Hoy, en el marco de las actividades programadas para recordar el 91° aniversario del natalicio del misionero scalabriniano padre Tarcisio Rubín, se oficiará una misa que será presidida por el párroco de Santa Teresita y Beato Juan Bautista Scalabrini padre Jorge García Méndez y al finalizar se proyectará un documental para traer al presente la obra misionera del recordado misionero. El oficio religioso, dará inicio a las 18, en el Centro Parroquial Padre Tarcisio Rubín, ubicado en barrio El Milagro.
Cabe recordar que, en el 2008, en representación de la Diócesis de Jujuy, Monseñor Marcelino Palentini, firmó el reconocimiento para el seguimiento de la causa de beatificación del misionero scalabriniano Tarcisio Rubín, fallecido el 3 de octubre de 1983, en la capilla de Alto Calilegua, departamento de Valle Grande y cuyos restos descansan en el cementerio municipal Cristo Rey de San Pedro de Jujuy.
Fue importante la obra evangelizadora realizada por el querido misionero, cuya labor estuvo dedicada a asistir a los necesitados, particularmente a los migrantes, trabajadores golondrinas que recorrían el país en busca de trabajo en la zafra, en la vendimia, en la cosecha de manzana, o en las minas. Tarcisio, llevó una vida de santidad y desprendimiento total, asistía no sólo espiritualmente a las humildes familias y en época de zafra, solía recorrer los cañaverales de los distintos ingenios, preparando la comida para los zafreros y sus hijos.
Tras el fallecimiento de monseñor Palentini, la causa quedó paralizada y en el 2015, durante una ceremonia realizada en la Catedral Basílica de la capital jujeña, presidida por Monseñor César Daniel Fernández, se procedió a la reapertura oficial del pedido de beatificación del padre Tarcisio Rubín, quedando reconstituido el Tribunal de la causa de canonización, que continúa con el arduo y minucioso trabajo.
Actualmente, Monseñor Fernández, envió los exhortos a cinco diócesis del mundo que conocieron al padre Tarcisio, entre ellas de Alemania, Italia y México, donde se brindaron testimonios de personas que fueron testigos del trabajo misionero y se está a la espera de la llegada de los mismos para proceder al armado de las carpetas con testimonios históricos importantes para ser remitidos a la Santa Sede.
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Hoy, en el marco de las actividades programadas para recordar el 91° aniversario del natalicio del misionero scalabriniano padre Tarcisio Rubín, se oficiará una misa que será presidida por el párroco de Santa Teresita y Beato Juan Bautista Scalabrini padre Jorge García Méndez y al finalizar se proyectará un documental para traer al presente la obra misionera del recordado misionero. El oficio religioso, dará inicio a las 18, en el Centro Parroquial Padre Tarcisio Rubín, ubicado en barrio El Milagro.
Cabe recordar que, en el 2008, en representación de la Diócesis de Jujuy, Monseñor Marcelino Palentini, firmó el reconocimiento para el seguimiento de la causa de beatificación del misionero scalabriniano Tarcisio Rubín, fallecido el 3 de octubre de 1983, en la capilla de Alto Calilegua, departamento de Valle Grande y cuyos restos descansan en el cementerio municipal Cristo Rey de San Pedro de Jujuy.
Fue importante la obra evangelizadora realizada por el querido misionero, cuya labor estuvo dedicada a asistir a los necesitados, particularmente a los migrantes, trabajadores golondrinas que recorrían el país en busca de trabajo en la zafra, en la vendimia, en la cosecha de manzana, o en las minas. Tarcisio, llevó una vida de santidad y desprendimiento total, asistía no sólo espiritualmente a las humildes familias y en época de zafra, solía recorrer los cañaverales de los distintos ingenios, preparando la comida para los zafreros y sus hijos.
Tras el fallecimiento de monseñor Palentini, la causa quedó paralizada y en el 2015, durante una ceremonia realizada en la Catedral Basílica de la capital jujeña, presidida por Monseñor César Daniel Fernández, se procedió a la reapertura oficial del pedido de beatificación del padre Tarcisio Rubín, quedando reconstituido el Tribunal de la causa de canonización, que continúa con el arduo y minucioso trabajo.
Actualmente, Monseñor Fernández, envió los exhortos a cinco diócesis del mundo que conocieron al padre Tarcisio, entre ellas de Alemania, Italia y México, donde se brindaron testimonios de personas que fueron testigos del trabajo misionero y se está a la espera de la llegada de los mismos para proceder al armado de las carpetas con testimonios históricos importantes para ser remitidos a la Santa Sede.
El padre Tarcisio Rubín, nació el 6 de mayo de 1929 en el pueblo de Loreggia, provincia de Padua, Italia. Fue ordenado sacerdote, el 21 de marzo de 1953, en la Catedral de la Piacenza. Llegó a la Argentina el 9 de abril de 1974. En 1975, Dios guió sus pasos hacia el norte argentino. Fue figura preponderante en el establecimiento y organización de los misioneros scalabrinianos en San Pedro de Jujuy, desde donde se canalizaron las actividades tendientes a la atención de los migrantes de la zona.
A fines de septiembre de 1983, el misionero cayó gravemente enfermo y fue derivado a un centro especializado en Córdoba. Pero desoyendo a toda prescripción médica, cumplió el que sería su último sueño, el de volver a Jujuy. Al llegar a San Pedro, siguió hasta San Francisco de Valle Grande, y por camino de herradura, subió al cerro a visitar las familias de Alto Calilegua. El 2 de octubre, la directora y un grupo de niños de la escuelita de Alto Calilegua, fueron a recibirlo a la entrada del pueblo. Luego de celebrar la misa a las 21, se retiró a orar a la capilla. Al día siguiente, los niños fueron a despertarlo y encontraron su cuerpo sin vida, tendido frente al altar, delante del Santísimo. Sus restos fueron trasladados hasta San Pedro de Jujuy y descansan en la capilla del cementerio Cristo Rey.