La reactivación de todas las tareas que la sociedad desarrolla a diario va impulsando, paralelamente, la reinserción de diversos sectores que se vieron afectados durante la pandemia. Tal es el caso del Centro modelo integral de rehabilitación (Cemir), entidad que depende de la Dirección provincial de rehabilitación del Ministerio de Salud y que trabaja con personas con discapacidad intelectual, entre ellos niños, adolescentes y adultos, ofreciendo diversas propuestas que los ayuden a alcanzar una inserción plena en la vida social.
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La reactivación de todas las tareas que la sociedad desarrolla a diario va impulsando, paralelamente, la reinserción de diversos sectores que se vieron afectados durante la pandemia. Tal es el caso del Centro modelo integral de rehabilitación (Cemir), entidad que depende de la Dirección provincial de rehabilitación del Ministerio de Salud y que trabaja con personas con discapacidad intelectual, entre ellos niños, adolescentes y adultos, ofreciendo diversas propuestas que los ayuden a alcanzar una inserción plena en la vida social.
Desde el inicio de la pandemia los que más son atendidos en Cemir son los adultos jóvenes de entre 15 a 40 años, debido a que tienen más presencialidad, ya que en la prepandemia el Cemir contaba con numerosos grupos de todas las edades. En cuanto a esta nueva manera de trabajo, Verónica Curet, a cargo de la institución, detalló que las actividades son presenciales y virtuales para llevar adelante el objetivo de la vida autónoma de las personas que asisten, y en ese sentido se trabaja en prestaciones individuales con la modalidad de taller en diversas formas.
En este momento, dijo, "la presencialidad se está desarrollando con la participación de 31 jóvenes que son los que pueden asistir para la elaboración de productos como macetas, juegos didácticos, además de otros proyectos que cada uno va desarrollando. Allí, a través del apoyo de sus equipos terapéuticos conformados por psicología, psicopedagogía, terapia ocupacional, kinesiología, van haciendo el trabajo cotidiano para afianzar la autonomía, que ellos puedan salir al espacio público y concretar ese proceso".
Explicó que, por ejemplo, empiezan con el proyecto de hacer una maceta que cada uno plasma de acuerdo a su propio sueño y luego las venden en la feria de las plantas que se hace todos los sábados en avenida 19 de Abril, donde los jóvenes son acompañados por todo el equipo terapéutico. "Todo esto, que tiene que ver con lo laboral y el ingreso de dinero, hacer uso de su propia autonomía para poder entender este proceso y acompañar ese ejercicio, es parte de lo que se desarrolla en Cemir", dijo Curet.
Nuevas iniciativas
Por otra parte, la doctora Verónica Curet destacó que "actualmente tenemos a todos vacunados, tanto al equipo de salud como a los pacientes, con lo cual tienen más protección para poder concurrir, ya que el año pasado estaban en virtualidad". Agregó que "desde entonces se trabajó en un proyecto pedagógico que también ahora se está empezando a plasmar, proyectando también la fabricación de algunos juegos que ahora se están haciendo físicamente posible, para plasmar así como con las macetas y juegos de lotería, entre otros, donde cada uno construye su propio proyecto con los materiales con los que cada uno puede y luego lo pone a la venta. La idea es que esto que trabajaron en virtualidad y tiene que ver con el uso de los números, de sumas, restas, etc. lo puedan ir plasmando y lo puedan construir en todo lo que es un ejercicio a través de lo lúdico. De manera que este proceso que nació el año pasado con virtualidad, ahora los que están en presencialidad lo puedan plasmar".
Cabe acotar que si bien Cemir actualmente se encuentra emplazado en Alto Comedero, por una cuestión edilicia próximamente se mudará a la avenida Almirante Brown, donde se podrá incluir nuevamente la atención de niños pequeños.