Rubén Villagra es un artista jujeño que desarrolla tareas artísticas desde los 16 años, dando sus primeros pasos con el "body paint" (arte de pintura corporal). Es reconocido en la provincia por ser el creador de las banderas napolitanas pintadas en su totalidad, ya que en un principio solo se escribían frases o se dibujaban logos de maneras lineales.
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Rubén Villagra es un artista jujeño que desarrolla tareas artísticas desde los 16 años, dando sus primeros pasos con el "body paint" (arte de pintura corporal). Es reconocido en la provincia por ser el creador de las banderas napolitanas pintadas en su totalidad, ya que en un principio solo se escribían frases o se dibujaban logos de maneras lineales.
"Sergio Rubén" es el nombre artístico con el que Villagra firma sus obras. En el ambiente se hace llamar "Garabatero".
Se desempeñó en un principio en distintos rubros como el teatro, la música y formó parte del ballet de danzas nativas argentinas. Es actor, guionista y en la parte plástica es dibujante, ilustrador, publicista gráfico, humorista gráfico y muralista.
Además tiene el título de diseñador gráfico y de danzas nativas argentinas. Actualmente es docente en formación de artes visuales en el "Espacio Joven Lasalle", perteneciente al colegio "San Juan Bautista" de Lasalle, donde dicta talleres de plástica.
"A mis trabajos no los considero obras de arte, tampoco me considero artista, pero los que me conocen me dicen que soy artista. Hago cuadros, murales, esculturas y todo desaparece porque los termino regalando, así que actualmente en mi taller no poseo ninguna de mis obras", explicó al respecto Villagra.
En tanto, señaló que trabajó desde su adolescencia, por lo que debía estudiar por la noche en una escuela nocturna. Es así que mientras cursaba en el Bachillerato Nº 6, Villagra demostraba destellos de su arte en algunas actividades del establecimiento.
"Soy un agradecido a los directivos del colegio, ya que confiaron en mí, me dieron las herramientas y los materiales. Pude descubrir que era capaz de hacer trabajos en grandes formatos y sobre todo en el campo creativo. No me gusta copiar", agregó.
De esta manera surgió la primera idea de cubrir con pintura todo el largo y ancho de las banderas napolitanas que se hacían (y se siguen haciendo) para los "Sábados Estudiantiles".
Recuerdo que en aquel momento se acerca una persona que me convence para dibujar la "napo" para el colegio. En esos años las banderas tenían dimensiones de 6 metros de ancho por 12 de largo, era una enormidad. No sabía hacerlo, pero me animé y fue un gran trabajo", comentó.
Por otra parte, el artista sostuvo que no solo hace las banderas napolitanas de los "Sábados Estudiantiles", sino que también colabora para distintas carrozas.
"Con la Fiesta de los Estudiantes, no quería saber nada. Podríamos decir que con la creación de la napolitana comencé a meterme un poco más en el ambiente", añadió.
"Vivo del arte, aunque muchos digan que del arte no se vive. Afortunadamente la gente respeta mi trabajo y mi creatividad", cerró.
Anécdota de la primer napolitana
La primera creación de grandes proporciones que realizó el artista Rubén Villagra fue para el colegio donde estudiaba en aquel entonces, el Bachillerato Nº 6, y fue una bandera napolitana que representaría a la institución en los “Sábados Estudiantiles”. “La primera bandera napolitana que me tocó hacer era dibujada. El diseño era un planeta tierra con un libro abierto y una paloma con un ramito de olivo, el cual tenía una leyenda”, explicó el artista.
“Sugerí en aquel momento que la pintemos totalmente a la bandera, sin dejar que se vea nada de papel. Nunca lo había hecho, pero tampoco le tuve miedo a las dimensiones del papel. A la semana siguiente la directora llegó al colegio con los coordinadores del área de los "Sábados Estudiantiles" y me dejaron 4 litros de pintura de esmalte sintético cada color y ahí arranqué haciendo la primera bandera napolitana. En ese momento eran 8 banderas por colegio”, detalló Villagra. Posterior a esto, al artista lo solicitaron de diversas instituciones para desempeñarse no solo en la creación de las banderas napolitanas, sino también para colaborar con los diseños artísticos de las carrozas.