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"El objetivo es sostener y soltar creyendo en esa persona"

Andrea Emilce Pacheco de Calilegua trabaja como voluntaria en entidades para personas con discapacidad.
Martes, 06 de abril de 2021 01:01

Las vueltas de la vida son realmente extrañas. A Andrea Emilce Pacheco en el 2003 una profesora de la clase de Orientación Vocacional le había dicho que tenía aptitudes para trabajar con personas con discapacidad. "Me causó gracia y le respondí que "nunca lo haría porque no tengo paciencia ni interés". Personalmente me veía más inserta en alguna carrera de Informática", confió a El Tribuno de Jujuy.

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Las vueltas de la vida son realmente extrañas. A Andrea Emilce Pacheco en el 2003 una profesora de la clase de Orientación Vocacional le había dicho que tenía aptitudes para trabajar con personas con discapacidad. "Me causó gracia y le respondí que "nunca lo haría porque no tengo paciencia ni interés". Personalmente me veía más inserta en alguna carrera de Informática", confió a El Tribuno de Jujuy.

Pero la vida le demostró lo contrario y hoy a los 35 años viaja desde Calilegua (departamento Ledesma) hacia la capital para trabajar como voluntaria en actividades que involucran a personas con discapacidad y a nivel profesional justamente sumó esa especialización.

La propia Andrea se considera una mujer "proactiva y resiliente" puesto que su historia tuvo un capítulo de problemas de salud y otro de violencia familiar. Pero también destaca experiencias inolvidables de fe, de amistad y aprendizaje.

En el 2005 la joven se animó a estudiar Educación para la Salud en la Facultad de Humanidades y Ciencias Sociales de la Unju. "Salir de mis tierras y ser la primera generación de mi familia que se atrevía a ser universitaria en San Salvador de Jujuy en principio no fue nada fácil, pero con ayuda de algunos familiares y amigos universitarios hicieron que la capital sea un lugar de oportunidades para mi formación académica en donde fui descubriendo en pasos pequeños que mi vocación se encontraba en el trabajo interdisciplinario con perspectiva de discapacidad y género", relató.

El viraje definitivo ocurrió cuando en tercer año de la carrera le pidieron realizar un trabajo práctico de planificación. "El destino me llevó a la Asociación de Ciegos y Amblíopes, trabajo que realicé en conjunto con mis compañeras así como muchos otros prácticos, fue mi primer acercamiento a la discapacidad".

Lejos de quedar únicamente en un requisito académico, la estudiante comenzó a ver las necesidades de las personas ciegas. "Hacían referencia a la falta de empatía, a barreras por las que atraviesan en la sociedad como la infraestructura arquitectónica. De a poco fui involucrándome en ser parte de ese grupo, me invitaban a sus actividades en donde tenía que aprender a respetar los tiempos para hacer cada cosa, a predisponerme a sumar ante sus limitaciones, a dejar que me enseñen nuevas maneras de hacer las cosas, a trabajar en equipo para lograr un fin", recordó.

Sobre el aporte que puede hacer expresó que "el objetivo es simplemente sostener y soltar creyendo en esa persona si necesitan que les colabore siendo sus ojos, brazos o piernas en algún momento y brindándoles mi soporte. La idea siempre es que dependan lo mínimo".

Mientras que en la Fundación "Recrearte" en el área de capacitación de voluntarios con orientación en discapacidad procura volcar ese pensamiento para que "esos jóvenes o adultos involucrados en sus cuidados sean capaces de crear las condiciones necesarias para el momento de su recreación en donde se permitan sostener y soltar para el disfrute del socio amigo".

Justamente Andrea agradeció a Silvia Busquet de Unjuprodis, a Federico Hansen de Recrearte, a Sandra Tarifa de Appace y a Álvaro Segovia de Monterrico Inclusivo “por incentivarme a formarme directa o indirectamente en esta especialización y saber que el conocimiento te brinda las herramientas que permiten romper esas barreras que no nos dejan ser inclusivos”.

Sumar la perspectiva de género a su voluntariado

El acompañamiento y colaboración que brinda Andrea Pacheco a entidades que contienen a personas con discapacidad tuvo también su tinte de perspectiva de género cuando conoció Mudeba (Mujeres Derribando Barreras) a través de Yésica Gutiérrez, una de sus coordinadoras. “Fui muy bien recibida por todas las mujeres con discapacidad que son partícipes de la propuesta”, resaltó la voluntaria.

Lleva más de 2 años y medio compartiendo diferentes actividades y talleres con el objetivo de empoderar a la mujer con discapacidad. Sobre la tarea que realiza, Andrea comentó que “el rol que cumplo es el de poder acompañarlas y brindar mi colaboración hasta donde se solicite. Hay muchas acciones en donde el desafío consiste en adaptar y buscar estrategias de accesibilidad, que a veces se hacen objetivos inalcanzables por las diferentes discapacidades, pero no hay nada que no se logre con un buen trabajo en equipo”. Además parafraseó a su madre que le decía “ante la necesidad nace la creatividad”. Y consideró que “es en Mudeba donde pongo en juego la creatividad cada vez que me lo solicitan, respetando mis tiempos.

CON MUDEBA / ANDREA JUNTO A LAS COORDINADORAS YÉSICA Y ALICIA EN UNA DE LAS NUMEROSAS ACTIVIDADES DESARROLLADAS.

Desde cosas que quizás para nosotras que vemos es algo sencillo como mirar una fotografía o ver el color de ropa que tienen; hasta las dinámicas para exponer los talleres o creación de proyectos”. También elogió que “en Mudeba el trabajo es en equipo, entre todas debemos escucharnos, estar atentas ante la demanda. No puedo decir que las veo como usuarias de mi profesión sino como mujeres que luchamos por la inclusión y el empoderamiento”. Además reflexionó que “la historia de mi vida la sigo escribiendo y el tomo del aprendizaje aún no está terminado, al igual que mi formación académica donde los paradigmas se transforman en la medida que avanzamos, que los desafíos van a seguir existiendo, que no está nada terminado, que la lucha por la inclusión terminará cuando aprendamos a no hacer nada sin los verdaderos protagonistas de la historia”. Ahora se plegará al proyecto junto al Equipo Latinoamericano de Justicia y Género (ELA).