Matías Almeyda, entrenador de San José Earthquakes de la MLS y ex ídolo de River Plate, confesó que intentó comprar vacunas contra el coronavirus para todos los ciudadanos de su Azul natal con sus propios medios y que le pidió ayuda a un político para hacerlo, pero las gestiones no llegaron a buen puerto.
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Matías Almeyda, entrenador de San José Earthquakes de la MLS y ex ídolo de River Plate, confesó que intentó comprar vacunas contra el coronavirus para todos los ciudadanos de su Azul natal con sus propios medios y que le pidió ayuda a un político para hacerlo, pero las gestiones no llegaron a buen puerto.
El Pelado contó que él sí pudo vacunarse en Estados Unidos y recordó a su padre, fallecido por Covid-19.
‘’Hace 20 días llamé a un político importante de Argentina para preguntarle porque quería vacunar a todo Azul. Quería vacunar, quería pagar todas las vacunas, pero lamentablemente no se pudo. Tenía los contactos para poder llevarlas y pagar a todo Azul, no me importaba lo que me iba a costar. Si me quedaba sin lo que tenía, no me importaba porque la pérdida de mi padre y de muchos conocidos me da mucha tristeza”, expresó el ex mediocampista en Radio Mitre.
Además, el técnico argentino se refirió a su padre, quien contrajo la enfermedad y murió a principios de marzo de este año: "Me dio mucha bronca que mi papá no se pudo vacunar en Argentina y gente que no se tenía que vacunar, se vacunó”. Y agregó: "Fue triste y traumática la muerte de mi padre, no lo pude despedir".
Y continuó: “No me pude despedir. Mi papá era mi amigo, teníamos un vínculo muy fuerte, éramos muy unidos. Más allá de que estábamos distanciados por kilómetros, siempre decíamos que nuestros corazones latían a la par y realmente me cuesta saber que hoy no está entre nosotros, pero sé que está, en algún lugar está”.
Almeyda hoy dirige a San José Earthquakes de la MLS en California, estado en el que se están aplicando las segundas dosis para todo ciudadano que quiera inocularse: “Yo ya me di la segunda dosis pero acá es todo muy loco, hay gente que no se quiere vacunar, vivimos en el mundo del revés. Ellos pueden vacunar a 4 millones por día pero no llegan ni a la mitad porque la gente no quiere. Piden que traigan a conocidos para vacunarse, son realidades diferentes”. Su idea era llevarse a sus padres durante 2 ó 3 meses a Estados Unidos porque hacía más de un año que no los veía y allí aprovechar para vacunarlos.