Con una calidez propia de la infancia y la sonrisa cubierta por hadas, pajaritos y superhéroes en barbijos, los niños del barrio Luján poco a poco van asimilando que las clases de apoyo resultan más que positivas en estos tiempos.
inicia sesión o regístrate.
Con una calidez propia de la infancia y la sonrisa cubierta por hadas, pajaritos y superhéroes en barbijos, los niños del barrio Luján poco a poco van asimilando que las clases de apoyo resultan más que positivas en estos tiempos.
Y es que la humildad y la predisposición de tres docentes, no sólo los hace estudiar reforzando sus conocimientos, sino que los anima a seguir con el objetivo de embeberse en luces para demostrar que la voluntad hace milagros.
Así es como desde el Centro de Participación Vecinal del barrio Luján, los pequeños asumen la educación a edad temprana y la llevan a la práctica a través de extra clases que a la hora del aprendizaje, complementan su comprensión.
Lengua, geografía y matemática son algunas de las asignaturas que no quedan pendientes para los alumnos de distintas instituciones educativas, asistentes a turnos especiales y que forjan el compromiso por un futuro mejor, partiendo desde un complejo panorama debido a la pandemia, pero no por eso menos alentador.
Día tras día, la solidaridad y la suma de buenas intenciones logran emerger en esta puesta en acción que moviliza y es llevada dignamente por Elizabeth Sarapura, Silvia Mamani y Patricia Torrejón; maestras que dedican su tiempo a ayudar a los estudiantes que encuentran acaso un oasis, para sociabilizar -protocolo de seguridad mediante- con sus pares en la esquina de Pueyrredón y Caseros.
La actividad se realiza con un abordaje sobre lo necesario para transformar la realidad más cercana al CPV y potenciar el nivel educativo hacia lo más óptimo.
"Nosotras nos dividimos por grupos, en diferentes horarios tanto por la mañana como por la tarde, ellos tienen un ambiente distinto y despejan las dudas de los contenidos", expresó Torrejón y acotó que el año pasado las clases se dictaron también por vía virtual.
"Los chicos más chiquitos necesitan de mucha presencialidad y para nosotras es una oportunidad de que sea más personalizado, cada una con dos niños", comentó por su parte, Sarapura sobre este espacio abierto a la comunidad como núcleo que tiene por meta, la contención y la actividad corporativa constante.
"Es gratificante trabajar con los niños, es estar más cerca de las familias del barrio desde aquí y una experiencia muy positiva", dijo Mamani que junto a las dos docentes, se permitió un momento para contar a nuestro medio sobre su labor notable. Esta es una de las realidades, que desde el conocimiento se construye en el sector barrial, asumiendo con responsabilidad la iniciativa con cuatro años de vigencia y que integra una lista de propósitos donde están incluidos los vecinos de este barrio que cumple años hoy.
Para conocer con más detalle, las actividades previstas por el setenta y tres aniversario, Matías Torres Arrueta, referente del CPV, destacó que el espacio dedicado a la educación se considera como un servicio valioso. "Los chicos notan que no es lo mismo la presencialidad que la virtualidad por eso la valoramos mucho", explicó.
De repostería, bachata, gimnasia e instrumentos musicales son los cursos que se imparten en el lugar; respetando medidas de bioseguridad en un área permanentemente desinfectada. Como proyectos en vía de desarrollo cabe mencionar la iluminación, colocación de cámaras de seguridad y la reactivación del polideportivo. En tanto, a través de un espacio denominado "Emprender Luján", se efectúa una feria artesanal integrada por productores. "Una o dos veces por mes generamos eventos diferentes, por ejemplo para el Día del Animal, organizamos un desfile de disfraces con mascotas que fue muy bien recibido por los vecinos, con la Escuela Canina tuvimos una clase y exhibición de perros que los chicos disfrutaron muchísimo", relató Torres anticipando que para el 25 de este mes, habrá concurso de empanadas con desfile de disfraces alusivo a la fecha patria y chocolate comunitario.
Las opiniones
Las “seños” son inteligentes y nos ayudan a todos. Voy a la escuela Zeballos y me gusta venir aquí, me ayudan cuando tengo prueba.
Aquí aprendo de todo un poco, matemática, lengua, muchas cosas. Me explican bien y me sacan las dudas. Voy al Colegio del Huerto.
Me gusta venir a estudiar y jugar con los chicos. Mi escuela es Lavalle y aprendo mucho. Las seños son buenas.