clima, en general.

 

PANEL HOMENAJE A SABATO / JORGE ALBARRACÍN, RICARDO GUZMÁN, ERNESTO FERNANDEZ NUÑEZ Y SUSANA QUIROGA.

Con la muerte imprevista de Sabato. Con ese entredicho de la mañana que nos dejó medio en la negativa. En definitiva, íbamos por una celebración y terminamos con un duelo (por más que estaba por cumplir 100 años) pero se nos murió en la víspera, y nosotros que nos habíamos hecho la fantasía de contar con su presencia, casi terminamos llorando y gritando con nerviosismo. Hasta las cuerdas de Berengan sonaban a duelo y no queríamos comprender que estábamos haciendo lo único que le hubiese gustado a don Ernesto: un homenaje en la feria del libro, por un grupo de arriesgados jujeños, que traían sones de la tierra de "los héroes y tumbas", con esos ruidos propios de los cascos norteños, lanzas en manos y gritos de muerte por la libertad de la patria; que tantos desvelos le causaron y que muchas veces fueron motivos de pasadas ferias y de abordajes literarios en su vida.

Recibimos un escueto mensaje de su hijo Mario, quien no pudo asistir a nuestro sentido homenaje y que explica también su momento de tristeza:

"Queridos amigos, como ustedes sabrán, hubo razones muy poderosas para que no pudiera cumplir con el compromiso de estar con ustedes. Terminamos de despedir a mi padre a las tres de la tarde. No tenía ningún teléfono para pedirles disculpas. Y a las seis y media, cuando finalmente pude llegar a la Feria para el homenaje que se le hacía, el tumulto y la conmoción me trastornaron. Y no pude acercarme a donde estaban para pedirles las disculpas que correspondían. Espero que puedan comprenderme, y quedo a la disposición de ustedes para enmendar el faltazo. Muchas gracias". Mario Sabato

Clarín en la página digital escuetamente dijo: "El homenaje a Sabato del jujeño Albarracín fue como un grito de despedida".