Nobles, inteligentes, sensibles y compañeros son los caballos, animales que desde que el mundo existe, son seres extraordinarios y fieles al ser humano. Hoy, una terapia muy especial, los hace más majestuosos aun y dignos de admiración.
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Nobles, inteligentes, sensibles y compañeros son los caballos, animales que desde que el mundo existe, son seres extraordinarios y fieles al ser humano. Hoy, una terapia muy especial, los hace más majestuosos aun y dignos de admiración.
Portadores de un espíritu tan inquieto como indomable, ellos dejan con alegría su esencia en cada rincón donde aparecen, con su movimiento rítmico, a veces suave o a puro galope, pero siempre con el propósito absoluto de saber vivir en movimiento, alcanzando una sensación plena que hace bien.
Y mucho más, si a quien contiene en su lomo es a un niño. Allí, la conexión es distinta, única. Cuando a través del juego al aire libre se produce la conjunción de almas inocentes que encuentran en el sentir, en la caricia sin hablar; o en un universo de emoción genuina... el bienestar que calma. Y es entonces cuando sucede aquél instante, donde el pequeño pasa a ser jinete de sus sueños y logra escuchar a su caballo susurrarle la palabra tranquilidad, de manera suavecita con un movimiento manso y una alegría que se vuelve terapia poderosa, desbordante de amor en ambos corazones.
Así es la historia de Matías Sánchez Serantes, un pequeño de diez años que tiene autismo y que, desde hace cinco, es protegido por la sensibilidad dúctil del equino. Una amistad se vuelve lealtad interminable gracias a "Copo", "Malumo", "Aurora", "Petunia" y "Xibi Xibi", sus compañeros y caballos de aventuras que siempre lo esperan en la Fundación Jujeña de Equinoterpaia para renovar la acción feliz.
"La primera vez que se subió al caballo, fue muy lindo, muy nuevo y extraordinario porque es un animal enorme. Un poco fue con miedo pero después se va acostumbrando, son muy estables. Esto hace que los chicos logren, de alguna forma, dominar al animal", expresó Viviana Maza, la madre de este pequeño que gracias a la terapia logró mejorar su autoestima y trabajar en sus emociones, logrando la tranquilidad, uno de los beneficios más importantes.
Y es que la temperatura del lomo del cuerpo en el caballo produce una relajación singular que sumada a su paso suelto, hace que lo conductual en el niño, se vea fortalecida con la confianza, valor trascendental en una persona con autismo.
"Fuera de sus terapias, adoptamos la 'equino' porque Matías tiene Trastorno del Espectro Autista (TEA) y, lógicamente, el trabajo con caballos es muy beneficioso porque logran concentración, da autonomía, les permite trabajar en el temperamento y después, la parte motriz, en todo el cuerpo", destacó la mamá de este niño que cumplirá 11 años en el mes de mayo.
En esta actividad alternativa en la que los caballos son "puentes elegidos" para fortalecer una terapia empleada por profesionales de la salud física y/o mental, se promueve la rehabilitación psicomotriz en niños, adolescentes y adultos.
"Gracias a una serie de reacciones ante los movimientos del caballo, a la temperatura especial, él se encuentra mejor; así que viene en la Fundación Jujeña de Equinoterapia porque es un equipo muy profesional de personas que trabajan alrededor del caballo y me siento segura", contó Viviana.
"Los chicos con autismo tienen muy acentuado el problema de relacionarse socialmente, interactuar con otros y el caballo sirve como un medio para conectar con el terapeuta. Se trabaja la parte social, es una de las partes en el caso del autismo de se ven los beneficios en el momento de la terapia, la conexión de los terapeutas porque hacen trabajos motrices", comentó Maza.
Y es que los profesionales de la institución trabajan con aros, pelotas y las emociones, estableciendo la relación con el otro como punto referencial, en el que se aprende a través del juego con el caballo. Sin dudas, el lugar favorito de Matías es junto a sus amigos de cuatro patitas y crines; en el que una vez hace dos años, hasta compartió con una simpática perrita, la experiencia del contacto. Así, la magia de los animalitos logran encender en el niño, la luz de su interior, ofreciéndole la invitación al juego permanente en un tratamiento de conexión muy valioso.
Por una Ley de Equinoterapia
Verdaderamente incesante es la labor que realiza la Fundación Jujeña de Equinoterapia. Uno de los principales objetivos para este año, es lograr una ley provincial por la que la entidad viene luchando desde hace siete años. “Es fundamental por dos cuestiones, la primera porque se va a reglamentar la actividad, es decir, cualquier persona que quiera realizar equinoterapia lo podrá hacer con las medidas de bioseguridad necesarias y guía de un equipo de profesionales porque no solamente hay que contar con caballos, sino que se necesita de personal capacitado independientemente de la profesión que tenga cada uno, ya sea en el área salud, en el área ecuestre y en el área de educación”, explicó Josefina Pardo, referente de la institución y quien, por otro lado, destacó como segundo ítem de importancia, la cobertura de las obras sociales y de que todas las personas puedan tener acceso a la terapia.
“Al no existir la ley provincial, muchas personas no tienen la facilidad o la posibilidad de asistir, por eso es fundamental el tema de la Ley de Equinoterapia en la provincia”, explicó. La reglamentación de la actividad tiene como fin que se realice de forma seria, segura y responsable. “Todos los años venimos trabajando en el proyecto de ley y este año vamos a volver a presentarlo. Tenemos ordenanza municipal de la provincia desde 2018 y es un antecedente muy importante, pero esperamos que terminemos este año, ya contando con la ley”, resaltó. Es significativo recordar que provincias como Río Negro, Salta, Tucumán, Mendoza y Entre Ríos, ya cuentan con una Ley Provincial de Equinoterapia.